Por Eduardo Menegazzi - Mientras la relación con los
mandatarios provinciales sigue envuelta en tensiones, el Gobierno de Javier Milei piensa
en cómo seguir recortando gastos en el Estado en busca del equilibrio fiscal,
al que considera un elemento indispensable para que la economía argentina
mejore. El vocero presidencial Manuel Adorni volvió a ponerlo en evidencia en
su conferencia de prensa de esta mañana cuando ratificó que “todo lo que
sea transferencia discrecional, va a ser recortado”.
Las transferencias de este tipo son las que se realizan por
cuestiones políticas, sin que exista una ley que obligue a hacerlas efectivas.
Por eso es uno de los objetivos a los que apunta el Presidente. Los
gobernadores se resisten a este ajuste, el enfrentamiento se tornó inevitable
y llegó a la Justicia. El primer conflicto
fue con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien se enojó por la
quita en lo referido al transporte y a la educación, a lo que se sumó una deuda
por la coparticipación.
Luego, con la eliminación del Fondo de Fortalecimiento
Fiscal para la provincia de Buenos Aires a través de un
decreto, el conflicto se profundizó, generando la reacción en este
caso del gobernador Axel Kicillof. Y son muchos los que se adhirieron a esos
reclamos.
“Las transferencias discrecionales se están dejando de
hacer. Esos fondos van a desaparecer de la Argentina en estos momentos donde
efectivamente no hay plata, no hay recursos y donde la premisa de equilibrio
fiscal o de déficit cero es inamovible. Sólo se va a transferir lo que la ley
obliga a la Nación a transferir”, expresó esta mañana Adorni. “Todo lo que
sea discrecional va a ser recortado. Esto ya lo ha dicho el ministro (Luis)
Caputo”, agregó. En Balcarce 50 no hay todavía mayores precisiones sobre cuáles
serán los fondos que se restringirán próximamente.
Manuel Adorni, el vocero presidencial, ratificó que el
Estado Nacional seguirá recortando el envío de partidas discrecionales a las
provincias
En 2023 las transferencias discrecionales significaron el
8,5% de lo que recibieron las provincias. Sumaron casi 2 billones de pesos
y los distritos más favorecidos con su distribución fueron Buenos Aires,
La Rioja, Chaco y Santa Cruz.
Según fuentes de la Casa Rosada, en el primer mes de este
año las erogaciones en ese rubro se redujeron un 98%. Hubo 12
jurisdicciones que no recibieron ni un peso. En muchas provincias estas
reducciones que los gobernadores utilizan para afrontar rubros tan diversos
como los pagos a la policía, los docentes, los jubilados o diversos compromisos
financieros pegó muy fuerte y puso al borde del colapso a sus finanzas.
El ministro Caputo lo había advertido un par de días de
después de asumir su cargo en Economía. “Vamos a reducir al mínimo las
transferencias discrecionales del Estado Nacional a las provincias, recursos
que lamentablemente en nuestra historia reciente se han usado como moneda de
cambio para intercambiar favores políticos para hacer política”, manifestó el
funcionario el 12 de diciembre.
Según un estudio del Instituto de Estudios Económicos
sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) un 80% de las
transferencias discrecionales se destinan al pago del Fondo de Incentivo
Docente (FONID), Aportes del Tesoro Nacional (ATN), aportes de la ANSES a las
cajas de jubilaciones provinciales que no se traspasaron a la Nación y al Fondo
de Fortalecimiento Fiscal bonaerense. Entre otros también figuran los
destinados a la Promoción de Infraestructura Hidrocarburífera, Desarrollo de
Obras de Infraestructura Hídrica, Estímulo a la Producción de Gas Natural,
Emergencia para Catástrofes o Emergencias Climáticas, Mejora Integral de
Asentamientos Fronterizos, Apoyo al Desarrollo de Obras de Saneamiento y Agua
Potable, Asistencia Financiera para Infraestructura Penitenciaria y Abordaje
Comunitario “Abrazar Argentina”.
Como informó Infobae en diciembre de 2023, de
acuerdo a un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf),
durante la gestión de Alberto Fernández solamente hubo cinco
provincias con incremento en los recursos por transferencias
discrecionales: San Luis (196,2% de aumento real), Buenos
Aires (130,7%), Santa Cruz (53,3%), Chaco (30,8%)
y La Rioja (17%), todas políticamente alineadas con la Casa Rosada en
ese período.
