Les aviso que
viene más, pronto se van a enterar”: de esa forma, el presidente Javier Milei
anticipó ayer que el megadecreto de reforma económica tendrá continuidad en el
futuro con nuevas medidas.
El Presidente
reveló que el próximo capítulo apuntará al Congreso. “Vamos a llamar a
extraordinarias y enviar un proyecto de ley para la modificación del Estado”,
aseguró ayer en declaraciones radiales.
El mandatario dijo
que dentro de sus propias filas “estaban sorprendidos por el nivel de
profundidad” de las medidas explicadas en cadena nacional.
Al mismo tiempo, y
frente a las señales de resistencia en el Congreso, Milei lanzó advertencias a
los diputados y senadores que no lo apoyen en el Congreso con sus reformas:
“Quedarán en evidencia frente a los argentinos quiénes están en contra del
progreso y quiénes son casta. Acá es ganar libertades, competitividad y
bienestar en términos de mejores bienes a mejor precio”. Y a continuación
remarcó: “Esto es win win para todos salvo para la casta, entonces levantar la
mano [en el Parlamento para apoyarlo] va a ser lindo, porque vas a estar
dejando los dedos sucios”.
Al referirse a los
cambios que impulsa, el presidente añadió en diálogo con Radio Rivadavia:
“Hemos detectado, entre leyes, regulaciones y demás normativas que dificultan
el funcionamiento de la economía y una sociedad libre, cerca de 380.000
regulaciones. Queremos desmontar esa máquina de impedir”. Y respecto de las
repercusiones que tuvo el anuncio en la sociedad, con varias manifestaciones en
las calles y cacerolazos en distintos puntos del país, el Presidente opinó que
“puede ser que haya gente que sufra el síndrome de Estocolmo, que están
enamorados del modelo que los empobrece”. “También hay gente que mira con
nostalgia, amor y cariño al comunismo”, agregó.
La respuesta a
Fernández
Uno de los primeros
dirigentes en criticar el megadecreto fue el expresidente Alberto Fernández,
quien dijo que “la república está en riesgo”. “Está en riesgo con el populismo
y no con libertad”, afirmó Milei.
“El corazón del
entramado regulatorio tiene que ver con atacar los efectos, pero no las causas.
Sistemáticamente, hemos hablado del modelo de la casta que tiene una
consecuencia en déficit fiscal. Tenés que financiar con deuda, emisión o con
impuestos y después, cuando aparecen los efectos no deseados, generas
normativas que intentan reparar sobre el efecto y no la causa”, ahondó el
Presidente.
Después, al
referirse a una frase pronunciada por el exvicepresidente del Banco de la
Nación Argentina Lucas Llach, quien señaló que el paquete es “market friendly”,
respondió: “El paquete no es en favor de las empresas, es en favor del
mercado”. Asimismo sumó: “Una cosa es que hagas un paquete a favor del mercado
o de las empresas, pero en el mercado las dos partes ganan” y puso como
ejemplo: “El derogar [el programa] Compre Argentino, la promoción industrial y
comercial favorece a la gente y se cierran determinados quioscos”.
“A la persona de
clase media le digo que se va a beneficiar con la baja de la inflación, la
mejora de la economía y que va a tener un mejor trabajo y nivel de vida. Lo que
estamos haciendo es mejorar la macroeconomía. Es un paquete de estabilización
que tiene muchas cosas que no me caen simpáticas, pero es para resolver la
inflación. Acá sí hay emergencia. Me da gracia que los kirchneristas digan que
no había emergencia”, continuó Milei en la entrevista radial.
Tras ello el
mandatario dijo que en la segunda semana (de su gobierno) los precios crecieron
18,1%. “Si no hacíamos corrección monetaria para que el Banco Central dejara de
emitir dinero, la Argentina estaba sentando las bases para una hiperinflación”,
explicó, y aseguró que “eso no terminaba bien”.
Milei reconoció que
algunas de las medidas son “antipáticas”, pero indicó que el “60% del ajuste
esta vez cae sobre el Estado”. Ante la consulta de si va a subir el precio de
todo y va a haber un problema de precios en el mercado, el Presidente indicó que
“no sincerar los precios va a un resultado peor”.
Respecto del
derecho de huelga, el titular del Ejecutivo explicó que hay servicios
esenciales, como la educación, en los que “ya no podés perder días de clases
porque es irreparable a largo plazo”. “Es un bien esencial, no puede haber
paro. Tanto en educación como en salud tienen que dejar un 75% de los servicios
garantizado para cumplir con las horas porque si no, estamos hipotecando el
futuro”, se explayó. LA NACION
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