Por Mariano Boettner - Las dos principales autoridades del
Fondo Monetario Internacional coincidirán esta semana en San Pablo, Brasil, con
el ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del Banco
Central Santiago Bausili, en la continuidad de la nueva etapa de relación
entre el Poder Ejecutivo y el organismo. Y tendrá lugar en medio de las
versiones sobre tratativas para un acuerdo nuevo, que podría incluir nuevo
financiamiento aunque desde el Gobierno y el FMI buscaron remarcar que por el
momento es una charla preliminar.
La directora gerente Kristalina Georgieva y la
subdirectora Gita Gopinath, que hasta el viernes estuvo en Buenos Aires,
formarán parte de la cumbre de ministros de Economía y presidentes del Banco
Central del G20 en esa ciudad brasileña, el centro financiero e industrial de
la economía más grande de América Latina. La agenda paulista de ese foro de
naciones comenzó este lunes y se extenderá hasta el viernes, pero el foco
estará puesto en el miércoles y jueves. La delegación argentina que comandarán
Caputo y Bausili -junto al vicepresidente del BCRA Vladimir
Werning- viajarán el martes y regresarán el viernes a Buenos Aires.
El secretario de Finanzas Pablo Quirno participará de actividades
desde el martes.
El Fondo Monetario tiene previsto, en ese marco, presentar
un informe de actualización de su visión de la coyuntura económica
global para los países que integran el G20. Ese reporte, anticipado este
lunes, planteó que “la posición cíclica de los países del G-20 ha demostrado
ser más fuerte de lo previsto anteriormente, ya que hasta ahora la
desinflación se ha desarrollado sin desencadenar una recesión y las
economías de mercados emergentes han demostrado una mayor resiliencia. De cara
al futuro, se espera que la política monetaria se relaje un poco en 2024″ y
anticipó un soft landing (aterrizaje suave) de la economía del
G20 que ralentice la actividad pero que permita evitar una recesión.
La delegación argentina que comandarán Caputo y Bausili
viajarán el martes y regresarán el viernes a Buenos Aires. El secretario de
Finanzas Pablo Quirno participará de actividades desde el martes
“Con la recuperación económica sobre una base más
firme, los riesgos para las perspectivas están más equilibrados. Por el
lado positivo, el crecimiento mundial podría ser mayor de lo esperado si el
ritmo de desinflación es más rápido de lo previsto y se adelanta la
flexibilización monetaria, o si la consolidación fiscal es más gradual de lo
previsto inicialmente”, plantearon los economistas del FMI.
Gita Gopinath, al ingresar a la Casa Rosada para reunirse
con Javier Milei el jueves pasado.
Sobre la Argentina, el informe hace una mención en
particular, y no con la mejor perspectiva. Está relacionada al índice de
inflación que el Fondo Monetario proyecta para la economía argentina para todo
2024 y cómo ese número termina por impactar (subiendo el promedio) en el
cálculo general de los países que integran el G20. La Argentina será la única
economía de ese grupo que experimentará una marcada recesión (-2,8% de caída
del PBI) y además será la única que tendrá dos años seguidos en
retroceso. Otras que mostraron caídas al cierre de 2023 (como Alemania con
-0,3% o Arabia Saudita con -1,1%) tendrán recuperaciones este año.
Y respecto a la inflación, el FMI planteó que el número
promedio esperado para la Argentina será de 253,4%, con mucha distancia la
economía más inflacionaria del G20, seguido por Turquía (54,5 por
ciento). La Argentina forma parte del reducido grupo de países del G20 que
tendrá este año más ínflación que en 2023, junto
con China, Rusia y la propia Turquía.
“En la actualización de enero del informe WEO, la inflación
general para las economías del G-20 se estima en 6,5 por ciento en 2024, con
proyecciones de inflación general para 2024 rebajadas para las economías
avanzadas del G-20 y revisadas al alza para las economías de mercados
emergentes y en desarrollo del G-20 (a cuenta de los acontecimientos en
Argentina)”, mencionó el informe del Fondo Monetario.
