Por Javier Blanco. El Banco Central (BCRA) dio hoy el primer paso para comenzar a desregular el crédito a las pyme, aunque manteniendo condiciones para alentar su oferta y tratar de alargar sus plazos. La decisión en que avanzó, luego de bajar de tasa de política monetaria del 100% al 80% y desregular la de los plazos fijos en un intento porque las entidades estén en condiciones de recuperar su apetito por prestar al sector privado, consiste en reducir desde el mes que viene la necesidad de constituir encajes prudenciales en la medida que se animen a retomar esos riesgos. “A partir de abril de 2024 entrará en vigencia el Cupo MiPyME Mínimo, un esquema simplificado de incentivo para fomentar la asistencia crediticia basado en la disminución de encajes”, anunció hoy. “Las entidades financieras sólo podrán beneficiarse de las reducciones de sus requisitos de efectivo mínimo (encajes) vinculados con la proporción de créditos a MiPyMEs en la medida que el saldo promedio de estas financiaciones sea de al menos el 7,5% de sus depósitos del sector privado no financiero en pesos, y que al menos el 30% de dicho monto sea destinado a proyectos de inversión a un plazo mínimo de 24 meses de vida promedio”, estableció su directorio. Las tasas de interés de estas financiaciones “se pactarán libremente entre las partes”, aclaró la entidad en su comunicado. Allí también informó que se agrega un nuevo incentivo para fomentar préstamos a más largo plazo: “Los financiamientos a proyectos de inversión de MiPyMEs que sean otorgados a un plazo mayor o igual a 36 meses de vida promedio permitirán a la entidad financiera otorgante reducir, en forma adicional, un 40% del monto del financiamiento de su requisito de efectivo mínimo”, detallaron. La entidad a cargo de Santiago Bausili -que hoy compró otros US$206 millones mediante intervenciones sobre el mercado de cambios oficial- proclamó que mantiene su compromiso “de continuar con el proceso de normalización y flexibilización regulatoria a medida que las condiciones macroeconómicas continúen estabilizándose”, y recordó que parte de eso consiste en “continuar desactivando los subsidios que, a través de incentivos artificiales, le generaron un costo cuasi fiscal al BCRA que derivaba en mayor emisión monetaria”. Floja demanda por el Bopreal La decisión del BCRA llegó en la jornada de cierre de la cuarta licitación convocada para colocar la serie 3 del denominado Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) en la que apenas recibió y convalidó demanda por otros US$89 millones por este título, el monto más bajo desde que comenzar este tipo de subastas a la que ahora tienen acceso todos los importadores con deuda, más allá de que la hayan registrado en el padrón abierto a fin de año pasado para auditarlas o no. Con la baja demanda por este instrumento con que buscaba a reprogramar parte del enorme pasivo heredado por importaciones que no fueron pagadas (acumula colocaciones por US$891 millones de esta serie) se apaga una de las aspiradoras de pesos que había usado en el primer bimestre del año y que le había servido para mantener presionados a la baja a los dólares financieros. El BCRA informó que hoy recibió posturas de 134 empresas, las que adjudicó en su totalidad y por los US$89 millones ya mencionados. Y reiteró que convocará en las próximas semanas a nuevas licitaciones “hasta completar el monto máximo de US$3000 millones”. Además, detalló, como cada jueves cuando comunica estos resultados, que alrededor de 5900 micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) que habían registrado deuda por importaciones por hasta US$500.000 realizaron pagos de ellas por un total de US$347,5 millones tras ser habilitadas para acceder al dólar oficial para saldar la totalidad de sus compromisos en tres cuotas, sin necesidad de comprar los Bopreal para ese fin.
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