Por Carlos Lamiral - En diciembre último,
entre la incertidumbre que trajo el cambio de gobierno y la implementación de
un nuevo modelo de gestionar las operaciones de comercio exterior, s olo el 17% de las
compras al exterior se pagaron a través
del Mercado Único y Libre de
Cambios (MULC).
Así lo indica un reporte de la consultora LCG sobre el
mercado de cambios del año pasado. Sostiene el trabajo que “en el MULC sólo se
pagó el 17% de lo efectivamente importado, explicado por la transición del
nuevo sistema de importaciones que impuso un cronograma de acceso
para la mayoría de los importadores”.
Se trata del nivel más bajo desde diciembre
del 2015. Según la serie histórica que compara el devengado (datos
informados por el INDEC en base a despachos de Aduana), contra el base caja
(pagos a través del mercado oficial) el punto más bajo anterior
había sido a mediados de 2019, con el 70%.
Desde marzo, cuando se pagó el 90% lo que se
compró al exterior, las ventas de dólares para importadores se desplomaron.
“Posiblemente esto vuelva a verse en enero,
pero comience a revertirse gradualmente en febrero con la
liberación de divisas para importaciones para algunos sectores”, plantea la
consultora. En el último mes del año pasado, se profundizó la tendencia
al endeudamiento de las empresas locales.
Cuál es la deuda de los importadores
Según datos de la Secretaría de Comercio, la
deuda registrada en el padrón especial que se habilitó a los efectos de planear
una salida ordenada, fue de u$s.42.600 millones, luego de descontar
cerca de u$s8.500 millones que fueron declaradas canceladas sin acceso al
mercado de cambios.
Al respecto, el Banco Central indicó hace unos días que “la
mayor transparencia y actualización de información provista por la Secretaría
de Comercio sobre los montos de deuda externa comercial de los importadores son
una noticia positiva en sí misma”.
“El análisis de esta información representa
otra buena noticia a fin de dimensionar los desafíos de la
coyuntura económica y planear las respuestas adecuadas de política económica”,
dice la entidad.
La cantidad de deuda declarada por las empresas contrasta
con los datos propios del BCRA: “Incorporando a este stock la diferencia entre
lo importado y lo pagado en el mercado de cambios hasta el 12 de
diciembre, la deuda de importadores de bienes y servicios habría alcanzado un
total de u$s57.800 millones a esa fecha”.
La entidad indica que “de esta manera, desde el 31 de
diciembre 2021 hasta el 12 de diciembre de 2023 se registró un incremento del
stock de deuda de los importadores por u$s27.400 millones”.
Cómo cerró la cuenta corriente cambiaria del 2023
Según datos de LCG, la cuenta corriente cambiara tuvo un saldo negativo el año pasado de u$s3.581 millones,
aunque en diciembre, debido a que casi no se pagaron
importaciones, terminó positiva en u$s2.962 millones.
La consultora dice que el año pasado se “cerró
con superávit cambiario por mercancías de u$s12.500 millones, monto que
resultó menor al de 2022 (u$s21.800 millones) por efecto de la sequía,
pero no resultó todavía más bajo como consecuencia del limitado acceso
de importadores a divisas”
De acuerdo con LCG, en 2023 “apenas se habilitaron
pagos por el equivalente a 70% del total importado”.
“Aun así, no fue suficiente para cubrir el
menor rojo por turismo (u$s6.600 millones), los pagos de deuda del sector
privado (u$s7,6 millones) y la salida de divisas vía el CCL”, detalla el
informe.
Por otra parte, se plantea que esos tres
factores “representan las vías de mayor drenaje de reservas del sector
privado”. “De parte del sector público se encuentran los pagos
netos de deuda al FMI (u$s8.000 millones) y los intereses de la deuda con
privados (u$s2.100 millones). AMBITO
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