Por Carlos Manzoni
- En una fuerte apuesta, el Gobierno eliminó ayer los permisos de importación
[SIRA] y las licencias no automáticas que servían para administrar el comercio
y restringir compras al exterior. Apuestan a contener así los precios en
algunos sectores.
Por otra parte, se
creó también un registro especial para anotar en la Secretaría de Comercio a
los deudores por importaciones. Hoy licitarán uno de los bonos para estos
actores.
El Gobierno puso
fin al polémico Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), que
había sido implementado durante la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de
Economía para restringir las compras del exterior, y anunció la creación del Sistema
Estadístico de Importaciones (SEDI), que funcionará a partir de hoy como su
reemplazo. El objetivo es eliminar discrecionalidad para importar y liberalizar
el comercio exterior.
A través de la
resolución conjunta 5466/23, publicada ayer en el Boletín Oficial, con la firma
de la directora general de la AFIP, Florencia Misrahi, y del secretario de
Comercio, Pablo Lavigne, este nuevo registro permitirá que se declaren las
importaciones de forma anticipada para luego afectarlas a un despacho “a fin de
normalizar y facilitar el comercio exterior”. No requerirá la aprobación por
parte de la Secretaría de Comercio.
“Se eliminan así
las trabas al comercio basadas en la discrecionalidad, desarmando posibles
nichos de corrupción, y se ajusta el sistema a los estándares internacionales
de la Organización Mundial del Comercio (OMC) respecto de la administración del
comercio”, dijeron en la Secretaría de Comercio.
La resolución
agregó que el sistema que funcionaba hasta el momento afectó el desempeño y la
previsibilidad de las empresas nacionales, lo que generó “serias dificultades
en el comercio de bienes y servicios en el país, como también una importante
deuda comercial con proveedores del exterior”.
Fuentes del equipo
económico del Gobierno fueron tajantes al respecto. “No hay más SIRA, no hay
más licencias. Somos un país normal. A partir de hoy, cualquier compañía en la
Argentina tendrá previsibilidad con esta eliminación de normas que existían desde
hace 15 años y que implicaban que para toda operación siempre había que pasar
sí o sí por un funcionario, dando lugar a todo tipo de manejos discrecionales”,
dijeron.
Además, se comunicó
la creación de un “Padrón de deuda comercial por importaciones con proveedores
del exterior”, con el objetivo de contar con información actualizada de la
deuda comercial privada vigente y en el cual deberán inscribirse aquellos que
posean deuda comercial por importaciones. La inscripción a este padrón estará
abierta por 15 días corridos desde la publicación de la resolución.
En la Secretaría de
Comercio explicaron que quieren saber con detalle cuánto de la deuda de
US$60.000 millones acumulada en los últimos dos años está vigente y cuánto ya
se canceló a través de otros instrumentos financieros (CCL).
En este padrón
podrán también inscribirse quienes hayan logrado cancelar una deuda con
proveedores del exterior mediante otros mecanismos que no implican el giro de
divisas, dejando asentado el cumplimiento total de las obligaciones de pago
asociadas a esa operación. “Todo aquel que haya pagado importaciones con
dólares propios podrá anotarse en el padrón e indicar que pagó de ese modo. No
se le trabará el ingreso al MULC [Mercado Único y Libre de Cambio] en el
futuro. Se le limpia la carpeta”, confiaron fuentes oficiales.
En los registros
del equipo económicofigura quede lo sUS $60.000 millones de deuda, US$6000
millones son de las pymes, que representan el 90% del número de empresas que
tienen deudas por importaciones.
Al fin de saldar
esa deuda, a través de la comunicación A 7918 del Banco Central (BCRA), se
instrumentó el llamado Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre
(Bopreal), que empezará a licitarse hoy. Esto se suma a la comunicación A 7917
del Banco Central, que estableció los tiempos de pagos de las importaciones
realizadas desde el 13 del actual en adelante.
