Enfrentado con el gobernador de Chubut por la retención de
fondos de la coparticipación, el presidente Javier Milei dispuso ayer otro
recorte, que afecta a la provincia de Buenos Aires: eliminó el Fondo de
Fortalecimiento Fiscal, creado en 2020 por Alberto Fernández con recursos
coparticipables retraídos a la ciudad de Buenos Aires. El vocero presidencial
dijo ayer que está en estudio si devolverán esos fondos a la Ciudad.
Por su parte, el gobernador Axel Kicillof denunció el “robo
de recursos” por el cual este año, según calculó la Oficina de Presupuesto del
Congreso, dejaría de recibir $873.765 millones, y anunció que acudirá a la
Corte Suprema para reclamar su devolución. Con otro decreto, el Presidente
ordenó desfinanciar un fondo con el cual se urbanizan barrios populares,
vinculado al dirigente Juan Grabois.
El frente abierto con Chubut tendrá también su derivación
judicial, luego de que el gobernador Ignacio Torres decidió reclamar los
$13.500 millones de la coparticipación retenida por la Nación ante la Corte.
Enfrentado con Chubut por los fondos de la coparticipación y
con la mira puesta en otras provincias que arrastran deudas, el presidente
Javier Milei dispuso ayer un nuevo recorte que afecta a la provincia de Buenos
Aires, que administra Axel Kicillof, quien ya advirtió que judicializará la
medida. En paralelo, mediante otro decreto, el jefe del Estado ordenó
desfinanciar un fondo fiduciario mediante el cual se urbanizan barrios
populares y que está vinculado al dirigente kirchnerista Juan Grabois.
De manera sorpresiva, Milei eliminó ayer el Fondo de
Fortalecimiento Fiscal de la provincia de Buenos Aires, creado también por un
decreto de la administración de Alberto Fernández –luego ampliado por una ley
del Congreso–, con el que buscó compensar en plena pandemia a la provincia en
el reparto de la coparticipación y que significó la quita de más de un 1% de su
porción a la ciudad de Buenos Aires. Solo durante este mes, la gestión de
Kicillof dejó de recaudar $40.000 millones por este recorte, según indicaron a
fuentes la nacion oficiales del gobierno bonaerense.
De acuerdo a un informe publicado ayer por la Oficina de
Presupuesto del Congreso, el impacto anual será considerable para los planes de
Kicillof: el organismo estimó en $873.765 millones la quita que padecerán las
arcas bonaerenses.
La reacción oficial se dio tras un reclamo de Kicillof ante
el ministro de Economía, Luis Caputo, por la falta de pago de más de $15.000
millones que asegura que le corresponden. La presentación la hizo el ministro
de Finanzas bonaerense, Pablo López, a través de una carta. Se solicitó el
“inmediato pago del saldo adeudado por noviembre y diciembre de 2023 y enero de
2024, relativo al Fondo para el Fortalecimiento Fiscal de la provincia de
Buenos Aires”, se precisó.
Sin embargo, ayer, a través del decreto 192/2024 publicado
en el Boletín Oficial, el Gobierno derogó el artículo 4° del decreto N° 735,
del 9 de septiembre de 2020, que creaba el Fondo de Fortalecimiento de la
provincia de Buenos Aires con el fin de “contribuir a sostener el normal
funcionamiento de las finanzas de la provincia”. En aquel entonces, Fernández
lo anunció a través de una cadena nacional en la que precisó que sería usado
también por el gobernador para pagar salarios de la policía bonaerense, que en
ese entonces llevó sus protestas hasta las puertas de la quinta presidencial.
El gobierno nacional justificó su decisión en que se realiza
“un ajuste necesario” amparándose en las facultades del Poder Ejecutivo y en lo
establecido en el megadecreto del 20 de diciembre pasado, que declaró la
emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal y administrativa,
entre otros sectores.
“El mencionado Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la
provincia de Buenos Aires afectó los intereses generales de la Nación en su
conjunto, privando al Estado nacional de recursos necesarios para el
ordenamiento de las cuentas públicas”, indicaron en los considerandos de la
decisión, que lleva las firmas del presidente Milei; el ministro de Economía,
Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Herencia y emergencia
En ese sentido, agregó que “ningún gobierno nacional ha
recibido una herencia institucional, económica y social tan crítica como la que
recibió la actual administración, por lo que es imprescindible adoptar medidas
que permitan superar la situación de emergencia creada por las excepcionales
condiciones económicas y sociales que la Nación padece, especialmente como
consecuencia de un conjunto de decisiones intervencionistas”.
Por lo tanto, justificaron: “Con la intención de solucionar
la enorme cantidad de problemas derivados de la herencia que la administración
saliente dejó a todos los argentinos, es necesario efectuar un ajuste fiscal en
el sector público nacional de cinco puntos del PBI”. En consecuencia, asegura
que “no hay solución alternativa a un urgente ajuste fiscal que ordene las
cuentas públicas”.
Desafiante, Kicillof decidió continuar con la disputa en la
Justicia con una medida cautelar ante la Corte Suprema (ver aparte). Además,
explora consensos entre los 23 gobernadores restantes para unificar un mensaje
en medio de la pelea por los recursos que mantienen con la Casa Rosada.
En otro decreto publicado ayer en el mismo Boletín Oficial,
el Gobierno modificó el impuesto PAIS, también creado en 2020, y en
consecuencia la asignación de fondos que hasta ahora eran designados al Fondo
de Integración Socio Urbana (FISU), la herramienta fiduciaria por la cual se
urbanizaban barrios populares y que quedó en medio de la polémica tras
descubrirse que esos recursos eran administrados por dirigentes sociales
ligados a Juan Grabois.
Se modificó la asignación específica del 30% que estaba
establecida en el inciso “b” del artículo 42 de la ley Nº 27.541, de
solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia
pública. El artículo 2 original de la mencionada ley establecía que un 70% iba
a financiar los programas a cargo de la Administración Nacional de la Seguridad
Social (Anses) y las prestaciones del Instituto Nacional de Servicios Sociales
para Jubilados y Pensionados (Inssjp) y el 30% restante se repartía entre obras
de infraestructura económica que recibían el 65%, un 30% para el FISU y el 5%
restante para fomento del turismo nacional.
A partir del decreto publicado se reordenaron los valores y
en consecuencia el 30% destinado al FISU se disminuyó al 1%, mientras que se
amplió el recibido por las obras de infraestructura económica al 94%. El otro
5% continúa siendo para el fomento del turismo nacional.
Según los números a los cuales accedió la nacion, el FISU
manejó $480.611.383.294,59 durante los últimos cuatro años, pero solo concluyó
el 6% de la obras asignadas. Este, al igual que otros fondos fiduciarios
investigados por el Gobierno como una “caja negra de la política”, se convirtió
en uno de los objetivos de Milei y Caputo para recortar gastos del Estado.
El FISU, vinculado a Grabois, lo administró Fernanda Ramona
Miño, quien ayer se reunió con Sebastián Pareja, nuevo titular de la Secretaría
de Integración Socio Urbana por disposición de Milei, según informó la agencia
Télam. |