Por Cecilia Devanna
- Como parte de su plan de ajuste, el presidente Javier Milei, a través de un
decreto que se publicaría hoy, dará de baja a unos 7000 empleados estatales que
fueron contratados durante 2023 y cuyos contratos vencen la semana próxima.
Además, se resolvió
abrir un período de evaluación de 90 días para definir otros casos en distintas
áreas de la Administración Pública Nacional, que cuenta con una planta de
393.000 personas, entre civiles y fuerzas de seguridad. La continuidad de estos
empleados deberá ser solicitada por el responsable de cada área y ser aprobada
por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
No está previsto
avanzar sobre los contratos de planta permanente, según fuentes oficiales. Los
recortes, que se harán efectivos a partir de la semana próxima, pusieron en
alerta a los sindicatos estatales de ATE y UPCN, que ya anunciaron medidas de
protesta para rechazar las cesantías.
El Gobierno
publicará hoy el decreto con el que empezará a avanzar en el achicamiento del
número de empleados del Estado. En lo inmediato, la decisión implica no renovar
los contratos que fueron firmados por primera vez a partir del 1º de enero de
2023 y que vencen este 31 de diciembre.
Se trata de una
medida que ya había sido adelantada por el titular del Palacio de Hacienda,
Luis Caputo. El número, de acuerdo con distintas fuentes del tema, ascendería a
unas 7000 personas aproximadamente.
Desde la Casa
Rosada evitaron confirmar cifras, pero sí ratificaron que, como ya se había
anunciado días atrás, esos contratos no serán renovados y que el decreto que se
conocerá en las próximas horas también contempla la apertura de la etapa de
evaluación de todas las estructuras del Gobierno por los próximos 90 días para
definir cuáles de los demás puestos se mantendrán y cuáles no, dando lugar a
una eventual nueva etapa de recortes. Los sindicatos, en pie de alerta, tienen
medidas para los siguientes días.
La resolución
llegará una semana después de que el presidente Javier Milei presentó el
decreto de necesidad y urgencia (DNU) que busca derogar más de 300 leyes y que
fue judicializado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), a través
de un recurso de amparo, que el juez en lo Contencioso Administrativo Esteban
Furnari declaró admisible.
Precisamente en el
marco de esa avanzada es que para mañana tanto ATE como la Central de
Trabajadores Argentinos (CTA), que agrupan –junto a la UPCN– a los empleados
públicos, tendrán sus jornadas de “lucha” y movilización.
De acuerdo con el
proyecto de decreto que circuló en los últimos días, en los contratos que no
registran antigüedad previa al 1º de enero de 2023, y que automáticamente
caerán en los próximos días, hay grupos que quedarán exentos de la medida y
seguirán en funciones más allá de su fecha de ingreso.
Uno, el de los
“cupos regulados por ley u otro tipo de protecciones especiales”, como el de
personas trans o con discapacidad. Ambos se respetarán y no serán alcanzados
por el recorte, según pudo corroborar tanto la nacion con el proyecto del
decreto como de fuentes al tanto de la decisión, que ratificaron el punto.
También queda
exento el personal que “haya estado prestando tareas con fecha previa al 1º de
enero de 2023 y haya cambiado su modalidad de contratación” y el “personal que
el titular de cada jurisdicción evalúe que resulte indispensable para el
funcionamiento de la jurisdicción, de manera restrictiva y de manera fundada
[señalando] que su continuidad es necesaria por razones impostergables de
funcionamiento”.
La forma en que eso
se establece hace que en diversas esferas, aun entre los sectores opuestos al
Gobierno, se reconozca que “a diferencia de lo que sucedió con el macrismo, acá
hay ciertos parámetros de previsibilidad”.
Una fuente señaló:
“Se mantienen los cupos y dejan abierto a la evaluación de los jefes. En la
época de [el expresidente Mauricio] Macri se entró con el objetivo de reducir
un porcentaje de la planta y sin criterios. Acá hay otro análisis”.
La Administración
Pública Nacional (APN) está compuesta por 393.000 empleados, de los cuales
193.000 son civiles distribuidos en distintas áreas.
Y en dos marcos de
empleo: uno según la ley de trabajo, otro según la ley marco de empleo público
nacional. Estos últimos representarían unos 100.000, de los cuales un tercio
integra la planta permanente, que implica haber ingresado al Estado según un concurso
oficial que establece competencias y requisitos.
Estos últimos
tienen seguridad en su cargo, a diferencia de los que son contratados, entre
los que están los que serán alcanzados por esta primera medida y,
eventualmente, por las subsiguientes.
A la caída de los
contratados que no tengan antigüedad previa a enero de 2023 se le suma el
artículo 3º del borrador del decreto, que es el que establece que las
contrataciones cuya fecha de ingreso a la administración sea previa a ese mismo
período “no podrán ser renovadas por un período mayor a noventa (90) días
corridos”.
En el artículo
siguiente se instruye a las autoridades de las distintas jurisdicciones a que
en ese plazo “realicen un relevamiento exhaustivo del personal contratado cuya
fecha de ingreso a la administración sea previa al 1º de enero de 2023 con el
fin de evaluar la renovación de las contrataciones mencionadas
precedentemente”, y agrega que “en el caso de que las autoridades decidan
renovar dichos contratos, deberán fundar la decisión demostrando la necesidad
de continuar con la contratación”.
Todo eso deberá ser
informado a la Jefatura de Gabinete, a cargo de Nicolás Posse. Desde esa órbita
“se podrán dictar las normas complementarias y aclaratorias que fueran
necesarias para su mejor aplicación y podrá delegar las facultades asignadas
por la presente medida”.
Consultado por la
nacion, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, sostuvo que la entidad
“no va a permitir ningún despido que sea sin justa causa”. Y agregó: “Todas y
todos los trabajadores desempeñan un rol que es esencial a la hora de
garantizarle derechos a la población. Tengo la sensación por estos días que se
quiere moldear un Estado que esté solo al servicio de los grandes grupos
empresarios”.
Aguiar consideró
que ATE “cree que todos [los trabajadores] cumplen un rol esencial y que, por
lo tanto, la excepcionalidad que prevé el decreto que tiene que ver con que las
instancias jerárquicas ratifiquen que las tareas que desempeñan los trabajadores
son indispensables, van a impedir cualquier despido sin justa causa”.
Y advirtió que “en
el caso contrario, ya hemos definido una nueva jornada de protesta nacional
para el próximo 27, y sin lugar a dudas toma fuerza en todo el país la
necesidad de avanzar hacia un paro nacional. El primer paro total de
actividades en la administración pública en todo el país”.
Luego de lo que
advirtió que la revisión “es ilegal, porque se trataría de convalidar un fraude
laboral que vienen sosteniendo los distintos gobiernos desde la década del 90
hasta aquí, que es que se mantengan trabajadores y trabajadoras precarizados
bajo distintas modalidades contractuales para evitar garantizar la estabilidad
en el empleo público”.
“Por lo tanto,
nosotros no aceptamos desde ATE que exista una revisión los próximos tres
meses. Decidir renovar los vínculos contractuales por 90 días es una
vulneración graves de los derechos adquiridos de todos los trabajadores”,
concluyó. La UPCN, otro de los gremios estatales, también se declaró en alerta
y movilización por las cesantías.ß
Consultado por la
naCion, el secretario general de aTE, Rodolfo aguiar, sostuvo que la entidad
“no va a permitir ningún despido que no se sin justa causa” |