Por Juan Strasnoy Peyre. La brecha entre las cotizaciones del dólar MEP y el Contado con Liquidación (CCL), conocida en la jerga financiera como canje, alcanzó este miércoles un pico del 8%. Más allá de que la distancia es inherente a la vigencia de las restricciones cambiarias, la creciente magnitud llamó la atención de los operadores y desató un debate entre los analistas. ¿A qué se debió? Pese a que no son excluyentes, las opiniones se reparten entre quienes asignan mayor peso al hecho de que una porción de la liquidación de exportaciones se está realizando a través del MEP y quienes sostienen que la principal razón es el corrimiento de empresas importadoras al CCL para realizar el pago de sus compras al exterior. En las últimas dos ruedas, el canje comprimió bastante, aunque terminó la semana en niveles más elevados que en los años previos, en torno al 4,8%. Por caso, la diferencia promedio durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando también había cepo, fue del 3,9%. Aunque lo que sorprendió fue la escalada de las semanas previas. Esta brecha marca el costo adicional que se paga por sacar divisas del país respecto de comprarlas y mantenerlas en el mercado local. La expectativa generalizada es que, cuando el gobierno levante las restricciones cambiarias, el canje tienda a desaparecer. Mientras tanto, el mencionado debate atraviesa las mesas de operaciones. Una hipótesis ganó fuerza en los últimos días. Que la inusual distancia entre ambas cotizaciones financieras se debe a que una porción de los exportadores está liquidando parte de sus divisas a través del MEP. Es algo que, en principio, no estaba contemplado en el esquema del dólar blend, que estipula que el 80% debe liquidarse en el mercado oficial de cambio (MULC) y el 20% en el CCL. Ámbito pudo confirmar con diversas fuentes que eso ocurre. Es que hay algunos exportadores, sobre todo pymes, que no tienen cuenta bancaria en el exterior y, entonces, apelan a los bancos para que realicen una conversión de las divisas recibidas por sus ventas al exterior a dólares en cuentas bancarias locales. Un informe de Outlier señala que esto también les sirve a las entidades financieras para simplificar la operatoria. Así, en estos casos, la liquidación del 20% del blend no se realiza a través del cable, sino que se concreta directamente en el mercado local. Así, el reporte plantea que “los bancos estarían generando oferta en el MEP, pero no oferta en el CCL”, lo que contribuye a ampliar el canje. Un informe especial de la consultora 1816 admitió que esto sucede, aunque matizó su impacto en el fenómeno de ampliación del gap entre las cotizaciones financieras ya que este mecanismo abarca “una porción pequeña de las exportaciones totales”. Y citó datos del balance cambiario del Banco Central: en febrero, hubo conversión de dólares del exterior a dólares MEP (para luego ser cambiadas por pesos) ligadas a exportaciones de bienes por u$s181 millones. En cambio, estimó que la liquidación de exportaciones vía CCL fue de u$s1.006 millones. Por eso, concluyó que “el blend 80-20 genera mucha más oferta de CCL que oferta de MEP”. Además, 1816 señaló que la oferta de los exportadores en el MEP representó apenas el 10% de los u$s1.864 millones operados en febrero entre AL30D y GD30D. Por eso, consideró que, “en el mejor de los casos, este fenómeno contribuye en el margen pero no es suficiente para comprender por qué el canje CCL-MEP está tan alto”. ¿Importadores se vuelcan al CCL? Entonces, aparecen otras hipótesis en el debate. Como contó este medio, la reducción de la brecha cambiaria entre el dólar oficial más impuestos y el contado con liqui lleva a que algunas empresas abandonen el MULC y se vuelquen a cancelar deudas comerciales con sus proveedores a través del CCL, según cuentan fuentes del sector privado. Cabe recordar que el cepo cambiario impide a quienes operan en el mercado oficial realizar MEP o CCL, excepto a quienes suscriben BOPREAL en una licitación primaria. A ese corrimiento habrían contribuido, además de la contracción de la brecha, las restricciones aún vigentes para acceder al dólar oficial y el hecho de que el BOPREAL serie 3 tuviera un tipo de cambio implícito 30% superior al “liqui” en el promedio de las cuatro licitaciones primarias realizadas, de acuerdo con estimaciones de Salvador Vitelli, head of research de Romano Group. En 1816 adscriben a la hipótesis de este fenómeno como uno de los posibles factores determinantes del elevado nivel del canje, aunque aclaró que resulta “incontrastable”. Además de sumar demanda al CCL, la consultora planteó que “si estos importadores tenían dólares en cuentas locales (de los cuales no podían desprenderse mientras estaban activos en el MULC por la ‘restricción cruzada MULC/CCL’), quizás ahora los están vendiendo vía MEP, generando una oferta constante en ese mercado”. En ese sentido, calculó que los depósitos privados corporativos en dólares al día de hoy rondan los u$s5.400 millones. Como factor adicional, la consultora sumó la hipótesis del efecto desahorro por parte de las personas físicas ante el desplome de los ingresos en términos reales. “Debido a que ‘no hay plata’, es posible que los minoristas hayan reducido su nivel de compra de MEP y/o que algunos hayan empezado a vender para mantener (o no achicar tanto) los niveles de consumo. Se trata de otra hipótesis incontrastable, pero vale la pena tener presente que las personas físicas tienen depósitos en dólares por unos u$s10.200 millones”, sostuvo 1816. De cara al corto plazo, mientras siga vigente el cepo en general y no haya cambios en la composición del dólar blend exportador, se sumará un motor de demanda extra al CCL que podría incidir en el nivel del canje. La CNV eliminó, desde el 1° de abril, las restricciones que pesan sobre la operatoria de dólares financieros para que los importadores que suscribieron BOPREAL puedan completar el pago de las deudas con sus proveedores del exterior a través del contado con liqui por un monto equivalente a la diferencia entre el valor nominal comprado del bono y la cotización a la que logre venderlo en el mercado secundario. El informe de 1816 ponderó ese factor: “En el extremo, si los importadores ya hubiesen vendido en el mercado el 100% de los u$s7.981 millones de valor nominal de BOPREAL emitidos por el BCRA, podrían comprar CCL por alrededor de u$s2.000 millones”, de acuerdo con el precio promedio de los BOPREAL en el mercado secundario contra cable. |