Por Federico
Galligani - El Gobierno cuestionó el cese general de actividades y movilización
a los que convocó la CGT para el próximo 24 de enero. “Habría que
preguntarse cuántos paros se convocaron para enero”, deslizaron.
De todas maneras,
en los pasillos de la Casa Rosada señalan que faltando cuatro semanas para que
se concrete la protesta, no descartan que los sindicatos tengan intención de
ser convocados a una negociación.
No
obstante, también cuestionan duramente la cantidad de marchas que se
realizaron contra el presidente Javier Milei desde que asumió, el 10
de diciembre pasado.
Luego de varias
reuniones y diálogos internos, los líderes de la central obrera confirmaron que
el 24 de enero marcharán en rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)
que desreguló la economía y del contenido de la “ley ómnibus”.
El paro nacional
será el 24 de enero
La medida de fuerza
extrema se tomó luego de la reunión del Comité Central Confederal en la sede
histórica de la calle Azopardo, donde participaron todos los sectores
gremiales, desde los más dialoguistas a los más opositores.
“La fecha del paro
y la movilización se eligió porque el día 31 (de enero) está fijado como tope
para las sesiones extraordinarias y el miércoles anterior, que es el 24, si
todo surge como está previsto, sería cuando se trataría en Diputados esta ley
ómnibus”, explicó Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT,
durante una conferencia de prensa.
Según lo que
trascendió de lo que ocurrió en la sede de la Confederación General del
Trabajo, los sindicalistas decidieron reclamar a la política, sobre todo a los
sectores que no pertenecen a La Libertad Avanza, como el peronismo, los
partidos provinciales, un sector del PRO y del radicalismo, “que actúen en
favor de los trabajadores y de la sociedad, que es donde pasa el 100% del
ajuste”.
Miembros del
sindicato de obreros de la construcción UOCRA protestan contra las medidas de
reforma del Presidente (REUTERS/Agustin Marcarian)
“Convocamos a todas
las delegaciones del interior a un plenario para ir actuando en cada lugar, de
donde provienen los legisladores que después van a tener la potestad de decidir
en el Congreso”, agregó Daer.
El proyecto en
cuestión, que lleva el nombre de Ley de Bases y Puntos de Partida para la
Libertad de los Argentinos, se denomina ómnibus porque contiene una gran
cantidad de capítulos y artículos (664, más precisamente) que proponen muchas
reformas de áreas diferentes, pero que los legisladores votan en su conjunto.
Entre las múltiples
propuestas que se incluyen en ese paquete, se encuentran la posibilidad para
las universidades públicas de cobrar un arancel a los extranjeros no
residentes, el cierre del INADI, y la reubicación de empleados públicos.
En lo vinculado a
lo laboral, además de haber decretado la baja de alrededor de 7 mil contratos
de empleados de planta transitoria que ingresaron este año al Estado, Milei
impulsa la creación de una llamada “situación de disponibilidad”.
A partir de este
mecanismo, “los agentes de planta permanente y bajo régimen de estabilidad
cuyos cargos resultaran eliminados por las medidas de reestructuración que
comporten la supresión de órganos, organismos que componen la Administración
Pública nacional o de las funciones asignadas a ellos, previstas en esta ley,
pasarán automáticamente a revestir en situación de disponibilidad, por un
periodo máximo de hasta 12 meses”.
Durante ese plazo,
los trabajadores “serán remunerados por el Fondo de Reconversión Laboral,
teniendo en cuenta la antigüedad y demás condiciones que fije el Poder
Ejecutivo nacional en la reglamentación y tendrán obligación de (i) recibir la
capacitación que se les imparta; y/o (ii) desarrollar tareas en servicios
tercerizados del Estado.
En ese tiempo, la
persona podrá optar por “cubrir una vacante en la Administración Pública
nacional, en caso que la hubiera y cumplieren los requisitos para ello”, ser
contratada por un privado, o bien “formalizar otro vínculo laboral”.
Sin embargo, una vez cumplidos esos 12 meses, los
empleados que “no hubieren formalizado una nueva relación de trabajo, quedarán
automáticamente desvinculados del sector público nacional, teniendo derecho a
percibir una indemnización, que será financiada por el Fondo, igual a un mes de
sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres meses”. INFOBAE |