El ajuste de la política monetaria del BCRA al 80% TNA y la
desregulación de la tasas mínimas del plazo fijo para las entidades privadas
impacta de lleno en la actividad. ¿Alcanza para ponerle un freno a la recesión?
El BCRA superó los
u$s10.000 milones de compras netas en lo que va de la era Milei
Dólares financieros
frenan fuerte rebote tras baja de tasas y vuelven a ceder: el MEP cae más de
$15
El Banco Central (BCRA) bajó fuertemente la tasa de política monetaria al 80% anual y esto impacta
fuertemente en la economía real. Por un lado, licúa aún más pasivos remunerados de la autoridad monetaria y también los
ahorros en pesos, ya que el plazo fijo tendrá
un retorno más negativo frente a la inflación. Por otro
lado, la medida influye directamente en el costo de los créditos. ¿Alcanza para ponerle un freno a la recesión? La opinión de los especialistas en el tema.
Baja de tasas del BCRA: licuadora a los ahorros
La posibilidad de combatir la inflación desbocada de los
últimos meses para los ahorristas fue casi imposible, ya que uno de
los refugios utilizados es el dólar, que lejos de subir estuvo fuertemente en
baja. Por eso, los inversionistas utilizaban el plazo fijo en pesos que tenía
un retorno menos negativo frente a la inflación, aunque así y todo no llegaba a
empardarla y estaba más 10 puntos porcentuales por debajo.
Ahora, el BCRA decidió no
solo bajar la tasa de política monetaria, sino
también desregular las tasas mínimas de interés de los
plazos fijos. De esta manera, los bancos ya comenzaron a fijar su
propio rendimiento para estas colocaciones, por debajo del 80% TNA.
"Estamos ante una dramática caída de la tasa de
plazo fijo. Esto es una muy mala noticia para el
ahorrista de plazo fijo porque tendría tasas negativas contra la
inflación a 12 meses", apuntó el analista del mercado, Salvador Di Stefano.
La contracara de licuar a los ahorristas y los
pasivos remunerados del BCRA, es otorgarle una tasa de interés negativa frente a la inflación a las
pymes que tomen créditos a futuro. "Es una gran noticia para
la reactivación de la economía", consideró Di Stefano.
Sin embargo, Federico Zirulnik,
economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz
(CESO), explicó que la demanda de crédito dependerá
más de lo que suceda con las decisiones de inversión, que con el recorte de la
tasa de interés per se.
"En un contexto en donde el consumo y la
actividad se desploman, difícilmente las empresas estén dispuestas a hacer
nuevas inversiones", analizó y ejemplificó con la caída de la capacidad instalada de la industria, que en
diciembre mostró su peor baja desde la pandemia.
"Hay capital ocioso. ¿Para qué voy a invertir en una
máquina nueva si no tengo a quién venderle?", se preguntó.
Existe la posibilidad de que se comiencen a reactivar los
créditos personales, pero es un monto significativamente más bajo al de las
pymes. "No creo que alcancen para mover la economía real",
lanzó.
Por otro lado, el economista Federico Glustein se
mostró más entusiasmado con el ajuste de política monetaria y afirmó que la
baja de la tasa va a generar dos situaciones: los que tengan mayor liquidez
irán a los instrumentos CER, lo cual dará cierta previsibilidad al
Gobierno para "bajar aún más la emisión monetaria" y tener mayor
control de los pesos hasta el "rebote" de la economía.
En tanto, también podría "motorizar un poco
el consumo", según Glustein, ya que al desregular
las tasas mínimas de interés los bancos privados pueden otorgar un
retorno menor al 80% TNA frente a una inflación cercana al 15%. Ahora bien,
también pueden salir a ofrecer créditos bancarios más baratos.
"Es una forma de ponerle un pie a la
recesión y tratar de de fomentar el consumo así como la inversión vía tasas no
subsidiadas, pero menores a la inflación", concluyó el economista. ÁMBITO
Canje de deuda: hubo adhesión del 77% y el Gobierno pateó
vencimientos por $42,6 billones
A través de un mega canje de deuda en pesos, el Gobierno logró patear para los
próximos años vencimientos de deuda por $42,6 billones que caían este año, en el marco de una
estrategia destinada a contener el déficit financiero y sumar algunos porotos
de cara al objetivo de levantar el cepo cambiario.
La Secretaría de Finanzas anunció que en la operación
alcanzó una aceptación del 77% sobre el total de los títulos que
vencían en 2024 y de esta manera se despejaron más de $42 billones. Aunque,
como adelantó Ámbito, el grueso de la participación
provino del sector público que tenía en su poder cerca de dos
tercios de los títulos en cuestión.
El sector privado aportó aproximadamente el
17,5% de sus tenencias, mientras que el sector público lo hizo casi por
su totalidad, aseguraron desde el Palacio de Hacienda.
La cartera que conduce Luis Caputo destacó
que, con este resultado, se estiró la vida promedio del perfil de vencimientos
desde 0,46 años a 3 años. Quienes ingresaron al canje recibirán una canasta de
bonos ajustables por inflación (CER) con cupón cero a 2025, 2026, 2027 y 2028.
El Gobierno resaltó, además, que se redujo la carga financiera anual, lo que implicó "un
ahorro de intereses de $555.000 millones, o 0,1% del PBI". Esto
se condice con la estrategia de descomprimir una parte de las necesidades del
fisco de cara al objetivo de déficit financiero cero, que se enfrentará con los
límites de la licuadora y la caída de la recaudación.
Una de las claves de la moderada participación privada
radicó en que, como adelantó este medio, el Banco Central decidió
no ofrecer puts para los bonos a entregar en esta conversión. Se
trata de los seguros de liquidez u opciones de recompra que la autoridad
monetaria venía otorgando a los bancos para fomentar el desarme de pases y la
migración de sus tenencias a títulos públicos del Tesoro. El argumento de los
funcionarios era que el canje estaba principalmente diseñado para que los
organismos públicos (como el FGS de la Anses, el BCRA y el Banco Nación)
ingresaran, más allá de que estaba abierto a todos los tenedores.
En el mercado consideran que, en parte, la participación de los bancos (no del todo significativa) pudo
haber estado motivada por la baja de la tasa de política monetaria al 80% nominal anual que anunció el lunes por la noche el Centra
y que puso en marcha este martes.
Con todo, el grueso de los analistas de la City consideró
que el resultado conseguido por Finanzas fue positivo, aunque esperable
dada la elevada proporción de títulos que había en manos de los propios
organismos estatales. ÁMBITO |