Tras el desembarco
del nuevo Gobierno y la puesta en marcha del llamado “plan de estabilización”,
el Banco Central analiza la posibilidad
de la emisión de billetes de
mayor denominación para enfrentar la situación. Según trascendió en las últimas
horas, el presidente de ese organismo, Santiago Bausili,
ya habría deslizado esta decisión a las entidades financieras.
Actualmente, el
billete de mayor denominación es el de $2.000, que
prácticamente equivale a dos dólares, al tipo de cambio paralelo. Se han
avanzado en las especificaciones técnicas y se retomaron actividades que Miguel Ángel Pesce, el predecesor de Bausili, había
iniciado en los últimos meses de manera discreta. Pesce había encargado estos
cambios debido a las fuertes críticas de los bancos sobre el costo y logística
de mantener billetes de tan bajo valor.
Los entendidos en
la gestión de billetes afirman que la denominación ideal sería de $20.000 y
$50.000. Si se eligen valores de $5.000 o $10.000, dada la duración del proceso
de producción, su introducción apenas se notará en circulación. Aunque pueda
parecer elevado, según los expertos, un billete con un valor máximo de $50.000
es la opción más sensata. En la actualidad, este billete equivale a 50 dólares.
De acuerdo con
adelantos del Panorama Empresarial del viernes pasado, los nuevos billetes
posiblemente entren en circulación en marzo. Sin embargo, el BCRA enfrenta una
incertidumbre respecto a la denominación adecuada. Inicialmente, se
consideraron billetes de $5.000 y $10.000, pero dado el continuo incremento
inflacionario, ahora se barajan otras opciones: billetes de 20.000 y 50.000
pesos, para mantener el paso con la subida de precios.
Mientras tanto
en la Casa de la Moneda
La Casa de la Moneda no cuenta con un presidente
designado en la actualidad, ya que su último titular, Ángel Elettore, renunció.
El organismo está dirigido por las dos integrantes que conforman su directorio:
Cristina Tchintian, en representación del BCRA, y Marina Pecar, en
representación del Ministerio de Defensa. Ambas fueron designadas por Miguel
Pesce y Jorge Taiana, respectivamente.
La producción de la
Casa de la Moneda está enfocada en la fabricación de billetes de $1.000 y
$2.000 a la máxima velocidad posible. Se contempla también la opción de
importarlos, aunque este proceso es lento y costoso.
Sin embargo,
existen deudas pendientes con proveedores internacionales: la Casa de la Moneda
adeuda u$s11,18 millones a su par brasileña, más de 12 millones de euros a la
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España, y casi u$s7 millones a China
Banknote Printing and Minting Corporation para normalizar el suministro de
billetes e insumos. AMBITO
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