Por José Calero - En medio de uno de los ajustes más feroces
que se recuerde desde principios de siglo en la Argentina, la pregunta que se
hacen ahora los mercados, el mundo empresarial y hasta el FMI es qué
herramientas tiene el Gobierno para atenuar la recesión en curso, y si
Javier Milei podrá cumplir su pronóstico de que esta caída de la economía será
en "V", es decir, con una rápida recuperación, o en realidad será en
"U", como estima por ahora la mayoría de los especialistas.
Atento a la delicada situación social que atraviesa la
Argentina, con casi seis de cada diez personas en la pobreza, el Fondo Monetario le pide al Presidente seguir atendiendo a los sectores
más vulnerables, incluidos los jubilados, que siguen perdiendo
ingresos frente a la inflación.
Para Milei, la
recesión será corta: el mercado duda
La difusión del dato de precios de la Ciudad de Buenos Aires, apenas por encima
del 14%, sumó optimismo en el campo libertario, donde Milei ya anticipó
que el costo de vida de febrero estuvo en el 15%.
Orlando Ferreres, uno de los mayores expertos en datos sobre
la economía real, confirmó a
Ferreres explicó que "si hay que mejorar el tipo de
cambio se aceleraría la inflación. Por eso me parece que la recuperación
no será tan en V, sino una especie de U", dijo, y alertó:
"Cuando la actividad cae, el desempleo aumenta".
Según el último informe del instituto ESEADE, hasta el
momento se han observado tres políticas de shock: fiscal, monetario y
cambiario. "Lo que el mercado se pregunta es cuál va a ser finalmente
el plan de estabilización", señaló el reporte de esa entidad.
En febrero, el Gobierno mantuvo la reducción de gasto
público con recortes en jubilaciones, obra pública, subsidios y transferencias
a provincias. Aún así, todo indica que Luis Caputo no podrá repetir el
superávit fiscal de enero. A pesar de que un estudio de la consultora Analytica
indicó que el mes pasado el gasto primario real devengado tuvo una caída del
37,1% en términos interanuales.
Aún así, y pese a los fuertes recortes de los gastos
vinculados a jubilaciones, asignaciones familiares y provincias, en
febrero las cuentas de la administración pública nacional cerraron con un
déficit financiero de $186.635 millones por los pagos de intereses de $1,1
billones (en especial al FMI), de acuerdo a las cifras de la Oficina de
Presupuesto del Congreso (OPC). El desequilibrio fiscal no fue mayor porque se
computaron $ 206.024 millones como ingresos de rentas del Fondo de Garantía y
Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS. Según la OPC, hubo "retrasos en algunos
programas de gastos" y deudas no canceladas en el mercado de electricidad.
En este escenario tan negativo, la gran duda es qué
herramientas tiene el Gobierno para revertir un cuadro recesivo que parece ir
para largo. Para cumplir la recuperación rápida en "V" de la que
habla Milei, la economía debería dejar de caer y empezar a recuperar como mucho
en dos meses.
Qué puede hacer el
Gobierno para incentivar la recuperación
Por ahora, todo indica que es muy poco lo que puede hacer el
Ejecutivo para reanimar la economía, o al menos evitar que se siga hundiendo.
Una de las recetas clásicas, la baja de tasas de interés, está en estudio
y podría concretarse pronto. Pero otras estrategias, como incentivar el
crédito para el consumo y la producción, aparecen como poco probables.
Es que el consumo tardará más de lo previsto en recuperarse,
teniendo en cuenta que los usuarios están fuertemente endeudados y echando mano
de los ahorros en dólares del colchón para llegar a cumplir con sus
compromisos.
A esto se suma que la banca tiene poco margen para otorgar
créditos con estos niveles altísimos de tasa de interés. Tampoco parece haber
entre los bancos un apetito por incentivar los préstamos para el consumo,
cuando le pueden dar dinero al Tesoro con una cobertura antidevaluación, como
ocurre en la actualidad.
La suba de tarifas prevista para las próximas semanas, como
ocurre con la electricidad y el transporte, también conspira contra los
bolsillos de los consumidores.
A esto se suman nubarrones en el frente laboral. El
INDEC informó una caída del 12% en la industria y del 21% en la
construcción. Son dos de los sectores que más mano de obra generan. Desde
el sector empresarial advierten, además, que el rechazo a las iniciativas
impulsadas por el gobierno para alentar la contratación de personal y reducir
la litigiosidad laboral, van a contramano de la generación de empleo.
La mayoría de las consultoras especializadas en seguir las
variables del mercado laboral estiman que este año no habrá generación de
puestos de trabajo.
Con el fin de bajar la presión sobre los sectores
productivos, el Banco Central, a instancias del Gobierno, podría bajar las
tasas de interés. Sería una forma de tratar de canalizar fondos hacia las
actividades más ligadas a la mejora de la producción.
Pero para aplicar otras herramientas el Gobierno tiene
prácticamente las manos atadas. Apenas apelar a los formadores de precios para
pedir que frenen con las remarcaciones, como lo hizo el ministro de Economía con los fabricantes de alimentos, bebidas y
artículos de limpieza. El próximo paso sería sentarse a conversar
con los productores agropecuarios y los supermercadistas. Todas medidas con
gusto a poco, cuando el poder adquisitivo se licúa a toda velocidad mientras
los precios siguen yendo por el ascensor y los ingresos por la escalera. IPROFESIONAL |