Esta comunicación
prevé, como generalidad, el pago de las operaciones en cuatro partes iguales y
consecutivas, a los 30, 60, 90 y 120 días, a la vez que fija algunas
excepciones. Este cronograma de acceso al mercado oficial podría agilizarse en
los próximos meses, cuando sea la temporada alta de liquidación de divisas del
sector agropecuario. “El promedio de pago de importaciones va a ser de entre 60
y 75 días”, señalaron desde el Gobierno.
Las mismas fuentes
oficiales contaron que de esta manera el pago de las importaciones va a estar
“calendarizado” por el Banco Central y comentaron que lo que se busca es,
simplemente, “calzar el egreso de divisas con el ingreso”.
Según detalló la
resolución publicada en el Boletín Oficial, este sistema facilitará los
procesos de importación y terminará con las demoras en los sectores
productivos, suministrando “información estadística en forma descriptiva y
anticipada a los registros históricos, a efectos de realizar un análisis
eficiente de la evolución de las mismas”.
La resolución
conjunta entre la AFIP y la Secretaría de Comercio estableció que quienes
deseen importar deberán completar una Declaración Jurada informativa en el
sitio de AFIP, en el apartado SEDI. Si bien dejarán de existir los bloqueos de
la Secretaría de Comercio –que no aprobaban las SIRA– subsistirán los
vinculados a la seguridad y salubridad de las mercaderías, y que se
corresponden con análisis técnicos de organismos como Senasa, Anmat, INAL,
entre otros.
En el equipo
económico del presidente Javier Milei confían en que esta liberalización del
comercio contendrá los aumentos de precios en aquellos bienes que tienen fuerte
presión de las importaciones, como textiles, calzado y línea blanca, entre
otros. “Van a bajar de precio. Y son el 20% de la canasta”, señalaron.
Al mismo tiempo,
reina optimismo respecto de la balanza comercial en 2024, ya que, producto de
un dólar oficial más alto y cierto “stockeo” que algunas empresas pudieron
hacer, se espera que el nivel de importaciones no sea alto. “Estimamos que
serán de US$5000 millones por mes, US$1000 millones menos que en los meses de
este año. Eso arroja un total anual de US$60.000 millones, pero contra un
proyectado de US$70.000 de exportaciones, por lo que habrá superávit”,
confiaron.
La resolución
conjunta se complementa con la resolución 1/2023 de la Secretaría de Comercio,
que abroga la resolución 523/17 que establecía las licencias no automáticas de
importación.
En resumen, todas
aquellas mercaderías comprendidas en la totalidad de las posiciones
arancelarias de la nomenclatura común del Mercosur (NCM) con destinación de
importación definitiva para consumo podrán ingresar al país sin necesidad de
tramitar una licencia de importación. Los importadores deberán anticipar la
información relativa a sus destinaciones de importación para consumo, lo que
resultará en un sistema “más rápido y eficaz”. Con esta medida, el Gobierno
puso fin a la resolución 523, que databa de julio de 2017, y que establecía la
obligación de tramitar las licencias automáticas de importación. “Buscamos
mejorar la oferta”, dijeron fuentes oficiales.
Quienes requieran
hacerlo deberán completar la declaración jurada en la web de la AFIP, dentro
del micrositio Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI). Estos documentos
tendrán un plazo de validez de 360 días corridos, durante los cuales el
organismo analizará la situación tributaria del contribuyente y su capacidad
económica financiera para efectuar la operación que se pretende cursar.
Tal como explica el
documento, existen ciertas operaciones de importación que estarán exceptuadas
de efectuar las declaraciones SEDI, como destinaciones de importación para
consumo, realizadas en el marco de los regímenes de muestras, de do naciones y
de franquicias diplomáticas, mercaderías con franquicias de derechos y
tributos, mercaderías ingresadas bajo el régimen de Courier o de envíos
postales, entre otros.
El nuevo sistema
comenzará a implementarse hoy, cuando entre en vigor la resolución publicada en
el Boletín Oficial ayer por la mañana. |