Las conversaciones que de manera presencial sostuvieron el
ministro Caputo y la subdirectora gerente Gopinath se mudarán esta semana a San
Pablo. En el Palacio de Hacienda no confirmaron, por el momento, si habrá una
reunión bilateral particular entre el ministro de Economía y Georgieva, más
allá de los contactos técnicos que suelen ser ininterrumpidos entre Buenos
Aires y Washington.
Uno de los ejes que asomó como novedad durante la visita de
Gopinath a la capital argentina fue la posibilidad de negociar un acuerdo
nuevo. Desde el Gobierno y luego desde el propio Fondo Monetario se apuraron en
plantear que son conversaciones preliminares, y evitar ingresar en
detalles sobre qué tipo de préstamo Argentina estaría en condiciones de
solicitar. El actual programa Extended Fund Facility (EFF)
terminará -en su dinámica de desembolsos para cubrir los vencimientos del Stand
By Agreement de 2018- en septiembre de este año. El repago propiamente dicho de
los USD 45.000 millones comenzará en 2026 y se extenderá hasta 2032.
Kristalina Georgieva asistirá a la cumbre de ministros de
Economía del G20 en San Pablo y coincidirá con Luis Caputo. REUTERS
En ese marco, el presidente Javier Milei hizo una
referencia al respecto en una entrevista televisiva este domingo que podría dar
alguna pista de qué alternativas podría explorar la Casa Rosada. “Hoy tenemos
un programa que es fragmentado, se había accedido durante la presidencia de
(Mauricio) Macri, pero está capeado el monto, no se puede ir sobre ese monto
original que son USD 57.000 millones de los que están
desembolsados USD 45.000 millones. Deberíamos para hacer algo así ir a
otro programa y si bien Argentina muestra un encuadramiento fiscal y monetario
impresionante que les cuesta asimilar a las autoridades del Fondo, hay que
analizarlo y determinar las condiciones, no es cuestión de levantar plata
porque sí”, dijo el jefe de Estado.
La Argentina será la única economía de ese grupo que
experimentará una marcada recesión y además será la única que tendrá dos años
seguidos en retroceso. Otras que mostraron caídas al cierre de 2023 (como
Alemania y Arabia Saudita) tendrán recuperaciones este año
“Si decidiéramos ampliar el crédito con el Fondo Monetario
debería estar vinculado a una reforma estructural muy importante”, planteó
ante La Nación . En el mercado se especula, en ese sentido, si un
respaldo financiero adicional del Fondo no podría ser utilizado para
instrumentar una salida del cepo cambiario o, directamente, una dolarización de
la economía. En todo caso, una acción que implique un programa nuevo con el FMI
requiere, por ley, la aprobación del Congreso.
El FMI ofrece un amplio menú de posibilidades de
financiamiento a través de sus programas, que incluye además de los
recientes adoptados por la Argentina (que son los más antiguos en el estatuto
del Fondo), otros más modernos como Flexible Credit Line (creado
en 2009), que tiene una duración de entre 1 y 2 años sin condicionalidades pero
que está dirigido a países con “muy fuertes fundamentos” económicos; la Precautionary
and Liquidity Line, similar al anterior pero con requerimientos de
políticas económicas menos exigentes; Rapid Financing Instrument,
que tiene un límite de montos bajo (150% de la cuota de cada país, unos USD
6.300 millones) y Short-Term Liquidity Line, creada el año pasado.
Para el ex director argentino ante el FMI, Héctor
Torres, las opciones son limitadas para la Argentina. “Nos queda un nuevo EFF,
un SBA (que el Gobierno podría tomarlo en forma
‘precautoria’, es decir tenerlo disponible pagando un mínimo fee pero
no pedir el desembolso, algo así como un back up a mano para
que el mercado sepa que lo tenemos por si las moscas”, dijo. En ese sentido,
descartó a los programas más novedosos implementados por el FMI porque o bien
la Argentina no podría calificar por falta de políticas estructurales o bien
tienen un alcance corto. INFOBAE |