Todas las demás provincias sufrieron caídas en las
transferencias discrecionales. La más perjudicada en el período analizado
fue Córdoba, con 75,5%. Además, 4 de las 5 gobernaciones que más
“perdieron” en ese reparto de fondos estaban enroladas en la oposición:
Córdoba, la del peronismo no kirchnerista con Juan Schiaretti al
frente, Mendoza y Jujuy, (ambos de la UCR que formaba parte de
Juntos por el Cambio, y Neuquén, con Omar Gutiérrez, del Movimiento
Popular Neuquino, un partido provincial.
En la Rosada insisten en que en este momento donde abundan
las aspereza el diálogo con los gobernadores igualmente sigue abierto “con
quien quiera dialogar” y en ese marco hubo reuniones con Leandro Zdero
(Chaco) y con Gustavo Sáenz (Salta) que visitaron el despacho del titular
de Interior, Guillermo Francos.
Mañana por la mañana también esperan que otro mandatario
provincial se acerque a intercambiar opiniones con Francos. También está
previsto que este fin de semana, durante la Fiesta de la Vendimia, en Mendoza
-que se extenderá entre el 1 y 4 de marzo- haya una charla con el radical
Alfredo Cornejo. INFOBAE
El Gobierno acelera a fondo para apuntalar el superávit
fiscal: los recortes que se vienen
Por José Calero - La motosierra no para, se multiplica. Ese es el espíritu de época que
atraviesa la Casa Rosada por estas horas. Desde la mañana,
cuando el vocero Manuel Adorni, intenta instalar temas en agenda y
sale a responder las críticas. El objetivo es achicar el gasto a como dé lugar.
El presidente Javier Milei asegura que hay cientos de miles de millones de
pesos que se mueven en forma subterránea por los bolsillos de la
"casta", y que una vez que los verifique los eliminará sin
contemplaciones.
La semana arrancó con la eliminación del Ministerio de
Infraestructura, una cartera sobre la que Milei dudó hasta último
momento y que nació maldecida por las sospechas presidenciales sobre la obra
pública, caballito de batalla en todos los gobiernos kirchneristas, y por las
que un fiscal acaba de pedir 12 años de prisión para Cristina Kirchner en la
causa Vialidad. El gabinete queda en ocho carteras, con Luis Caputo a cargo del
manejo de la mayoría de los fondos. Solo Sandra Pettovello tendrá presupuesto
de cierta magnitud para hacer lo que pueda en materia de asistencia social.
Es posible que Milei siga apelando a recortes y resoluciones
de impacto. Ya anunció que avanzará con un proyecto de ley para el cierre del
INADI. Hay otros dos organismos en la mira. Y en forma reservada, analiza otra
movida fuerte: podría anunciar pronto el cierre de la agencia
Télam, cabecera de playa del kirchnerismo en los últimos 20 años. Mauricio
Macri la intentó achicar, echando a unos 170 trabajadores. A los pocos meses la
Justicia le falló en contra, debió reincorporarlos y casi ninguno devolvió lo
que había cobrado por indemnizaciones. Negocio redondo para muchos.
Télam tiene 770 empleados y en 2023 tuvo gastos
previstos por 18.000 millones de pesos. En 2024, al no haber publicidad
oficial, se quedó sin el manejo estratégico de la pauta, que el kirchnerismo
utilizó como herramienta de disciplinamiento de algunos medios.
El ajuste, eje del
Gobierno
El ajuste forma parte del núcleo central del Gobierno. Milei
apuesta a equilibrar las cuentas como sea. Luis Caputo no deja lugar a
dudas, y así se lo explicó a la número dos del FMI, Gita Gopinath, durante
su paso por la Argentina. "El ancla del programa es fiscal, no tengan
dudas de eso. Vamos a intentar repetir el superávit en febrero", le dijo
el ministro de Economía.
Gopinath le consultó por el frente social, y le dijo que era motivo de preocupación sobre la sustentabilidad
del modelo. Caputo admitió que hubo algunos ruidos en las primeras
semanas porque se detectaron muchas irregularidades en el cobro de planes y en
la distribución de comida en los casi 45 mil comedores que hay en el país. Pero
le aseguró que eso se está encaminando y adjudicó las protestas a
intermediarios que se quedaron sin el negocio de los planes.
