Por Nazarena
Lomagno - El ministro de
Economía, Luis Caputo, anunció la renegociación de las metas
del acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Con la próxima aprobación del Board, la séptima
revisión quedará concluida y el organismo desembolsará u$s4700 millones. En el empresariado hay miradas dispares sobre el
entendimiento. Desde el campo algunas voces
señalan que la meta de acumulación de reservas es “ambiciosa” y en
la industria muestran preocupación por la recesión que
el propio Fondo admite que sucederá.
“La sociedad
acompaña esto. La duda de muchos es si los políticos van a estar a la altura de
las circunstancias”, dijo Caputo en el microcine del Ministerio de Economía,
acompañado por el titular del BCRA, Santiago Bausili. La
delegación técnica del organismo llegó el viernes pasado y en menos de una
semana logró sellar nuevas metas con Argentina. El Gobierno se compromete
a acumular u$s10.000 millones de reservas para finales de 2024,
incluidos u$s2.700 millones adquiridos durante las últimas semanas de 2023, y a
generar un superávit primario de 2% del PBI. Además, podrá “fin
al crédito del banco central al gobierno”, es decir, buscarán la emisión 0.
Para Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria
Aceitera de Argentina y del Centro de exportadores de cereales
(CIARA-CEC), la meta de acumulación de divisas “es
ambiciosa”, y estarán atentos al pago de importaciones por parte del
BCRA para lograr ese objetivo. “El acuerdo con el FMI no es nuevo, quita una
presión internacional mayor contra la posibilidad de estabilizar la macro solo
por estos meses”, analiza el representante del sector.
La renegociación no
incluye nuevos desembolsos, sólo los acordados para pagar los vencimientos de
capital de diciembre -cancelados con un préstamo de la CAF por u$s920
millones-, de enero (u$s1.950 millones) y el que vendrá en abril por u$s1.953
millones. Sin embargo, Caputo aseguró que la puerta a mayor endeudamiento con
el FMI queda abierta. “Es hora de que el país resuelva sus problemas
financieros solucionando sus problemas estructurales de fondo, que es su
adicción al exceso de gasto público”, respondió el ministro consultado sobre
esa posibilidad.
FMI: opiniones
en la industria y el comercio
Dentro de la
industria, las miradas son variadas, dependiendo del sector representado.
Para Mauro González, titular de la Confederación
General Pyme, el anuncio “no genera expectativas”. “Mientras el ajuste
se haga sobre el trabajador, las consecuencias para la
producción nacional serán letales. Baja de consumo, crecimiento del
desempleo, salarios planchados y ninguna medida que reactive la economía.
Superávit fiscal a costa del cierre de pymes es peligroso”, determina el
empresario.
En cambio,
para Natalio Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de
Comercio y Servicios (CAC), la renegociación contribuirá a brindar
“certidumbre” sobre el futuro del país, algo vital para “apuntalar
la tan necesaria estabilización y dar inicio a un sendero de
recuperación del nivel de actividad”. A su vez, celebra que las
autoridades hayan reiterado los efectos del elevado gasto público y el
endeudamiento crónico.
Por último, para el
coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, Juan
Manuel Vaquer, regularizar la situación con el FMI “es un paso muy positivo e imprescindible” para que las empresas
puedan hacer inversiones significativas. “No puede haber crédito al
sector privado a tasas razonables si el Estado está en default”, plantea en
diálogo con Ámbito.
De momento, para
Caputo, esta renegociación garantizará que no va a haber “sobresaltos” en
los próximos cuatro meses, en un contexto de brecha cambiaria creciente.
Sin embargo, advirtió que, si el Congreso no aprueba las reformas impositivas
para reducir el déficit, el Gobierno deberá “extremar recursos”, lo que
implicaría mayor ajuste sobre la sociedad. Para Claudio Loser, ex director del
FMI, lo distintivo de este acuerdo es que el Fondo apoyó al programa del
Gobierno y no se trata de “una imposición percibida”. AMBITO |