Por Ailén Vila, Con la colaboración de nuestros
corresponsales - El inicio de las clases peligra en casi todo el país después
de que se agudizó la pelea entre el Gobierno y las provincias por la quita del
Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), un componente del salario de los
maestros que aporta por ley la Nación.
El freno en el reparto del Fonid puso en alerta a los
gremios de alcance nacional, que condicionan el comienzo del ciclo lectivo a su
regularización y a la convocatoria por parte del Gobierno para fijar el piso
salarial de referencia para las paritarias provinciales. El monto actual es de
$250.000.
Frente a esta amenaza, el secretario de Educación, Carlos
Torrendell, tiene previsto convocar esta semana a los sindicatos para abrir una
negociación. Además, el presidente Javier Milei evalúa decretar a la educación
servicio esencial para neutralizar de esa manera el efecto de una eventual
huelga docente.
El inicio de las clases peligra en casi todo el país luego
de que el gobierno nacional anunciara que no enviará el dinero del Fondo
Nacional de Incentivo Docente (Fonid) a las provincias y ratificara que las
paritarias tendrán que ser administradas por sus autoridades locales. Se trata
de un coletazo más del tenso enfrentamiento que mantiene la gestión de Javier
Milei con los gobernadores después del fracaso en el Congreso del proyecto de
la denominada ley ómnibus.
Solo en cuatro de los 24 distritos estaría garantizado el
comienzo del ciclo lectivo, según pudo averiguar
de fuentes oficiales provinciales la nacion y sindicales. Se
trataría de Misiones, Santiago del Estero, Entre Ríos y Mendoza. En provincias
como Tierra del Fuego, Chaco, Chubut y Santa Fe es donde más incierto resulta
el inicio y en muchos casos la resolución del conflicto está condicionada a lo
que se defina a nivel nacional entre la Casa Rosada y los gremios con
representación en todo el país. Las negociaciones se encuentran en pleno
proceso y continuarán esta semana en busca de una solución que hasta hoy se
anticipa lejana.
La discusión tiene una arista nacional y una provincial para
los 23 distritos y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por un lado, el problema
macro gira en torno al Fonid, que cubre entre el 10% y 15% de los salarios de
los docentes en el país, y el Fondo de Compensación Salarial Docente, que busca
compensar en aquellas provincias que no alcanzan a cubrir el valor del salario
mínimo docente, que es hoy de $250.000. Este último cubre a Catamarca, Chubut,
Corrientes, Jujuy, La Rioja, Misiones y Santiago del Estero, de acuerdo con los
últimos registros de 2023. Desde diciembre el Gobierno dejó de transferir a las
provincias el dinero del Fonid, como también los aportes de Conectividad y
Material Didáctico y el Fondo de Infraestructura, según denunciaron por carta
los 24 ministros de Educación provinciales.
Sobre la base de estas decisiones y de que el Gobierno no
quería convocar a la paritaria nacional es que Sonia Alesso, secretaria general
de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), advirtió que las
clases no se iniciarán a menos que la Nación envíe los fondos y convoque a la
negociación salarial. Las señales del Gobierno son confusas: mientras que el
Ministerio de Capital Humano y el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguran
que llamarán a paritaria nacional, el presidente Javier Milei negó que el Poder
Ejecutivo vaya a intervenir. La amenaza de un paro nacional parece cada vez más
real y hasta podría oficializarse mañana en una cumbre que tendrán los cuatro
gremios docentes enrolados en la CGT y que a veces actúan en tándem con la Ctera.
posicionamiento de los cinco gremios nacionales –la Ctera,
la Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Asociación del Magisterio de
Enseñanza Técnica (AMET), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) y
la Confederación de Educadores Argentinos (CEA)– influye en la decisión de
algunas provincias de iniciar las clases, mientras que otras priorizan el
diálogo local a la hora de tomar acción.
La situación en las provincias
En la ciudad de Buenos Aires, la gestión de Jorge Macri
avanzó en un acuerdo salarial y llevó el salario inicial a $743.000. Tiene
previsto definir aumentos escalonados por inflación. Sin embargo, la UTE, el
gremio mayoritario porteño, y Ademys, referenciado en la izquierda, condicionan
el inicio a lo que se resuelva en la paritaria nacional y a la pulseada entre
la Nación y las provincias por el Fonid.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel
Kicillof, advirtió que reclamaría ante la Justicia la regularización de
partidas atrasadas si los envíos no se normalizan estos días. Desde el entorno
del gobernador aseguran que, si hay paro nacional, se verá afectado
directamente el inicio de clases, que está previsto para el 1° de marzo. Aun
así, de no ser nacional, “no tendrán problemas a nivel provincial para iniciar
las clases”.
Aunque aseguran que no podrán cubrir el porcentaje
correspondiente al Fonid –que representa $14.500 millones cubiertos por la
provincia el mes pasado–, el gobierno hizo un ofrecimiento del 20% de aumento
salarial y los gremios que integran el FUDB lo aceptaron para que los docentes
puedan cobrar los primeros días de marzo. Aun así, la propuesta es sin sumas
nacionales, sin Fonid ni conectividad. En el Sindicato Unificado de los
Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires aseguran que la
semana que viene harán asambleas para presionar. Es el gremio de Roberto
Baradel, que reapareció después de cuatro años de letargo por su alineamiento
con la gestión kirchnerista.