Pettovello, por su parte, trabaja para normalizar a más
tardar la semana próxima la llegada de comida a 10 mil comedores del
conurbano, cuya demanda está sobrepasada porque cada vez se suman más familias
de clase media al pedido de alimentos.
En el Gobierno están exultantes porque, aseguran, el Fondo
se comprometió a aportar lo que haga falta para garantizar que no haya
tensiones sociales exacerbadas. Incluso se habría puesto sobre la mesa la
posibilidad de un desembolso de 5.000 millones de dólares y la discusión de un
nuevo programa para la Argentina. Milei todavía duda sobre que eso sea
necesario. Estima que para marzo-abril la cosecha dejará unos 10.000 millones
de dólares en el Banco Central. Eso y el superávit fiscal le permitirían llegar
a mitad de año con opciones para decidir la apertura del cepo cambiario
reclamada por el mercado financiero.
En el marco del manejo de la caja, también salió fortalecido
Nicolás Posse, el jefe de Gabinete, que quedó a cargo de Corredores Viales
SA, Agua y Saneamientos SA (AySA) y la Administración General de Puertos
(AGP). También de las competencias relacionadas a telecomunicaciones
-incluida la licitación del 5G, que podría aportar más de 1.000 millones de
dólares-, y de los servicios de comunicación audiovisual, desarrollo satelital
y postales.
Además, el gobierno avanzará con un nuevo recorte de
empleados en el Estado Nacional, que contemplará las dependencias públicas
centralizadas. La decisión es reducir aún más la cantidad de puestos
en la administración pública nacional. Desde que llegó al poder el nuevo
presidente achicó más de 7.000 cargos en el Estado. La intención
es no renovar los contratos que se vencen en marzo en toda la
administración pública. La medida alcanza a dependencias y ministerios, e
incluye un nuevo recorte de horas extras y la eliminación de choferes y
autos en dependencias donde aún no se hizo ese recorte. En esa línea se
eliminó el absurdo programa de millas que le daba premios en pasajes a los
propios funcionarios, y que venía costando más de 1.000 millones de pesos
anuales.
El plan de 'shock' fiscal emprendido por Milei
arrancó en enero con un sorprendente resultado superavitario en las cuentas
públicas, a fuerza de un drástico recorte de gastos y de los efectos de la
elevadísima inflación en las partidas presupuestarias. El presidente ratificó
que "la motosierra y la licuadora, que son los pilares del ajuste, no se
negocian".
Los efectos de su plan de shock ya se vieron, y
con contundencia, en enero: en el primer mes del año hubo superávit primario
récord de 2 billones de pesos (2.345 millones de dólares), equivalente al 0,2 %
del PIB. El resultado financiero (después del pago de intereses de la deuda)
fue positivo en 518.408 millones de pesos (604 millones de dólares),
equivalente al 0,05 % del PIB, el primer superávit financiero desde agosto de
2012, según ha destacado el propio Gobierno.
La importancia del
efecto licuadora para el Gobierno
El efecto licuadora es clave: el gasto creció 114,6 % interanual pero,
por efecto de la inflación (254,2% interanual en enero), cayó en términos
reales un 39,4%. En enero se concretó el mayor recorte real interanual del
gasto público de los últimos 30 años. Con ingresos iguales que en 2023, toda la
mejora del resultado fiscal fue explicada por la reducción del gasto, según el
instituto IARAF.
Los gastos que más se redujeron en términos reales
fueron jubilaciones, subsidios a la energía, inversión real directa y
transferencias totales a provincias, cuatro ítems que, en conjunto,
explican el 70% del total ahorrado. En gastos corrientes, el mayor ajuste se
dio en las transferencias a las provincias (-72 % interanual real, acrecentando
la tensión con los gobiernos provinciales) y en los subsidios económicos (-64
%), principalmente a la energía (-77,2 %) y el transporte (-17 %). Por su parte,
las jubilaciones sufrieron una caída real interanual del 38 %, mientras que
también hubo un descenso en términos reales en las asignaciones familiares
(-29,3 %) y en otros programas sociales (-23 %), alimentando también el
malhumor social.
Pero el mayor ajuste estuvo en el gasto de capital, con
una caída real del 86%, y se tradujo en un corte casi total de los giros a
provincias para energía, transporte y vivienda, mientras que para educación y
para agua potable y obras de alcantarillado hubo una reducción del 96 % real
interanual.
