Por Maia
Jastreblansky - El gobierno de Javier Milei confirmó ayer que ofrecerá a los
mandatarios provinciales restituir el impuesto
a las ganancias para empleados en relación de dependencia, cuya eliminación
redujo sus ingresos coparticipables durante la gestión de Alberto Fernández. La
propuesta busca acercar posiciones de cara a la cumbre entre gobernadores y
funcionarios nacionales, que se realizará el próximo viernes.
Milei propuso el viernes pasado
acordar con los gobernadores un nuevo reparto fiscal a cambio de que apoyen en
el Congreso las leyes de desregulación de la economía. Y coronar el
entendimiento con el Pacto del 25 de Mayo, como denominó a un decálogo de propuestas
afines a la idea de equilibrio fiscal y liberalización de la economía.
La Casa Rosada confirmó que el
jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos,
serán los interlocutores de los gobernadores el viernes.
Restitución del impuesto a las
ganancias para recomponer la coparticipación federal e interlocución con
funcionarios de alto nivel (con los tomadores de decisiones). Esa es la letra
chica de la invitación del Gobierno hacia los gobernadores para comenzar un
sendero con la vista puesta en el “Pacto del 25 de Mayo”. Es el inicio de un
camino de 80 días, tantos como los que Javier Milei lleva en el gobierno.
La primera reunión entre los
funcionarios nacionales y los gobernadores está prevista para pasado mañana en
la Casa Rosada, en un horario a definir. Habría otros encuentros la semana
próxima con aquellos mandatarios que no puedan estar en Buenos Aires por temas
de agenda. También, con los jefes de bloque del Congreso. Los mandatarios
provinciales venían reclamando diálogo con altos funcionarios nacionales, Milei
incluido, tras la primera experiencia con el debate de la “Ley de bases” en
sesiones extraordinarias. En aquel momento, además de Francos, los
interlocutores de la Casa Rosada con el resto de la política fueron el vicejefe
de Gabinete, José “Cochi” Rolandi (articulador técnico del contenido del
proyecto), y el asesor Santiago Caputo (estratega político del Presidente),
además de otros enlaces, como el secretario de Relaciones Parlamentarias, Omar
Di Marchi.
El Gobierno dio una señal el
lunes, cuando el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis
Caputo, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, mantuvieron una reunión
iniciática del nuevo proceso político que pretende culminar con un gran acuerdo
nacional en mayo y que tendrá como escala obligada el tratamiento de la nueva
“Ley de bases” junto con el paquete fiscal.
Este viernes, a los gobernadores
los recibirán Posse –que hasta ahora había actuado como un gerente interno del
gabinete y ahora tendrá su primer gran careo político– y Francos. Caputo, que
tiene la última palabra sobre la caja, en principio no estará. El ministro de
Economía tiene previsto viajar hoy a última hora a la asamblea anual del BID,
que culmina el domingo.
Si bien su ausencia podría
decepcionar a algunos gobernadores, en la Casa Rosada dicen que la de esta
semana será la primera reunión de varias. La presencia del Presidente no está
confirmada. “Javier podría pasar a saludar, incluso sentarse, pero no va a
estar en el intercambio chiquito”, advirtió un funcionario al tanto de la
estrategia política.
Impuesto a los ingresos
Respecto del contenido, Francos
confirmó en las últimas horas que la carta de negociación del Gobierno será la
restitución de los fondos coparticipables a través del impuesto a las
ganancias. “Es un pedido de los gobernadores que los ayudemos a solucionar sus
problemas fiscales, y en ese sentido nosotros vamos a plantear la puesta en
vigor otra vez del impuesto a los ingresos”, dijo el ministro en Expoagro.
Luego, en diálogo con LN , dijo que “fundamentalmente” la recomposición de los
recursos girados a las provincias será a través de una mayor recaudación de ese
tributo.
En el Gobierno dicen que todavía
no está definido cuál será el nuevo mínimo no imponible del gravamen que pesa
sobre los ingresos y sobre el salario. Tampoco cómo serán las nuevas escalas.
Solo está definido que esa será la vía para restituir los fondos que las
provincias perdieron cuando se votó, en plena campaña electoral, la ley
impulsada por Sergio Massa que hizo que 800.000 asalariados dejaran de pagar el
tributo.
La gestión de Milei no desconoce
el impacto que puede tener esta decisión en la clase media, pero la
coparticipación de otro gravamen, como el impuesto PAIS, está descartada, dado
que el Presidente quiere levantar el cepo cambiario y cualquier impuesto que se
coparticipe luego sería muy difícil de retirar.
El 24 de enero, la gestión de
Milei había enviado al Congreso un proyecto de ley para revertir la reforma de
Massa sobre el impuesto a las ganancias. La iniciativa, denominada “ley de
impuesto a los ingresos personales”, contemplaba un mínimo no imponible de
1.350.000 pesos de salario bruto y una actualización trimestral de las escalas
por el índice de precios del consumidor (IPC). Pero días después el Gobierno la
retiró del Parlamento, junto a todo el paquete fiscal contenido en la ley
ómnibus.
Sin embargo, en las últimas horas
en el Gobierno aseguraban que no está definido repetir los montos que figuraban
en aquel proyecto de enero. “Nosotros no estamos diciendo que se repiten esos
números”, dijo una fuente oficial. Es decir, aún no delimitaron quiénes lo
pagarán ni cuál será el impacto en el bolsillo.
La estrategia parlamentaria
tampoco está totalmente definida. La idea en principio es que el Congreso
trate, por un lado, el corazón de la “Ley de bases” (todo lo referido a
desregulaciones, promoción de inversiones, reforma del Estado y delegaciones de
facultades) y, por el otro, un proyecto con el acuerdo fiscal, donde además de
Ganancias figurarían el blanqueo de capitales, la moratoria y otros capítulos
impositivos, como el régimen para pymes y Bienes Personales. Serían dos
proyectos de ley donde el Gobierno y los gobernadores se llevarían cada uno lo
que quiere.
Sin embargo, algunos en la Casa
Rosada señalan que se podría tratar todo en una gran iniciativa para asegurar
que los capítulos que son de interés del Presidente se voten a libro cerrado,
sin mayores trabas.
Todo terminará de tomar forma en
el intercambio con los gobernadores. “No hay nada hasta que no se converse con
ellos”, reconoció un colaborador oficial. Un funcionario dijo a la nacion: “Con
lo que pasó en las sesiones extraordinarias hubo un aprendizaje para el
Gobierno, pero también para los gobernadores, que terminaron de entender que a
Milei no le tiembla la mano si tiene que recortar los giros a las provincias.
Ahora empieza una negociación con mayor volumen político”.
Hoy, sin embargo, todos los
responsables de las carteras económicas de las provincias están citados a una
reunión con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman.ß LA NACIÓN |