Por Jaime Rosemberg - Con el horizonte del 25 de mayo
demasiado cercano por la cantidad de disputas aún abiertas y el recelo de los
gobernadores, el presidente Javier Milei encomendó al jefe de Gabinete, Nicolás
Posse, y a los ministros Guillermo Francos (Interior) y Luis Caputo (Economía)
que aceleren la estrategia para volver a impulsar una “parte sustancial” de la
ley ómnibus y el paquete fiscal, además de avanzar en el cronograma de
reuniones con los mandatarios, por grupos y por regiones, para firmar el
acuerdo de 10 puntos bautizado Pacto de Mayo.
Francos negó ayer que el pedido de aprobar la ley ómnibus y
el pacto fiscal sea la condición excluyente para la reunión de Córdoba, pero en
la Casa Rosada esperan acelerar en el Congreso la aprobación, primero, de las
facultades delegadas, la nueva fórmula jubilatoria y las privatizaciones, y en
segundo lugar, el paquete fiscal, que incluye la reversión del impuesto a las
ganancias.
Sin tiempo que perder, el presidente Javier Milei pisa el
acelerador en dos direcciones, ambas anunciadas el viernes en el fuerte
discurso con el que dio por iniciadas las sesiones legislativas ante el
Congreso.
Con el aval presidencial, y según pudo saber la nacion, el
jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y los ministros Guillermo Francos (Interior) y
Luis Caputo (Economía) se reunirán hoy para comenzar a delinear la estrategia
con la que volverán a buscar la aprobación de una “parte sustancial” de la
denominada “Ley de bases” (retirada durante su debate en particular en la
Cámara de Diputados) y el paquete fiscal.
Mientras tanto, el objetivo es avanzar al mismo tiempo en la
convocatoria a los 24 gobernadores, representantes de partidos políticos y
expresidentes para la proyectada firma de un acuerdo de diez puntos, bautizado
por el Presidente como Pacto de Mayo, con premisas como el equilibrio fiscal,
reformas tributaria, laboral, política y previsional, reducción del gasto
público, una discusión de la coparticipación federal y la inviolabilidad de la
propiedad privada.
En su discurso del viernes, Milei afirmó que había dado la
orden a los tres funcionarios “de que, como primer paso antes de firmar el
Pacto de Mayo, convoquen a los gobernadores de todas las provincias argentinas
a la Casa Rosada para firmar un preacuerdo y sancionar tanto la ‘Ley de bases’
como un paquete de alivio fiscal para las provincias”.
Enseguida, el mandatario destacó que “sancionadas ambas
leyes, como muestra de buena voluntad, podremos empezar a trabajar en un
documento común” basado en 10 principios, a ser firmados en Córdoba en el nuevo
aniversario del primer gobierno patrio.
Ayer, Francos desmintió que el pedido de aprobar la ley
ómnibus y el pacto fiscal sean una condición excluyente para la reunión de
Córdoba, una estrategia que en la oposición calificaron de extorsiva para con
los mandatarios provinciales. En algunos despachos se mostraron menos flexibles
que el ministro.
“El pacto es algo superior a una ley. El tratamiento de la
‘Ley de bases’ exhibió un desacuerdo entre el Gobierno y los diputados. Tenemos
que llegar a un acuerdo fiscal entre la Nación y las provincias. Si tenemos
estas herramientas, podemos acelerar el proceso de desarrollo”, dijo el titular
de la cartera de Interior a Radio Mitre.
Cerca del ministro agregaron a este diario que “no se trata
de bajarle el precio al pacto, todo lo contrario, en el camino hacia el pacto
tenés esas dos leyes, que el Gobierno vería como un buen gesto si se aprueban”,
explicaron desde un importante despacho de la planta baja de la Casa Rosada.
Tal como publicó la nacion, la idea del Gobierno es lograr
primero la aprobación de una parte de la voluminosa ley ómnibus (o “Ley de
bases”). En particular, la que contiene las desregulaciones en la economía, la
posibilidad de avanzar en privatizaciones de empresas públicas, las facultades
delegadas para el Poder Ejecutivo –un punto en el que para Milei no debe haber
marcha atrás– y un nuevo sistema de cálculo para las jubilaciones y pensiones.
“Hay muchos temas ahí que los gobernadores están pidiendo, como la explotación
minera y de gas”, explicaron fuentes oficiales.
Ganancias, el paso siguiente
Luego, en el paquete fiscal, el Gobierno buscará insistir en
la reversión de la cuarta categoría de Ganancias, eliminada por impulso del
ministro de Economía Sergio Massa durante la campaña electoral del año pasado.
“El Gobierno está entregando bonos para complementar el
haber jubilatorio. Entre los temas que pedimos tratar junto a la ‘Ley de
bases’, está la fórmula de las jubilaciones. El impuesto a las ganancias estuvo
siempre y fue un error quitarlo, existe en todos los países. Está dentro de los
temas a tratar. Cuando se derogó, con fines meramente electoralistas, lo que se
hizo fue desfinanciar a las provincias. Está previsto tratar Ganancias”, dijo
Francos en la misma entrevista radial.
Más allá del apoyo que ya dieron algunos gobernadores
aliados, como el entrerriano Rogelio Frigerio, el mendocino Alfredo Cornejo y
el porteño Jorge Macri, los mandatarios provinciales oscilan entre la necesidad
de negociar con el Gobierno y la desconfianza.
“Así como el Gobierno dice que es innegociable el equilibrio
fiscal, los gobernadores decimos que es innegociable e irrenunciable la defensa
del federalismo”, afirmó el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz (ver aparte). El
sábado, Francos había prodigado elogios al gobernador de Mendoza, quien afirmó
en el contexto de la Fiesta de la Vendimia que el llamado presidencial “es
música para nuestros oídos porque la Argentina, por su diseño constitucional
federal, necesita, sí o sí, un pacto entre las provincias y la Nación”.
Sin definir una postura pública, varios de los mandatarios
alineados con el kirchnerismo (el bonaerense Axel Kicillof, el formoseño Gildo
Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el pampeano Sergio Ziliotto) se muestran
reacios a aceptar la convocatoria, que se haría en grupos y por regiones, con
el objetivo de “tratar las demandas específicas” de cada zona del país.
Distinta es la postura de otros gobernadores peronistas,
como el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil, con mayor
predisposición a dialogar con el Poder Ejecutivo y obtener beneficios para sus
provincias, en un contexto de discusión interna en el PJ nacional y un
liderazgo en los hechos aún vacante.ß
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