Por Jorge Herrera.. La semana pasada se llevó a cabo la segunda licitación de la Serie 1 de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) para las deudas con los importadores y el Banco Central (BCRA) informó que la totalidad de las ofertas adjudicadas ascendieron a unos magros 57 millones de dólares. El BCRA dijo que continuará con los llamados a licitación de este instrumento en forma semanal hasta fines de enero, o aquella fecha en la que se haya alcanzado el monto máximo de emisión de esta Serie 1 de 5.000 millones de dólares, “para seguir ofreciendo una solución ordenada al abultado saldo de deudas por importaciones anteriores al 12 de diciembre de 2023”. En este sentido este lunes la Secretaría de Comercio extendió hasta el 24 de enero el plazo para la inscripción al Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior, "debido a algunas demoras operativas que impidieron la carga de determinadas deudas". El padrón que arrancó el pasado 27 de diciembre hasta este lunes sumó US$ 14.000 millones. El Central dijo además que a partir de febrero se licitarán las otras dos series de BOPREAL (Serie 2 y Serie 3), las cuales tendrán montos totales de emisión acotados, para lo cual se determinará el mecanismo de adjudicación en base a la información provista por el Padrón de Deudas Comerciales con el Exterior, con una priorización a PyMEs y proveedores intermedios de la cadena productiva. Está claro que el monto suscrito estuvo nuevamente muy por debajo de lo que se esperaba, tras mejoras en los llamados “sweeteners” (endulzante o incentivo), beneficios para los tomadores, así como mayor certidumbre respecto a la operatividad del instrumento. El BCRA emitió apenas 57 millones de dólares, lo que es un 7,6% del total ofrecido. Incluso colocó menos que en la licitación anterior donde adjudicó 68 millones de dólares. Esto reflejaría que las condiciones no son del todo atractivas para los importadores. Habrá que ver cuál es la estrategia del Banco Central al respecto, si agrega algún “sweetener” adicional o bien procede a licitar las demás series. Cabe considerar que ante la suba de la brecha cambiaria los incentivos a este instrumento se aumentan, por lo que no se podría descartar una mejor aceptación en las consecuentes licitaciones, en especial en las de fin de mes. Sin embargo, por lo visto hasta ahora y a pesar de las medidas del BCRA para incentivar la demanda de los nuevos instrumentos de deuda, primó la cautela entre los importadores, lo que se vio reflejado en la baja colocación. Todo eso pese a que ya se cuentan con precios de referencia en el mercado secundario de dichos bonos, algo que podría reducir la incertidumbre con respecto al tipo de cambio al que los importadores podrían comprar dólar CCL mediante la suscripción de estos títulos y la posterior venta contra divisa en el mercado. Los analistas de la consultora 1816 señalan que con el dólar oficial corriendo muy por debajo de las tasas de interés en pesos, el costo de oportunidad de esperar otra semana (y contar con información muy relevante) es negativo. ¿Pero qué se esperaba en la previa de la segunda licitación? El BCRA confiaba que, con los nuevos “sweeteners” y las aclaraciones pertinentes, podría mejorar, aunque discretamente, el resultado de la emisión anterior. El Banco Central volvía a salir al mercado con la esperanza de que crezca el interés en los nuevos instrumentos de deuda. Es más, en su comunicado, la autoridad monetaria anticipó que “a medida que se vayan aclarando los procesos operativos para la suscripción y la documentación asociada requerida al efecto, el volumen de participación irá en aumento”. Vale recordar que el BCRA ya había revelado un nuevo aliciente clave: el acceso al dólar CCL por la diferencia entre valor nominal y precio de venta contra divisa del BOPREAL. Claro que esto no garantiza costo de salida, ya que el CCL recién se podrá comprar a partir de abril y las tasas en pesos son bajísimas, pero al menos asegura la posibilidad de cancelar deudas a algún precio.
Además, había aclarado que el monto de emisión máximo es consistente con el cupo de AFIP para cancelar impuestos, quitando incertidumbre sobre ese “sweetener”, el más importante para los compradores en el mercado secundario. ¿Qué se espera de ahora en más? Que a partir de las próximas licitaciones aumente la demanda, tanto por los beneficios cambiarios (no perder acceso al Mercado Cambiario) y fiscales (pago de impuestos a valor técnico), como también por su estructura (opcionalidades en favor del tenedor). Los expertos de la gestora NEIX consideran que la paridad de los BOPREAL debería ubicarse por encima de los BONARES (un precio de 55 dólares al inicio). Al respecto, explican que la demanda de BOPREAL vendrá dada por la oferta de otros bonos que usaron los importadores para cubrirse, principalmente, instrumentos vinculados a la cotización del dólar oficial. Por lo tanto, mientras más éxito pueda tener el BOPREAL, más presión vendedora tendrán los bonos Duales y Dollar linked. A su vez, una mayor demanda de BOPREAL implica menos presión sobre las reservas, en el corto plazo, dándole mayor aire a los bonos en dólares.
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