Por Santiago Escobar - El año
pasado fue de jugosas ganancias para los
inversores gracias al conjunto de acciones tecnológicas conocido
en el mercado como “Las 7 magníficas" (Apple, Meta, Microsoft, NVIDIA, Amazon, Alphabet
y Tesla). Estos rendimientos no solo impulsaron al G7 techno, sino que también influyeron positivamente en los
demás índices bursátiles, e hicieron pasar desapercibido el desempeño menos
favorable del resto de los componentes del S&P 500.
Si bien el índice accionario cerró recientemente por encima
de los 5.000 puntos por primera vez en su historia, gran parte de esa buena
performance estuvo muy concentrada en esas siete
empresas, lo que hace pensar que puede haber una burbuja a la vista, al estilo de la que se dio en el año 2000, con
las llamadas "puntocom" y el auge de Internet.
Ahora, la protagonista sería la inteligencia artificial.
Por ello, surge la duda entre los inversores sobre si esta
tendencia continuará en 2024, en cuyo caso, sería una buena opción mantener la
estrategia actual, o si lo que conviene es virar hacia las "small
caps" o explorar nuevas alternativas. La segunda opción sería
para eso de no quedar tan expuesto y teniendo en cuenta que jugadores de peso,
como Warren Buffett, Bill Gates, y Jeff Bezos, están
vendiendo papeles de las siete magníficas, lo
cual, por lo menos, debería ser una señal.
De las "7 magníficas", cinco superaron las expectativas en
términos de ganancias por acción (EPS) y otra presenta
resultados esta semana, Nvidia. A pesar de esto,
las reacciones del mercado a sus informes trimestrales fueron variadas, destacándose casos como los de Apple y Microsoft, que
cedieron tras su presentación de balance, y de Meta, que anotó un
récord en Wall Street tras ese evento. La lectura que hizo el
mercado complica la tarea de aquellos que buscan interpretar la dirección
de las grandes empresas tecnológicas a partir de sus resultados financieros.
En un hito histórico, el S&P 500 alcanzó los 5.000 puntos por primera vez gracias
al impulso proporcionado por algunas empresas destacadas dentro del compuesto
de las 500 mayores empresas de EEUU. Específicamente, Nvidia y Meta lideraron este ascenso, registrando aumentos
superiores al 30% cada una en lo que va del año.
Panorama para las Big tech: algunas pistas y dudas
En un informe enviado a clientes durante el fin de semana,
el asesor financiero, Gastón Lentini, expone que en
2024, existe un ambiente de incertidumbre económica, con algunas expectativas
de menor crecimiento y “preocupaciones sobre la posibilidad de un
resurgimiento de la inflación”, similar a la década de 1.970 en EEUU o,
incluso, comparado con la Gran Depresión de
1928-1929.
“Se señala una correlación significativa de 0,94 entre la
situación actual del S&P500 y la mencionada crisis
histórica”, sostiene el documento. Por supuesto que no se puede afirmar que el desenlace será idéntico,
por lo que Lentini reitera la importancia de estar alerta a las caídas bruscas,
“especialmente en empresas que están en sus máximos o cercanos a
ellos”, como sucedió con Tesla, que experimentó
una pérdida del 33% en menos de un mes.
El documento destaca la tendencia codiciosa
del mercado en EEUU que, contrasta con la venta masiva de acciones
por parte de grandes inversores, sugiriendo cierta precaución. Se destacan las
ventas de Bezos y Gates en acciones de sus respectivas compañías y, de
Buffet, también, pues, vendió acciones de Apple, una empresa que
ha sido parte integral de su cartera durante décadas.
“Así como las empresas recompran sus propias acciones cuando
consideran que el precio es bajo, al menos yo, si fuese el dueño de una
cotizante y creo que las acciones están caras, vendería algunas”,
desliza Lentini.
¿Conviene seguir comprando las siete magníficas?
“A pesar de que las grandes tecnológicas han superado
notablemente a otras empresas en el mercado, esta tendencia va de la mano con un mejor desempeño en sus ganancias”,
explica en declaraciones a Ámbito Martín Przybylski,
Portfolio Manager de Consultatio Financial Services.
Y agrega que, este aumento en las ganancias por acción (EPS)
ha evitado una disminución en el índice en el último año. Estas empresas no solo exhiben márgenes netos que duplican a
otras en el S&P 500, “sino que también se espera que experimenten un
crecimiento de ingresos en 2024, que es cuatro veces mayor que el promedio del
resto de las compañías del índice”, sostiene Przybylski.
El analista agrega que, además, estas Big Tech están
inmersas “en un sector que está experimentando las mayores disrupciones
tecnológicas de la última década”, como el crecimiento de la nube y
la inteligencia artificial, cuyas primeras etapas apenas se
están vislumbrando, por lo que puede ser un sector que todavía tiene mucho potencial para dar y ganancias por
delante.
Por su parte, Federico Victorio,
co-founder de Inversiones Andinas (IA), explica
a este medio que para este 2024, la sugerencia es ser “algo más
prudente en cuanto a sumar exposición a Big Tech”. Esto, porque “muchas
de sus valuaciones quedaron elevadas”. De hecho, en 2023, el sector tech fue el encargado de empujar los índices americanos,
dado que representan casi un 30% del marketcap total del
S&P500.
“En este contexto de valuaciones elevadas, priorizamos la prudencia para sumar exposición a este sector”,
advierte Victorio. En una perspectiva a largo plazo, el analista de IA
recomienda invertir en grandes nombres como Microsoft, Google, Meta o
Mercado Libre, eso sí, “manteniendo un porcentaje
prudente en la cartera”.
Sin embargo, en un análisis táctico actual, desde Inversiones Andinas ponderan estratégicamente
sectores "value", "small caps" y, para
perfiles más audaces, sectores "emergentes". “En
estos activos, observamos valuaciones atractivas y una relación riesgo/beneficio interesante para nuestros
portafolios de 2024”, asegura Victorio.
Las Big tech, ¿una burbuja a la vista?
Recordemos que la burbuja de "las
puntocom" hace referencia al lapso de 1997 a 2000, caracterizado
por un notable aumento en los valores económicos de las empresas vinculadas a
Internet. Este crecimiento desmesurado condujo a una burbuja
económica que resultó en la quiebra de numerosas firmas.
Al ser consultado al respecto, Przybylski
de Consultatio sostiene que la situación “solo se parece en que existe
una concentración muy alta en pocas empresas (las 7 magníficas) que
componen cerca del 30% del índice S&P 500, como también sucedía en los años
2000".
Sin embargo, explica que las valuaciones en aquel entonces
no solo eran mucho más altas, sino que, además, hoy en día “se espera que el crecimiento de las ventas sea muy superior al que
se dio en aquellos años entre las compañías más grandes”, con lo cual
cuando uno ajusta esos múltiplos por el crecimiento de ganancias esperado, “la
diferencia con la época de las puntocom es aún mayor”.
Victorio concluye que, con
relación a similitudes con la burbuja de las puntocom, “si lo miramos por
valuación estrictamente, se podría decir que vemos
algunos ratios similares”. No obstante, advierte que no es que proyecten un panorama de crisis “catastrófica” al
respecto. Pero indica que hay que tener prudencia prudencia y, en ese
sentido, se inclina más hacia la renta fija, agregando algo de riesgo de
manera progresiva a las carteras. Esto se debe a que el bróker mantiene
un criterio de prudencia con el equity en general, al
menos hasta el segundo semestre, donde haya más certidumbre
sobre las tasas de interés. ÁMBITO
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