Todo indica que en Santa Fe no se iniciarán las clases el 26
del mes actual. Tanto es así que el ministro de Educación de Santa Fe, José
Goity, declaró que “no podía garantizar el inicio”. Según la Asociación de
Magisterio de Santa Fe (Amsafe), el gobierno local desconoció el acuerdo
paritario de la gestión anterior. “Nos tenían que pagar un 36% de aumento en el
salario de enero y nos dijeron que no lo iban a pagar”, sostuvo su secretario
general, Juan Pablo Castiello. En Rosario, realizaron una concentración el
viernes pasado y la incertidumbre es tal que no se empezó a discutir la
paritaria de 2024.
En Córdoba, el gobierno provincial les alcanzará una
propuesta a los docentes el lunes. Los maestros piden recomponer los 10 puntos
de inflación que perdieron en las paritarias de 2023 y negocian un aumento en
2024. El Fonid también es importante en la propuesta.
En Mendoza el gobierno y los gremios docentes llegaron a un
acuer
do salarial: un incremento del 15% en febrero y el mismo
porcentaje en marzo, más un bono de $90.000, que es no remunerativo y no
bonificable. Además, a partir de marzo, el salario mínimo garantizado pasa de
$250.000 a $290.000. En el plenario, el Sindicato Unido de Trabajadores y
Trabajadoras de la Educación resolvió movilizarse ante la presencia de
cualquier funcionario nacional que visite la provincia para la Fiesta Nacional
de la Vendimia. Sobre el inicio de clases el 26 de febrero, explican que estará
atado a lo que resuelva la Ctera.
En Tierra del Fuego las clases no se iniciarían el 1° de
marzo a menos que el gobierno provincial presente otra propuesta salarial. La
inicial –de aumentos de 12,5% en enero, 10% en febrero y 10% para marzo– fue
rechazada.
En Chaco el inicio de clases será el 4 de marzo, aunque la
pelea nacional podría alterar los planes. El Sindicato de Trabajadores de la
Educación del Chaco (Sitech) rechazó iniciar el ciclo lectivo hasta tanto no se
resuelva la pulseada por los giros del Fonid. En La Rioja, los docentes se
niegan a iniciar las clases a menos que haya un aumento salarial, y allí los
gremios provinciales están fuertemente alineados con lo que definan a nivel
nacional la Ctera y la UDA. En Chubut esperan definiciones para hoy, cuando
tengan la reunión de paritaria. Aun así, la Asociación Trabajadores de la
Educación de Chubut condicionó el acuerdo a lo que resuelva la Ctera a nivel
nacional. En la provincia, un docente inicial y sin antigüedad no llega hoy al
salario mínimo docente, ya que cobra $195.548.
Tras la llegada de Rogelio Frigerio a la gobernación de
Entre Ríos, los gremios se encuentran en un proceso de consolidación del
diálogo y acercamientos constructivos. El primer paso se tradujo en una
recomposición salarial en enero del 18% y una asignación fija de $25.000. De
esas conversaciones surgió el primer encuentro paritario a inicios de febrero.
El segundo encuentro será hoy y en la Asociación Gremial del Magisterio de
Entre Ríos (Agmer) son optimistas. Aun así, peligra el inicio de clases el 26
de febrero principalmente porque la Agmer adheriría a la postura de la Ctera.
En Formosa, La Pampa y Corrientes el panorama es similar y
habrá esta semana negociaciones. Lo mismo ocurre en Jujuy, que abre hoy las
conversaciones con los gremios locales. En Salta el panorama es el mismo,
aunque los gremios ya pidieron atrasar el inicio de clases del 26 de febrero al
4 de marzo para continuar el diálogo.
En Tucumán y Neuquén, donde comienzan las clases el 1° y el
4 de marzo, respectivamente, las negociaciones empiezan esta semana. En
Catamarca, los gremios se reunieron con el Ejecutivo el viernes pasado, cuando
se les planteó una oferta salarial de 25,5% para cerrar diciembre de 2023,
además que la provincia se haga cargo del Fonid y Conectividad. Desde la
Asociación de Trabajadores de la Educación de Catamarca (Ateca) consideran que
esto representa un avance y las clases comenzarían la semana próxima.
En Santa Cruz, los docentes pidieron la continuidad de la
cláusula gatillo y una recomposición paralela a esta que lleve el sueldo del
recién ingresante a los $500.000. Hay además conflicto en puerta en San Juan y
Río Negro, cuyas administraciones provinciales buscarán destrabar la situación
con nuevas reuniones con los sindicatos. Misiones es una de las provincias
donde el inicio de clases el 4 de marzo no parece un problema, ya que el
gobierno local y los gremios avanzan en un acuerdo. Sucede lo mismo en Santiago
del Estero. |