Por Jaime Rosemberg
- Ni la amenaza permanente que supone un país en guerra y alerta continua por
posibles atentados terroristas, aun dentro de zonas consideradas seguras. Ni el
consejo de quienes, por lo bajo, le recomiendan no extender su firme apoyo
retórico a una presencia concreta que podría traer consecuencias no deseadas.
Nada parece torcer
la decisión del presidente Javier Milei, que prevé aterrizar el próximo 6 de
febrero en el aeropuerto David BenGurión, a media hora del centro de Tel Aviv,
para cumplir con su promesa de campaña de visitar Israel, hoy embarcado en su plan
de represalia contra Hamas en la Franja de Gaza, luego del artero ataque
terrorista del 7 de octubre pasado. Sería una apuesta de alto impacto político,
en una gira que incluiría el demorado encuentro con el papa Francisco en la
Santa Sede.
En principio,
fuentes con conocimiento del plan en Buenos Aires y Tel Aviv ratificaron que el
viaje del Presidente, acompañado por una comitiva reducida de la que
participará la canciller Diana Mondino, se extendería entre el 6 y el 9 de
febrero, sin actividades confirmadas, pero con un paso seguro por Tel Aviv y
Jerusalén, adonde Milei prometió en campaña mudar la sede de la embajada
argentina.
Se espera un
encuentro protocolar con el presidente Isaac Herzog y, sobre todo, una reunión
con foto incluida con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, embarcado en la
“destrucción total y completa” de Hamas en la Franja de Gaza, y con conflictos
armados también abiertos en Cisjordania y el Líbano, donde opera la
organización terrorista Hezbollah, responsable según
laJusticiaargentinadelosatentados a la embajada de Israel, en marzo de 1992, y
la AMIA, en julio de 1994.
El viaje a Israel
se enmarca dentro de la gira que Milei prevé realizar por Italia –se verá con
la primera ministra, Giorgia Meloni, el 11 de febrero, según confirmó el
portavoz presidencial, Manuel Adorni– y el Vaticano, donde se llevaría a cabo
el encuentro con el papa Francisco, aún sin confirmación ni respuesta oficial
al pedido de audiencia hecho por el Gobierno. Milei y su comitiva prevén llegar
para participar de la canonización de la laica santiagueña María Antonia de San
José, también llamada Mama Antula, que el mismo 11 de febrero se convertirá en
la primera santa argentina.
Desde la comunidad
judía en el país saludaron con entusiasmo la posibilidad de la visita
presidencial. “Siempre es oportuna una visita espiritual”, afirmaron desde las
entidades centrales de la comunidad, en referencia al fuerte vínculo que une a
Milei con el judaísmo, del que es entusiasta admirador y estudioso desde hace
años, en “proceso de conversión” según sus propias palabras. Una visita al
Museo del Holocausto, en Jerusalén, y el tradicional Muro Occidental (llamado
Muro de los Lamentos) son pasos obligados para cada mandatario que llega a la
ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas.
Desde la embajada
de Israel en Buenos Aires prefieren no confirmar ni desmentir la llegada de
Milei. “Entendemos que existe una intención del gobierno argentino de viajar a
Israel. No tenemos aun mayores precisiones”, afirmaron a la
desde esa sede
diplomática. nacion Mientras tanto, en el liderazgo de la dirigencia judía
argentina afirman por lo bajo que “Israel quiere que Milei viaje, y así se lo
hizo saber al Gobierno”.
Milei ya canceló un
viaje previsto a Israel luego de ganar las elecciones, en noviembre, en el
contexto del conflicto con Hamas, y solo concretó su paso por Estados Unidos,
en el que como presidente electo visitó la tumba del rebe de Lubavitch, en
Nueva York, y sostuvo reuniones con funcionarios de la administración del
presidente Joe Biden, en Washington.
Los gestos entre la
Argentina e Israel fueron rápidos y contundentes. Luego de felicitar por
teléfono a Milei por su triunfo e invitarlo a Israel, Netanyahu envió a su
canciller, Eli Cohen, a Buenos Aires, para la asunción presidencial. El
Gobierno, en tanto, ya envió al Senado el pliego del rabino Axel Wahnish, guía
espiritual del Presidente, para que se convierta en el próximo embajador
argentino en Israel, una vacante abierta desde la renuncia del exgobernador de
Entre Ríos Sergio Urribari, condenado por corrupción.
En un contexto de
fuerte presión internacional para que morigere la respuesta en Gaza por
cuestiones “humanitarias”, Netanyahu recibió luego del 7 de octubre visitas
claves de apoyo como las de los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; el
canciller alemán, Olaf Scholz, y el secretario de Estado norteamericano, Antony
Blinken, a la que luego le siguió la del propio presidente Biden.
Sin un final a la
vista para la respuesta militar a Hamas (que sigue contraatacando desde la
Franja de Gaza), toda presencia internacional es bienvenida para el Estado
hebreo, y más si se trata de un “aliado” como el gobierno de Milei, quien
reiteró, a poco de llegar al poder, que su interés primordial en política
exterior pasaría por su vínculo con Estados Unidos, Israel y “las democracias
occidentales”.ß |