Por Mariano Boettner - Desde San Pablo,
Brasil - El Gobierno y el FMI podrían iniciar reuniones
técnicas en las próximas semanas para analizar si es viable un programa
financiero nuevo, pudo saber Infobae de fuentes oficiales. Algunos
temas en discusión en la agenda están relacionados a los próximos pasos de
política económica del Gobierno, como qué ancla nominal darle a la
economía en la próxima etapa del plan económico del Poder Ejecutivo, cuánto
fondos nuevos podría enviar Washington para reforzar las reservas del
Banco Central ante una salida del cepo cambiario y un
descongelamiento del ritmo de devaluación del dólar oficial.
La chance de un programa financiero nuevo apareció en Buenos
Aires con la visita de la subdirectora gerente Gita Gopinath, continuaron
con Kristalina Georgieva este miércoles en San Pablo, donde se realiza la
cumbre de ministros de Economía y banqueros centrales del G20 y, se espera,
comenzarán a tomar forma entre Buenos Aires y Washington en las próximas
semanas. En el Poder Ejecutivo aseguran que hay margen de negociación
hasta noviembre -cuando termina el esquema de desembolsos del programa
actual- pero fuentes oficiales sugieren que hay espacio para
una resolución mucho más rápida.
Para llegar a un acuerdo el Gobierno necesitará consenso
técnico y apoyo político. En la agenda técnica los planes que tenga el equipo
económico para los próximos meses serán materia de discusión. El FMI cree que
el Banco Central debería acelerar el ritmo de crawling peg (devaluación
del dólar oficial) y que debería pasar a un esquema de tasas de interés
real positivas. En el Gobierno lo descartan porque implicaría,
aseguran “un piso más alto para la inflación y necesitamos bajarla lo más
rápido posible”.
La idea de que el Fondo Monetario otorgue dólares
adicionales al Banco Central es una posibilidad cercana, que podría estar
vinculado a una salida del cepo cambiario. En el equipo económico
consideran que un desarme de los controles cambiarios no necesariamente
implique una estampida contra las reservas porque por la caída de la base
monetaria “no hay pesos”.
Gita Gopinath, número dos del FMI, junto al ministro de
Economía de Argentina, Luis Caputo, tras un encuentro de trabajo en Buenos
Aires.
Si bien no arriesgan una cifra, creen que lo ideal antes de
una medida de esa naturaleza es que el colchón de reservas muestre, al menos,
un nivel de reservas netas en terreno positivo. Cuando se inició el
Gobierno de Milei las arcas internacionales eran de más de USD 10.000
millones negativas. La discusión con el FMI también versará sobre cuál
será el ancla nominal para los próximos meses. El Gobierno es más proclive en
utilizar al tipo de cambio, pero para eso necesitará la plata del Fondo
como reaseguro.
“Todo lo que viene ahora es 100% técnico, si hay alguna
diferencia es cuando va a aparecer la negociación política”, indicó una
fuente oficial. La Casa Rosada necesitará apoyos en el directorio del Fondo
Monetario y ya comenzó a hacer alguna aproximación a los votos más relevantes
en el board. Esta tarde se reunirá con la secretaria del
Tesoro norteamericano Janet Yellen. Francia e Italia, aseguran en la
delegación, son más cercanos a la posición argentina y Alemania, una tradición,
suele ser más duro en sus posturas.
“Háganse de aliados”, le pidió Georgieva a Caputo de cara a
la negociación técnica. El ministro de Economía argentino buscará tener de su
lado al Banco Mundial, que preside Ajay Banga, con quien también se verá
este jueves en San Pablo. Quienes hablaron con Caputo en las últimas horas
aseguran que el ministro vería con buenos ojos un programa “menos gradual” que
los últimos firmados con el organismo.
Caputo va ahora en dirección a una segunda etapa del
programa económico que inauguró en diciembre con las medidas de emergencia
como la devaluación del tipo de cambio, el descongelamiento de precios, el
aumento del impuesto PAIS, la reducción de la deuda comercial importadora a
través de la emisión de bonos en dólares por parte del Banco Central y un
ajuste inmediato del gasto público. En esta segunda etapa, el Gobierno -y el
FMI- ya tienen identificado el camino a seguir: la eliminación de
controles cambiarios. Está en discusión aún el timing, pero hay
consenso en que para eso necesitará el BCRA un colchón de divisas que el Fondo
Monetario podría aportar.
En el Poder Ejecutivo volvieron a mirar con especial
atención a aquellos fondos que quedaron sin desembolsar del acuerdo Stand
By de 2018, que suman USD 12.000 millones. Para algunos
conocedores de la dinámica y el pensamiento del Fondo, la vigencia del Extended
Fund Facility (EFF) desde marzo de 2022 dejó vetusto ese programa y no
estaría, así, al alcance de la mano del Gobierno. INFOBAE
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