Sábado 23 - Por
Javier Blanco. - El Banco Central (BCRA) concretó ayer la mayor compra de
divisas en la “era Milei”: se alzó con US$333 millones por sus intervenciones
sobre el mercado de cambios oficial.
De este modo,
recuperó por esta vía US$1168 millones en la semana que terminó y pasó a
acumular US$1930 millones para sus muy castigadas y necesitadas reservas en las
dos semanas de la nueva gestión.
La adquisición, la
más importante de los últimos seis meses y medio –es el saldo comprador más
elevado desde los US$446 millones adquiridos el 31 de mayo en la rueda final
del dólar soja III–, se produjo en una rueda en la que el volumen de contado
escaló hasta los US$431,7 millones.
Es un dato que
revela que se quedó con el 77% de las divisas operadas por esa plaza en la
fecha.
Fue al cabo la
segunda jornada en la que el volumen operado superó los US$400 millones, algo
que no ocurría desde la vigencia de algunos de los Programas de Estímulo a las
Exportaciones (PIE) lanzados por la gestión Massa,perotambiénestimuladoporel
feriado del lunes (también en Estados Unidos, la plaza de referencia), lo que
hace que “se adelanten operaciones”, según explicaron los operadores.
La entidad muestra
que aprovecha la posibilidad que se le abrió para recomponer su tenencia, algo
imprescindible en las actuales circunstancias, por el impulso que tomó la
oferta privada de divisas tras la última y fuerte devaluación del peso, pero
también por el reacomodamiento de hecho que se produjo en la demanda
importadora.
Eso sucedió luego
de que el BCRA decidiera separar la deuda que la anterior administración había
acumulado con muchas empresas del nuevo flujo que quedó liberado, aunque debió
adaptarse, de ahí en más, al cronograma de acceso vigente para el mercado. Eso
hace que mucha demanda haya quedado diferida.
“El nuevo esquema
para el flujo es para las compras al exterior nacionalizadas desde hoy”, había
señalado oportunamente el día del salto cambiario a la nacion el analista
Nicolás Merino, de ABC Mercado de Cambios. “Esas compras son sin plazo para
petroleras y empresas de energía, a 30 días para medicamentos, 90 días para
fitosanitarios, 180 días para automotrices y un esquema escalonado para el
resto de los importadores de bienes, que consiste en pagarles 25% a 30 días, 60
días, 90 y 120 días”, incluso detalló el analista para indicar que tomaría
tiempo ver cómo se reacomoda la demanda en este nuevo mercado.
“Sin dudas el BCRA
se las está arreglando bien para recomprar reservas aunque la principal razón
es que las importaciones siguen acotadas porque la mayoría se paga en cuatro
cuotas de 25% cada una, cada 30 días. De allí que el mercado espere que a
partir de enero comience a acelerar el crawling-peg para no desalentar a la
oferta”, coincidió el economista Fernando Marull (FYMA).
En el mismo sentido
el economista Andrés Borenstein, de Econviews, explicó: “Mientras no haya pagos
por importaciones, cazan en el zoo. Los datos del día lo confirman: el BCRA fue
casi el único comprador”.
Un largo camino
Claro que para
recomponer su tenencia neta de reservas, que arrancó negativa en US$11.000
millones, necesitaría mantener esta performance por unas 60 ruedas más.
Se trata de un
objetivo complejo porque con el transcurso de las semanas puede ir mermando la
oferta, dado que comenzarán a bajar las liquidaciones vinculadas con la cosecha
de trigo y habrá que ver si el tipo de cambio oficial –que este mes se ajustará
apenas 2%, no pierde atractivo para los exportadores– mientras, en paralelo, se
irá normalizando la demanda importadora.
Por eso no se puede
establecer aún si este nivel de compras es sostenible. “Es algo difícil de
saber hoy: en estos momentos está favorecido por el esquema de tasas en un
marco de estabilidad cambiaria tras la devaluación y en tiempos en que la
demanda de pesos es estacionalmente alta. Pero no daría por sentado que pueden
seguir acumulando reservas a este ritmo indefinidamente. Ya enero puede ser más
áspero”, opina el economista Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos.
La nueva gestión
del BCRA, encabezada por Santiago Bausili, definió como un objetivo la
recuperación en el nivel de reservas internacionales líquidas, tenencia que
–según estimaciones privadas– recibió negativa en unos US$14.000 millones.
Incluso el “Nuevo
marco de política monetaria y cambiaria” explica que el sinceramiento cambiario
dispuesto la semana pasada apuntó a “incentivar la producción y la exportación”
y a desincentivar a las importaciones, que se habían incrementado
“artificialmente” dada la magnitud que había vuelto a alcanzar el atraso
cambiario.
La fuerte compra
ocurrió en una rueda en la que el BCRA convalidó otro avance de $0,55 del dólar
mayorista vendedor, que cerró a $804,75. Así, “en la semana que finalizó el
dólar mayorista acumuló un alza de $3,65 respecto al cierre del viernes
pasado”, hizo notar el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios. De esta forma,
se sigue moviendo a un ritmo en torno al 2% en el mes, como había sido
anunciado. ß LA NACIÓN |