Con datos que llenan de dudas a los inversores, la palabra que reinó en todos los mercados, tanto el local como los internacionales, en el último día de mayo fue "volatilidad". A nivel externo hubo resquemores por una inflación norteamericana que nunca termina de tranquilizarse y en Argentina hay inquietud porque al leer la letra chica de los dictámenes que pasaron de comisión a sesión en el Senado tienen tantos cambios que el ómnibus inicial, luego reconvertido en combi y en Fitito, ahora se parece más a una carretilla. Frente a esto, el último día del mes se convirtió en otra de las clásicas jornadas en la que hubo fuerte presión sobre los dólares financieros, algo que obligó al Banco Central a vender dólares y a perder muchas reservas. Al tiempo que los bonos perdieron valor, pero el riesgo se mantuvo ya que todos los bonos globales también se aflojan. Y las acciones tuvieron fuertes sobras iniciales pero finalmente terminaron salvando la ropa, aunque con mayoría de bajas en los ADR argentinos que cotizan en Nueva York. De este modo, mientras la consultora CyT calculó que la inflación de mayo fue del 4,6%, la menor variación mensual desde octubre de 2022, mayo finaliza con un gran ganador: el dólar. A lo largo de todo mayo el dólar blue saltó 17,8%, el MEP avanzó 16,6% y el CCL 14,3%, al tiempo que la Bolsa de Buenos Aires subió 8,6% en pesos (6% en dólares) y la tasa en pesos pagó en plazos fijos 2,4%, mientras que todas las Bolsas internacionales, sin excepción, bajaron entre 0,5 y 2%, con los bonos argentinos convertidos en la peor inversión del período con un descenso del 2,5%. En tiempos como los que corren, en los que las noticias ciertas y falsas correr por las redes con la velocidad de la luz, con decisiones de compra o venta que se toman apretando una tecla en los celulares, casi más por una decisión emocional que racional, los precios van y vienen con una variabilidad pasmosa, en un mismo día un papel cualquiera puede llegar a caer 15% en la preapertura, y terminar quizás con un aumento leve al cierre, o viceversa. El dato que comandó el movimiento externo tuvo que ver con la inflación norteamericana. Se conoció el índice PCE estadounidense, que mide la evolución del gasto de los consumidores, y es un indicador que sigue con mucha atención la Reserva Federal para decidir qué hará con su tasa base. El resultado fue negativo a nivel mensual, ya que dio 0,3% en abril, igual que en marzo, pero en términos anuales marcó un 2,7% en los últimos 12 meses, lo cual indica que ya no se está tan lejos del objetivo del 2%, determinado como el momento para el final del ajuste. Eso hizo que se aflojaron apenas las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,2% anual a 1 año de plazo, 4,5% a 5 años, 4,5% a 10 años y 4,6% a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 0,8% en Brasil, 0,3% en Japón y 0,1% en Chile y China, con baja del 0,1% contra la libra y del 0,2% contra el euro y el mexicano. Lo cual indica que el súper dólar sigue resistiendo en las alturas, desafiando a todos los valores mundiales. En el mercado cambiario local se dio una serie de inconvenientes que se tradujeron en un día amargo, el peor de todo el mes. Entre lo que se pagó por el barco gasífero, más pagos de deudas y sospecha de que hubo manos amigas para frenar los dólares financieros, con un dólar exportador de $ 998,14, el BCRA tuvo que vender US$ 52 millones en el mercado para frenar los dólares que se operan a través de los bancos. Y, lo peor de todo fue que al final del día la autoridad monetaria perdió nada menos que US$ 402 millones en las reservas. Frente a esto, en una realidad completamente partida en dos, las familias con dólares ahorrados y sin pesos para cubrir gastos tuvieron que salir a vender dólares, por lo que el dólar blue bajó $5 hasta $1.225. Pero la plata grande se siguió dolarizando: el dólar MEP saltó $38,58 hasta $1.215,86 y el contado con liquidación saltó $32,79 hasta $1.250,96. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 31% y la del CCL con el mayorista fue del 40%. La imposibilidad del Banco Central en juntar reservas ahora que estamos en plena cosecha pone en dudas la capacidad de pagar los gruesos vencimientos de deuda que hay a lo largo de 2025. Y, como además, los dictámenes que logró Francos en las comisiones del Senado fueron bastante lavados, lo cual generó un clima de desaliento. Así, con alto volumen operado, los bonos argentinos bajaron 1,3% pero por movimientos globales el riesgo país no cambió y siguió a 1.312 puntos básicos. Donde también se vio gran movimiento fue en los mercados externos. Son cada vez más los expertos que advierten que la inteligencia artificial (que logró subas del 30% en dólares en mayo) tiene precios ya considerados absurdos, por lo que durante buena parte de la última rueda del mes llegaron a aparecer papeles con caídas superiores al 20%. Pero en la última hora de negocios empezó a deslizarse que la Fed bajaría su tasa base en setiembre, y la ambición de los toros determinó un cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, que terminó con suba del 1,5% para el Dow, avance del 0,8% para el S&P y baja del 0,1% para el Nasdaq. Mientras que la Bolsa de San Pablo bajó 0,5% y la de México bajó 0,3%. A nivel local, con $29.719 millones operados en acciones y $26.375 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires logró subir 0,5%. Y las ADR argentinos que se transan en Nueva York finalizaron con subas del 1% al 4% para Bioceres y Mercado Libre, y con bajas del 1% al 4,5% para Central Puerto, TGS, Edenor, Supervielle, YPF, Galicia, Pampa E y Telecom. Si bien todo el mundo está esperando desde hace al menos ocho meses que la Fed baje su tasa base y que el súper dólar baje de las alturas, como ese movimiento se retrasa los commodities están en zona de debilidad, lo cual desfavorece a países productores de materias primas como Argentina. En la última rueda del mes el petróleo bajó 1,2%, los metales preciosos estuvieron en baja y también dieron un atrás los metales básicos. Probablemente la peor noticia para el país provino de los granos, que anotaron en general bajas tanto en Chicago como en Rosario. Y en este derrotero no se salvaron ni las criptomonedas, ya que el Bitcoin retrocedió 2,2%, aunque hubo bajas menores para el resto de los valores de ese panel. |