El recorte le pegó fuerte a la obra pública: el 80%
quedó fuera de combate. También hubo licuadora en salarios estatales y
subsidios energéticos, entre otras partidas. La suma de las partes rondó aquí
impresionantes $2 billones o alrededor de u$s2.380 millones al tipo de cambio
oficial.
La puja con las
provincias
Está claro: si hace falta tocar algo serán los recursos que
van de la Nación a las provincias, incluidos aquellos que atienden actividades
esenciales, como la educación y el transporte público de pasajeros. Ya se vio
con la decisión de cobrar de inmediato una deuda de Chubut por unos
$13.800 millones, que desató un conflicto de gravedad constitucional que deberá
dirimir seguramente la Corte Suprema. También en la decisión de cortar el fondo
que Alberto Fernández le había concedido al gobierno de Axel Kicillof, restando
recursos a la Ciudad de Buenos Aires.
Además, Milei desactivó el fondo que financia parte de
los salarios docentes provinciales, un paquete que en 2023 representó
$333.000 millones y que, en los hechos y benefició sobre todo a la provincia de
Buenos Aires que se quedó con el 32% del total.
Aunque ahora enfrentado a algunas trabas judiciales, el
Presidente también irá adelante con el pase a retiro del sistema que subsidia
el transporte automotor de pasajeros en el interior del país. La mira
está puesta, nuevamente, en el gasto público nacional y más precisamente en la
porción que en una torta de $102.000 millones le toca a los recursos que maneja
la Casa Rosada.
En este marco de ajuste, Caputo acaba de anunciar
que desde marzo el aumento a los jubilados será del 27,18%, o sea, en
línea con la fórmula que viene aplicándose y corriendo siempre de atrás a la
inflación, cuestionada por todo el mundo pero en un punto funcional al plan
fiscal del Gobierno. Con el argumento de que se busca "proteger el poder
de compra" de las jubilaciones, Caputo agregó a la medida un bono de
$70.000 que regirá entre marzo y mayo. Ese combo no recupera ni de cerca la
pérdida del poder de compra del 32,5% que el golpe de enero les pegó a las
jubilaciones. Un ejercicio hecho por especialistas del Iaraf calcula que para
que la jubilación mínima de marzo no pierda poder de compra respecto de la de
marzo de 2023, el bono que refuerza el aumento debería ser de $ 170.000, y la
inflación no pasar del 3% promedio mensual durante el período que va de marzo a
mayo.
Desplome de los
salarios
Un informe de Carlos Pérez, director de la Fundación
Capital, incorpora al cuadro el desplome de los salarios. Advierte que en
diciembre el ingreso real de los trabajadores formales, o sea, registrados y
bajo paritarias, tocó los mínimos desde la crisis de 2002, y añade que los
privados acumulan siete años consecutivos barranca abajo. En materia de
paritarias hay desde acuerdos por diez meses que ya en el primero se abren para
que entre un plus a cuenta, hasta convenios móviles atados al movimiento de la
inflación y marcados por el poder de fuego de cada gremio. Ganan bancarios,
aceiteros, petroleros, mecánicos y empleados de la alimentación.
Pierden unos 7 millones de trabajadores informales. Según la
Fundación Capital, perdieron ingresos por alrededor del 30% en diciembre y
siguieron sin levantar cabeza en enero. Son asalariados con sueldos que
apenas orillan el 50% de lo que cobran quienes están en blanco y que hace rato
entraron en la categoría de pobres. Eso explica la caída de entre 8 y 9 puntos
en el consumo durante febrero, según la consultora Scentia. Y un derrumbe
productivo generalizado en diciembre, dice la estadística del INDEC: desde
11,9% en industria y en electricidad, gas y agua, hasta 8,5% en el comercio
mayorista y minorista y 5,2% en la construcción coronaron el fin del último
ciclo kirchnerista.
La recesión es la cara más dura del ajuste en
progreso. Milei asegura que la economía evolucionará en forma de V, con
una caída abrupta y un rebote fuerte. Pero la magnitud del deterioro económico
es tan fuerte que empresas y consumidores dudan sobre ese pronóstico y temen
que se extienda el período de recesión por varios meses, lo que llevaría los
niveles de pobreza y desempleo a lugares impensados. IPROFESIONAL |