Por Daniel Aprile - Al comenzar la segunda jornada de la muestra a
campo en San Nicolás, aún resuenan las palabras de Javier Milei en cuanto al futuro de la economía. La
posible dolarización y el fin del cepo quedaron
dando vueltas en la mente de los productores, que son los que en definitiva
deben verse tentados a comercializar su producción. Ese es el primer paso para
que lleguen los tan deseados “dólares del campo”.
En un extenso discurso que duró más de una hora, el
Presidente hizo un repaso por su adolescencia, sus días en la primaria y en la
secundaria, recordó a alguno de sus docentes y habló de la economía del país.
"Hay que dejar de darle pescado a la gente y enseñarle
a pescar. Que cada uno esté en condiciones de aprender a tener su propio
alimento y autosustentarse. Cuando uno le regala el pescado es una rémora de la
esclavitud", destacó Milei y agregó que "la educación pública es un
mecanismo de lavado de cerebro" durante un pasaje de su discurso.
En ese contexto, Milei detalló que
“la libertad le va a permitir (al campo) volver a
ser el motor del crecimiento argentino” y agregó que “la idea es levantar
el cepo lo antes posible”.
Estas dos afirmaciones no pasaron desapercibidas ya que todo
lo vinculado al cepo generó en los últimos días
incertidumbre en el corto plazo. Esa afirmación -que según habría dicho Milei en el auditorio se concretaría a mediados de
año- podría costarle muy caro al Gobierno a pesar de que para muchos implica ir
en el rumbo correcto.
El principal problema del anuncio acerca del levantamiento
del cepo se centra en que despierta más incertidumbre, en
un escenario macro al que no le cabe un problema mas.
Está claro que -una vez levantada la cosecha- los tenedores
de granos pondrán en el circuito comercial la menor cantidad de soja y
maíz posible, ya que la expectativa del acceso al dólar como pago por los granos abre una enorme
cantidad de ideas y propuestas a las que hoy el productor no tiene acceso.
En esto no hay un milímetro de dudas: con el actual tipo de
cambio y con la promesa de liberar el cepo no hay chances
de que se inicie la cadena comercial cuyo fin es la exportación y el
consecuente ingreso de divisas.
A todo esto hay que sumarle la caída de los precios
internacionales. Para comprender la gravedad del asunto, vale la pena observar
el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario,
que indica que las exportaciones agrícolas perdieron u$s 4.500 millones en los primeros dos meses del año
porque los commodities sufrieron un derrotero bajista, que deja a los precios
de exportación argentinos un 35 % por debajo de los que se registraban a la
misma altura del año pasado”.
Con este panorama, las exportaciones de granos, aceites,
harinas y derivados se proyectan en u$s31.300 millones para
la campaña 2023/24, con pérdidas que no sólo se miden en divisas sino también
en volumen por la ola de calor y la falta de lluvias sufridas
en la última semana de enero y el comiendo de febrero.
Tampoco podemos olvidar que durante varias semanas -ya
durante la gestión de Vilella- por una demora
en la resolución de un conflicto entre productores e industriales que se zanjó
con la creación del dólar exportador, no hubo prácticamente
ingresos por retenciones a las arcas del Estado. Un operador del mercado explicó a Ámbito que “durante ese tiempo, el país
perdió ingresos y eso fue una mala praxis del Gobierno”.
Retenciones y la pelea con las provincias
Tras el paso de varios gobernadores y del propio presidente
por Expoagro, son cada vez mayores las expectativas de cara al encuentro del
próximo viernes, en el que los gobernadores y los
integrantes del Poder Ejecutivo se verán las caras y tendrán que
plantear sus diferencias, frente a frente.
Mientras tanto, los referentes de las provincias agrícolas
más importantes del país plantearon sus diferencias con el Gobierno
nacional. Sergio Busso, ministro de Bioagroindustria de
Córdoba aseguró a Ámbito que “en este
nuevo envío (de la ley mnibus) no sabemos que va a pasar.
El fiscal es un capitulo que no tendría que estar porque hubo un rechazo
contundente de todo el interior. Este Gobierno vino a bajar impuestos y hasta
ahora no sólo no bajó ninguno sino que intento poner mas impuestos y
universalizar las retenciones a todo lo que se exporta”.
Quien también apuntó contra el primer mandatario fue Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario
de Buenos Aires. El funcionario del gobierno de Axel Kicillof aseguró a Ámbito que “a las dificultades
macroeconómicas, como la inflación, la desregulación de combustibles, etc. se
suma una tremenda incertidumbre política”.
Rodriguez criticó el
condicionamiento que puso el poder ejecutivo para la convocatoria del 25 de
mayo al amparo de una rápida sanción al paquete de leyes oportunamente
rechazado. Si bien el ministro del interior, Guillermo Francos negó
que eso vaya a ocurrir, nadie puede poner las manos en el fuego porque eso
suceda o no.
El funcionario bonaerense detalló que sólo ve “inacción” en
el área agropecuaria a nivel nacional y que “en estos tres meses no hemos visto
medidas concretas de cara a dar respuestas a los temas pendientes”.
Quizá el secretario Vilella necesite
más tiempo para comenzar a actuar sobre las cuestiones que le importan a los
productores, como por ejemplo la prorroga de una medida del gobierno anterior,
que impide acceder a los créditos que tienen tasas subsidiadas -incluso en
el Banco Nación- si es que retienen más del 5% del total de la
soja producida en sus campos. ÁMBITO
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