Por Giuliana
Iglesias - Marzo y abril son meses clave para el plan económico del ministro de
Economía Luis Caputo porque
es un momento de fuerte ingreso de dólares del campo y
el mercado comienza lentamente a analizar cuándo será la segunda devaluación.
El primer momento
del plan del ministro de Economía se encuentra en marcha: la devaluación del 54% del peso y la corrección de precios,
seguidos por su principal consecuencia, el salto en la inflación.
Al mismo tiempo, hay otro frente que se encuentra abierto y está vinculado con
la acumulación de reservas.
En ese sentido, con
el salto del tipo de cambio, se logró obtener un saldo
comprador prolongado en el mercado oficial del dólar (el
MULC). Pero el ritmo del 2% del crawling peg genera dudas sobre un posible atraso del tipo de cambio, dejando atrás la competitividad
ganada.
La segunda parte
del plan Caputo comienza entre marzo y abril, cuando
aparece el flujo fuerte de divisas de la cosecha gruesa, tras la
sequía del ciclo anterior. En este contexto, el mercado mantiene
su desconfianza de que se llegue con el crawling peg del 2% y prevé que la devaluación podría darse en esos meses, la
pregunta es cuándo: ¿antes o después de la cosecha?
En las últimas
jornadas, el mercado de futuros fue dando
pequeños indicios. Los contratos de corto plazo mantuvieron subas moderadas en
línea con el objetivo del 2% y se registraron alzas en los contratos de
abril del orden del 1,6%. La incertidumbre en
los dólares financieros lleva a los inversores a buscar protección mediante los
contratos de futuros de Rofex, que subieron entre un 2% y un 4%, sostuvo
Delphos Investment. En esa línea, el Relevamiento de Expectativas
del Mercado (REM) publicado por el Banco Central recientemente,
marca que la devaluación llegaría en marzo esperando para febrero un dólar oficial a $870 y en marzo, a $995, una corrección de casi el
15%.
Brecha cambiaria
y devaluación
Según se analiza el
principal riesgo es que la racha compradora del Banco Central pueda verse reducida antes de la cosecha por el regreso de las importaciones y el deterioro del tipo de cambio real, que
conlleva menores liquidaciones.
Según destaca Santiago Manoukian, jefe de Research de Ecolatina, el Gobierno tiene la necesidad de mantener a
raya la brecha cambiaria, al menos, hasta ese período y eso depende de los
siguientes factores:
Las subastas del
BOPREAL. “Contribuyen no sólo a
mantener contenida la brecha cambiaria, sino también a absorber pesos y a dar
la señal de que el programa del equipo económico va en el buen sentido".
El esquema 80-20: “Favorece mantener más contenida la brecha
cambiaria por ese 20% que se liquida al CCL".
Factores políticos: “Cómo avanzan algunas medidas o
reformas que el Gobierno quiere pasar a través del Congreso y ese riesgo está
ahí presente y el mercado lo percibe”.
El analista
advierte que, si hay una expectativa de devaluación en el corto
plazo, sobre todo previo a la liquidación de la cosecha, se pueden
frenar las liquidaciones de exportadores. “Ahí está el riesgo que uno puede
llegar a ver de que haya una profecía autocumplida,
que el mercado prevea que en corto plazo va a haber una devaluación y generar
dudas e inquietudes en ese sentido de cara a los próximos meses”.
“Es una estrategia,
siempre decimos, ambiciosa, riesgosa y audaz la que lleva
adelante el Gobierno”, afirmó Manoukian.
Marzo-abril: la
definición
Desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI) destacaron que
“es la primera vez en la gestión de Milei que el mercado descuenta una mayor aceleración del crawling peg en
abril -mes de ingreso de la cosecha gruesa- que en marzo. Es decir, el mercado
ve un fuerte salto del crawling peg tanto en marzo como en abril”, afirmaron.
En el mismo
sentido, Gustavo Ber en diálogo con Ámbito, “viene creciendo
la expectativa de una nueva devaluación antes de la
cosecha para incentivar la liquidación tras el deterioro, por el combo de la
acelerada inflación y el crawling peg mensual”.
Sin embargo, aclara
que “parece haber una creciente expectativa que entre
marzo y abril ya no se podría mantener el ritmo del 2% y ahí debería llegar una definición”.
Las cartas por
ahora siguen echadas y la duda es: ¿llega el salto para la
unificación? ÁMBITO |