Sábado 17
- Por Maia Jastreblansky - El Gobierno anunció ayer la eliminación de
fondos fiduciarios por 2000 millones de dólares. “El presidente Milei decidió
eliminar determinados fondos fiduciarios. Entendemos que carecen de
transparencia y son parte de lo que denominamos ‘cajas de la política’”,
anunció el vocero, Manuel Adorni. En una primera etapa, se eliminarían nueve.
El manejo de los fondos fiduciarios fue uno de los puntos
que marcaron la caída en Diputados del proyecto de ley ómnibus. Milei había
adelantado el martes, en una entrevista con LN , su decisión de avanzar con
esta medida por decreto.
Los fondos fiduciarios son 29 y concentran un presupuesto
anual cercano a los $1,5 billones, casi un 2% del producto bruto interno (PBI)
del país, según datos estimados por la Secretaría de Hacienda, del Ministerio
de Economía de la Nación. Están destinados, en su mayoría, a financiar obras
públicas específicas o a subsidiar energía y transporte.
El Gobierno inauguró ayer la “mesa técnica” de funcionarios
y asesores que encarará un plan B para avanzar por otras vías con las reformas
y desregulaciones que estaban plasmadas en la fracasada “Ley de bases”, más
otros proyectos que están en el tintero de los equipos del presidente Javier
Milei y que aún no vieron la luz.
Según pudo saber LA NACIÓN en la Casa Rosada, entre las
primeras iniciativas que abordó la mesa figura la eliminación de los fondos
fiduciarios, a la que el presidente Milei considera una “caja negra” de la
política argentina. En una primera etapa serán desactivados, por decreto, nueve
fideicomisos.
Tal como publicó este diario, los fondos fiduciarios
concentran un presupuesto anual cercano a los $1,5 billones, cerca de 2 puntos
porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI), según datos de la Secretaría de
Hacienda y de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Aunque la falta de transparencia con la que se manejan esos
fondos hace que se trate de cifras estimativas. De hecho, entre los pocos datos
oficiales disponibles resalta que 24 fideicomisos transfirieron
1.025.816.922.615 pesos durante los primeros nueve meses de 2023.
El presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo,
los pusieron en la mira tras el fracaso de la ley ómnibus en el Congreso, en
medio de una fuerte controversia con los gobernadores provinciales, que reciben
parte de los fondos y, en algunos casos, reclaman abiertamente su continuidad.
Los fondos en revisión están destinados a la construcción de
viviendas familiares o “de Infraestructura Hídrica”, a la “Integración Socio
Urbana”, el “Manejo del Fuego”, la “Estabilización del Trigo Argentino”, el
“Desarrollo Provincial” o la “Recuperación de la Actividad Ovina”, entre otros.
Si bien los trabajos de la “mesa técnica” están en una etapa preliminar, en la
Casa Rosada anticipan un cambio de estrategia: ya no habrá un “proyecto
ómnibus”, sino una batería de decretos y “varios proyectos de ley puntuales”.
Pero la eliminación de los fondos fiduciaros aparece como un asunto clave para
el gobierno libertario, que está embarcado en un fuerte ajuste del gasto
público.
Nueva estrategia
Después de la experiencia fallida en sesiones
extraordinarias, el Poder Ejecutivo definió volver a enviar iniciativas y
activar el Congreso en el período ordinario, desde el primero de marzo. “Los
legisladores van a pasar bastante tiempo debatiendo”, anticipó un colaborador
oficial horas después de la primera reunión de equipo. Esto es así porque el
Gobierno quiere avanzar con todas las reformas posibles vía decreto (o a través
de resoluciones simples plausibles de ser publicadas en el Boletín Oficial),
pero en muchos casos se topa con materias que sí o sí deben regularse por ley.
Con los fondos fiduciarios, que es algo que Milei quiere
eliminar con urgencia, ya hicieron la discriminación: habría al menos nueve
fondos que se pueden eliminar por decreto porque fueron creados de esa manera,
pero otros tantos deben pasar por el Congreso.
Pese a la premura del Presidente con este tema –el jueves se
especuló con una cadena nacional para anunciarlo que finalmente no prosperó–,
todavía queda un trabajo jurídico por hacer, según reconstruyó La Nación.
Es que el Gobierno no puede eliminar las funciones que
tienen los fondos fiduciarios (que en muchos casos son esenciales, como el
control del fuego). Se apunta en cambio a modificar el instrumento, que avala
el manejo de montos altísimos sin mayor control. Ayer, el portavoz Manuel
Adorni anunció que se van a eliminar “nueve fondos fiduciarios equivalentes a
2000 millones de dólares”, pero en rigor se avanzará con muchos más.
En el Gobierno no dan precisiones sobre los temas que
seguirán en agenda. Según pudo saber este medio, hay dos cuestiones de alta
sensibilidad que están sobre la mesa: jubilaciones (“se va a buscar un ajuste
por ley de la movilidad jubilatoria”, se limitó a decir un colaborador oficial)
y educación. En este último caso, el Gobierno tiene en carpeta declararla
“servicio esencial” en medio de los reclamos de las provincias y los gremios
por fondos nacionales y de una paritaria nacional para garantizar la recomposición
del salario docente y el inicio de clases.
Tal como anticipó La Nación, el Gobierno reanudó los
trabajos técnicos para avanzar por decreto con distintos puntos de la “Ley de
bases” que quedaron frustrados. Ayer a la mañana tuvo lugar una reunión de
equipo de la que participaron Federico Sturzenegger (uno de los padres intelectuales
del mega-dnu de Milei y de la ley ómnibus); José “Cochi” Rolandi (segundo de
Nicolás Posse en la Jefatura de Gabinete), el secretario de Legal y Técnica,
Javier Herrera Bravo, y el asesor presidencial Santiago Caputo, que tiene poder
de decisión en estrategia política.
El encuentro se extendió por 40 minutos. Los asesores
hicieron una puesta en común del trabajo técnico que venían realizando por
separado y definieron las primeras líneas de acción. En el Gobierno quieren
avanzar con otros proyectos de desregulación y de reformas del Estado
adicionales a todo lo que se conoció hasta ahora.
“Hay que acordarse de que en la “Ley de bases” y en el DNU
solo tocamos el 20% de lo que teníamos estudiado”, dijo un colaborador muy al
tanto del trabajo. “Hay temas de desregulación que pueden caminar por decreto o
regulación simple, así que estamos evaluando cada uno”, agregó otro importante
colaborador oficial. Agregó que, además, es posible que se retome sin pasar por
el Congreso el capítulo vinculado a la cultura.
“El sistema de subsidios del Incaa nos parecía bueno
modificarlo por ley, pero en rigor podemos hacerlo con la reglamentación propia
del instituto”, advirtió. Así, el Gobierno comenzó a desmenuzar el paquete de
reformas que quiso tratar todo junto y de forma urgente en los primeros días de
gestión. Se espera ahora un tratamiento “tema por tema”, con mucha actividad
vía decreto y proyectos de ley. LA NACIÓN |