Las exportaciones de crudo podrían llegar a 14.000 millones
de dólares adicionales en 2030.
Por Agustín Maza - La Argentina podría pasar de un déficit
de balanza energética de USD 600 millones en 2023 a un superávit de
USD 3.300 millones en 2024, según los números en los que se pusieron de acuerdo
el Gobierno de Javier Milei con el Fondo Monetario Internacional
(FMI). A ese resultado se llegará, principalmente, gracias a la sustitución de
importaciones de GNL por el pleno funcionamiento del Gasoducto
Néstor Kirchner de Vaca Muerta. Esa será una de las claves con las que el país
espera cumplir con su meta de acumulación de reservas pactada con el organismo.
Además, tal como había anticipado Infobae, la reversión
total del Gasoducto Norte recién está prevista para mediados de 2025.
Es por eso que este año habrá que importar más energía de la que estaba
prevista originalmente.
La información fue plasmada en el último staff
report del FMI sobre la séptima revisión del programa argentino en
donde, entre otros puntos, se realizaron proyecciones sobre los principales
números de la economía local. La estimación base del organismo incorpora pasar
de un déficit de balanza energética de USD 600 millones en 2023 a un superávit
de USD 3.300 millones en 2024, por una menor cantidad de importaciones de
energía.
“La finalización de las etapas iniciales del Gasoducto
Néstor Kirchner aumentó la capacidad de transporte nacional de gas a 11
millones de metros cúbicos por día en 2023. Se espera que la capacidad de
transporte se duplique en 2024 a 22 millones de metros cúbicos por día y
reduzca las importaciones de GNL en otros 3.500 millones de dólares, sujeto a
la finalización de las plantas de compresión”, consignó el organismo.
El FMI proyectó un superávit de USD 3.300 millones en la
balanza energética de este año.
Según G&G Energy Consultants, que
encabeza Daniel Gerold, este año el sector aportaría un superávit
comercial de unos USD 3.800 millones y podría casi duplicar ese saldo favorable en 2025,
a cerca de USD 7.500 millones. Se trata de un fortísimo contraste con los casi
USD 4.500 millones de déficit de la balanza comercial energética de 2022.
El informe del Fondo contempla que la finalización de la
segunda etapa del gasoducto y la reversión del flujo en el ducto Norte,
prevista para mediados de 2025, reduzcan las importaciones en otros USD 700
millones al año.
Tal como había publicado este medio, ante
el retraso en el proceso de licitación, el Gobierno avanzará en una reversión
parcial del Gasoducto Norte como estaba previsto para antes del invierno de
2024. La consecuencia en el freno de esta obra, clave para el abastecimiento
energético de siete provincias y la posibilidad de exportar fluido, será la
necesidad de comprar provisión de gas desde Bolivia y Chile,
además de electricidad de Yacyretá.
El viernes pasado la empresa Energía
Argentina llevó adelante la firma de los contratos con la UTE
Techint-Sacde para la construcción de los dos últimos tramos de la obra.
Los renglones 2 y 3 consisten en 100 km del gasoducto de integración Federal
Tío Pujio-La Carlota, de un diámetro de 36 pulgadas, que unirá el Gasoducto
Centro-Oeste con con el Gasoducto Norte, en la provincia de Córdoba.
El proyecto se completa con un loop (tendido
paralelo) al Gasoducto Norte en Córdoba de 62 km, la reversión de 4 plantas
compresoras de ese mismo ducto y los 22 km restantes del Gasoducto Tío Pujio-La
Carlota. Este renglón, el 1, había sido licitado pero se recibieron ofertas
bastante superiores a lo presupuestado y el Gobierno ahora avanzará en una
reversión “razonable”.
La reversión del Gasoducto Norte se retrasa hasta
2025.REUTERS
Potencial de crecimiento
Por otro lado, el FMI comentó que existe un potencial
significativo para fortalecer el balance energético en los próximos años ante
mayores exportaciones a los países vecinos una vez que se completen estas obras
mencionadas. “Según evaluaciones independientes, las exportaciones
de petróleo crudo podrían aumentar de manera constante desde
alrededor de 100 kbbl/d en 2023 a 900 kbbl/d en 2030, generando USD 14.000
millones adicionales en exportaciones al año. La exportación potencial de GNL
también ofrece importantes ventajas, aunque esto también requeriría una
importante inversión en infraestructura para construir terminales de
licuefacción”, mencionaron.
De todos modos, advirtieron: “Sin embargo, estas ambiciosas
cifras siguen estando condicionadas a un marco macroeconómico y regulatorio
adecuado para ayudar a cubrir un déficit de inversión estimado en USD 40.000
millones a mediano plazo”.
Por último, el informe del organismo hizo mención a los
objetivos que persigue la Secretaría de Energía con la desregulación que lleva
adelante. “En lo que respecta al sector energético, la alineación de los
precios minoristas de los combustibles con los precios internacionales, la
propuesta de eliminar el precio máximo interno del petróleo, junto con la
fijación de precios de los servicios públicos de electricidad y gas natural
basados en el mercado, respaldarán la inversión en las reservas de gas y petróleo
no convencional, impulsando posteriormente exportaciones. También se ha
presentado legislación al Congreso para fortalecer las regulaciones y mejorar
los incentivos para la inversión a largo plazo en energía y minería, incluidos
los metales verdes”, sostuvo. ÁMBITO |