Por Agustín Maza -
En medio del salto de la brecha cambiaria el Gobierno parece decidido
a no abandonar el deslizamiento del dólar oficial a un ritmo del 2%
mensual, muy por debajo de la evolución de la tasa de inflación. Si bien
la idea es que esa dinámica funcione como un ancla de las expectativas que
acompañe al ajuste fiscal que lleva adelante el ministro de Economía, Luis
Caputo, el mercado de futuros pone en duda esa pauta y anticipa un movimiento
mayor del tipo de cambio oficial de cara a marzo ante lo que será un
fuerte atraso en términos reales que diluirá la competitividad conseguida con
la última devaluación.
En su
último Informe Monetario Mensual, correspondiente a diciembre,
el Banco Central de la República Argentina (BCRA) que
conduce Santiago Bausili, ratificó la estrategia oficial. “En el marco de
la transición hacia un régimen que asegure la estabilidad macroeconómica, la
nueva administración decidió corregir el tipo de cambio nominal
(TCN) bilateral respecto del dólar estadounidense, llevándolo a $800 por
dólar. Además, se estableció un sendero de deslizamiento de 2% mensual”,
consignó el reporte.
“El ajuste del tipo
de cambio cumplirá el rol de un ancla complementaria para las expectativas de
inflación, hasta tanto el compromiso y la visibilidad del esfuerzo fiscal sean
apreciados en su total dimensión. De esta manera, el Índice de Tipo de Cambio
Real Multilateral (ITCRM) alcanzó niveles similares a los registrados
entre 2004 y 2007″, explicó la autoridad monetaria.
Si bien hay cierta
disparidad, las expectativas de devaluación implícitas en los contratos de
futuros para enero van más en línea con la apuesta de crawling
peg que propone el Gobierno. Pero hacia adelante esperan un ritmo
superior al 2% por el retraso en términos reales que dejará la aceleración
inflacionaria y la presión que puedan ejercer los dólares financieros.
El Índice de Tipo
de Cambio Real Multilateral alcanzó niveles similares a los registrados entre
2004 y 2007.
En diálogo
con Infobae, el head portfolio manager de Consultatio, Martín
Przybylski, detalló: “Los futuros de Rofex tienen una expectativa de
devaluación algo más alta que el 2% de crawling mensual que anunció el
Gobierno. Enero vale $833 cuando a este ritmo del 2% mensual debería terminar
cerca de $826, mientras que Febrero cotiza alrededor de los $888, cuando a un
ritmo del 2% debería estar más cercano a los $843. Es decir que los precios
muestran un deslizamiento del 6,7% en esos meses. A partir de marzo, el mercado
pega un salto más alto y la diferencia entre los futuros a febrero y a marzo
llega al 15,5%, con marzo cotizando alrededor de 1025 pesos”.
“Veo difícil que
sostengan ese 2% mucho tiempo más, sobre todo con la brecha que volvió a
expandirse y ya está cerca del 50 por ciento. Imagino que en febrero quizás ese
crawling ya aumente a un nivel un poco más razonable”, proyectó Przybylski.
En efecto, el salto
que pegaron en los últimos días los dólares financieros juegan en contra de la
estrategia de tasas que aplicó el BCRA. Es que si bien la tasa de interés de
los plazos fijos se encuentra en el 9% mensual y es negativa en términos reales,
es decir que está por debajo de la inflación, se mantiene positiva frente a la
variación en el precio de la divisa oficial. En concreto, se busca fomentar
un “carry trade” en dólares.
El problema es que
los rendimientos que mostró el dólar contado con liquidación (CCL) en
la última semana se encuentran arriba de la dinámica que propone el equipo
económico del Gobierno. El CCL saltó a la zona de los $1.200 con una brecha con
el oficial del 45%, una suba importante respecto al mínimo de 15,2% que había
alcanzado el 27 de diciembre tras la devaluación anunciada por Caputo.
Al respecto,
desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtieron: “Si
la tasa real se mantiene en terreno muy negativo, el CCL podría
tensarse más en las semanas de aquí a febrero, mes en que la demanda de dinero
usualmente tiene la mayor caída mensual del año. Por ende, sin una suba de la
tasa de interés, no habría razones para que la velocidad de circulación
(inversa de la demanda de dinero) desacelere y el dólar financiero continúe
siendo una reserva de valor en este contexto de alta nominalidad”.
El salto de la
brecha desincentiva la liquidación de exportaciones.
El riesgo es
similar a lo que le sucedió al Gobierno anterior: una brecha cambiaria alta
genera incentivos a adelantar importaciones, es decir la salida de divisas, y
retrasar la liquidación de exportaciones, el ingreso de dólares. Las
consecuencias pueden ser negativas para el objetivo de la autoridad monetaria
de sumar reservas a la espera de la cosecha gruesa a partir de abril.
“Cuanto mayor es la
brecha, más incentivos tienen los exportadores a postergar su liquidación ante
la expectativa creciente de un nuevo salto discreto y pierde potencia el
diferencial entre el crawling peg al 2% mensual y tasa en pesos al 8/9%, ya que
crece el premio por aguantar. A su vez, desde el lado de los flujos, menor
liquidación exportadora retroalimenta la suba del CCL, ya que implica menor
oferta dentro del esquema 80/20″, puntualizó PPI.
De hecho, la menor
oferta exportadora comenzó a notarse: el BCRA compró este martes solo USD 73
millones, la menor adquisición desde el 13 de diciembre. La entidad sumó más de
USD 3.500 millones, aunque las reservas netas continúan con un rojo cercano a los
USD 8.000 millones, que serán destinados al pago de deuda con bonistas
privados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en caso
de no llegar a un nuevo acuerdo antes de que termine enero.
Los analistas
proyectan que el dólar oficial se atrasará fuertemente en los próximos meses y
podría finalizar marzo incluso por debajo de los niveles previos a la
devaluación posterior a las elecciones PASO, en tiempos del ex ministro de
Economía Sergio Massa. Aunque habrá que esperar para saber si el tipo de cambio
continuará con el ritmo de deslizamiento anunciado.
del dólar oficial a
marzo.
En esa línea se
manifestó en su último informe la consultora Econviews del ex
secretario de Finanzas, Miguel Kiguel, aseguró: “Seguir devaluando al 2%
mensual implica que, en enero el tipo de cambio real se va a apreciar un 18,2%,
en febrero un 11% y en marzo 8,5%. En este escenario para fines de marzo, el
índice de tipo de cambio real multilateral va a estar un 18% por debajo de su
promedio histórico. Este nivel es similar al que se encontraba previo a la
devaluación de agosto”.
Por su
parte, Equilibra proyectó: “Producto de la elevada inercia existente
en el proceso inflacionario, la recomposición de múltiples precios relativos
atrasados, la elevada incertidumbre reinante (lo cual tiende a elevar el “mark
up” de los decisores de precios) y la falta de coordinación nominal/plan de
estabilización, el dólar oficial subiendo 2% mensual no logrará bajar la
inflación a un dígito a fin del primer trimestre, pero producirá un nocivo
atraso cambiario que forzaría otro salto cambiario para bajar la brecha e
incentivar liquidación de cosecha gruesa”. INFOBAE |