Por Alfredo Sainz - El Gobierno lanzó una ofensiva contra
fabricantes de alimentos locales para que bajen los precios. En una muestra de
heterodoxia económica, anunció que facilitará las importaciones de productos
como atún, bananas, papas, café, cacao y carne de cerdo, mediante un más rápido
acceso a los dólares para pagar esas compras. Apenas unas horas antes de que se conociera la inflación de
febrero, el Gobierno decidió lanzar una ofensiva contra los fabricantes de
alimentos locales. En una nueva muestra de heterodoxia económica, el vocero
oficial Manuel Adorni anunció la apertura de las importaciones para productos
de la canasta básica, con el objetivo de contener los aumentos que aplican las
empresas locales. Concretamente, el Banco Central anunció la reducción del
plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza,
cuidado e higiene personal: pasarán de un esquema de pago en 4 cuotas a los 30,
60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días. Además, se determinó suspender, por el plazo de 120 días, el
cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a las
importaciones de estos productos y de los medicamentos. En este último caso, se
trata de un rubro que ya no estaba alcanzado por el plazo de pago de 180 días. “Esta medida alentará la importación de productos de la
canasta básica cuyo precio en el mercado local sea superior al precio
internacional, lo que contribuirá a una mayor competencia y, en consecuencia, a
una caída en la inflación y en el nivel de precio de estos productos. Entre los
principales productos beneficiados se encuentran banana, papas, carne de cerdo,
café, atún, productos de cacao, insecticidas, champús, pañales, entre muchos
otros productos”, precisaron fuentes oficiales. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, había acusado
en las últimas horas a las empresas de haberse “sobregirado” con los aumentos
de precios que disparó la devaluación de diciembre. Caputo precisó que hoy
algunos productos están más caros en dólares en la Argentina que en Estados
Unidos o Europa. “No puede ser que acá un pan lactal cueste cuatro dólares o
que un dentífrico esté siete euros”, tiró Caputo en el encuentro que mantuvo
anteayer con los número uno de las seis principales cadenas de supermercados:
Carrefour, Coto, Cencosud (Jumbo, Disco), Changomás, La Anónima y Dia. En las cadenas, el anuncio fue recibido con una mezcla de
ilusión y cautela. “A Caputo le explicamos que la industria era la responsable
de los aumentos desmedidos de los últimos meses y estamos de acuerdo con la
imposibilidad de poder importar más productos en forma directa. Pero también le
aclaramos que no se trata de algo que se pueda hacer de un día para el otro”,
explicaron en una cadena. Hoy los supermercados tienen una oferta muy limitada de
productos importados: latas de atún, bananas, paltas y ananá. “Fuimos dejando
de lado las importaciones por las trabas que nos fueron poniendo para traer
productos de afuera. El problema no eran solo las SIRA y los plazos de pago,
sino también la falta de continuidad”, explicaron en el sector. Unas horas después de que se conociera el anuncio de las
importaciones, el propio Caputo salió a defender la medida en su presentación
en el summit anual de la AmCham. “Hay que dar un empujoncito para que las
cadenas tengan un poder de negociación con los productores y les digan, si me
traés precios de lista más alto, llévatelos, importo”. Preocupación de la UIA
La UIA, en tanto, comunicó que considera la medida “un trato
desigual” para la industria. “Mientras los productores nacionales deben pagar
en 4 cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la
fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos
y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días. ÁMBITO |