Por Mirta
Fernández - La reacción del mercado fue positiva tras la devaluación y el paquete de medidas anunciados por el ministro de
Economía Luis Caputo lo que se reflejó en que la brecha
cambiaria entre los dólares paralelos y el oficial se desplomó en la última
semana por debajo del 30% algo
que no ocurría en casi cuatro años.
El dólar blue cerró el viernes en $970 con
lo cual bajó $20 en la semana, y los analistas prevén que continuará la calma en los próximos días y se moverá en un
rango entre $900 y $1.100 en la segunda quincena del
mes.
A su vez, las
divisas financieras, Contado con Liquidación (CCL) y MEP también tuvieron
tendencia bajista luego de la devaluación en un escenario de mayor liquidación
por la mejora del tipo de cambio, y menores restricciones para operar.
No obstante, los
analistas afirman que la estabilidad de los dólares paralelos dependerá de que
no haya alguna medida que sea mal recibida por el mercado dentro del paquete de
normas que se enviará al Congreso, y de la evolución de la inflación.
Dólares paralelos: cuáles son las causas de la calma
La brecha entre el dólar blue y el tipo de cambio oficial se ubicó el
viernes en 21,1%, el menor
nivel desde enero de 2020, lo que muestra un fuerte derrumbe frente al 192% que
alcanzó el martes previo al anuncio de la devaluación cuando el dólar informal
cerró en $1.070. Así, el blue acumuló una baja de $100 desde el salto
devaluatorio. En tanto, la brecha entre el dólar oficial y el
CCL. que el viernes finalizó en $993,16, y el MEP que cerró en $993,73,
quedó en 23,97%, y 24%, respectivamente.
Los analistas
de PPI atribuyeron la comprensión de la brecha cambiaria a
que "el plan fiscal de Caputo resultó creíble para el mercado" y
a la "fuerte liquidación de los exportadores" por la mejora del
tipo de cambio y el nuevo dólar exportador que permite liquidar 80% al dólar
oficial y 20% al CCL.
El analista
financiero Christian Buteler consideró que la causa de la caída del
blue y de los dólares financieros se debe a "que la promesa de un
ordenamiento fiscal lo que implicaría tener menos emisión de dinero, y abrir a
los importadores la posibilidad de operar sin problemas, tuvo un impacto
positivo". Y recalcó que "las menores restricciones sobre el
MEP y CCL ayudan a la
calma".
"Yo siempre digo que la brecha no es que se baja
subiendo el dólar oficial sino teniendo menos pesos y menos controles. Este
programa busca que los pesos no crezcan y eliminó algunas restricciones. Y el
mercado reaccionó bien",
argumentó.
Fernando Baer,
economista jefe de Quantum Finanzas también vinculó la calma de los dólares
libres a que el mercado "mostró cautela, pero también una sensación
de credibilidad en lo que se va conociendo del programa". Y enfatizó
que "todavía hay restricciones para operar en mercados, pero empiezan
a aparecer señales más claras de corrección de los desequilibrios, precios
relativos, pero sobre todo monetario y deuda con importadores".
A su vez, el
analista financiero Franco Tealdi relacionó la estabilidad de los
dólares financieros "a la buena reacción del mercado a las medidas,
aunque también ayudó el contexto externo: el mensaje ultra dovish de la FED, donde dejó prever recortes de tasas
para el año próximo contribuyó a todos los activos de riesgo entre ellos los
emergentes (monedas, bonos y acciones)".
Por su parte, el
economista Federico Glustein adjudicó la caída del blue "a que
el mercado empieza a ver que se resuelve parte del faltante de divisas y
también porque hay muchas operaciones de ventas" típicas de este época
para cubrir la mayor necesidad de pesos por gastos como pago de aguinaldos,
vacaciones, etc.
Dólares paralelos: ¿continuará la calma en la segunda quincena del mes?
Buteler prevé que la calma del dólar blue "puede
extenderse en lo que queda del mes, si se cumple que no haya una emisión de
dinero descontrolada, si no salen con aumentos de sueldos fuera de lo habitual para el sector
público". Y desestimó que el cobro del aguinaldo en los próximos días
pueda impulsar una escalada.
"El aguinaldo
no va a ir a la compra del blue sino que se va ir en intentar disminuir el
impacto de la suba de los precios", opinó. Así, Buteler proyecta que el
blue se mueva en un "rango de entre $900 y $1.100 en los próximos 15
días".
El analista sostuvo que "parte del plan del
gobierno es provocar una fuerte recesión para que los precios se calmen, y
también para que la gente consuma los dólares que tenes ahorro, lo que se traducirá en ventas, y que eso traiga más oferta en el MEP y en
el blue, y eso ayudaría a mantenerlo tranquilo".
De todos modos,
Buteler dijo que "van a seguir lanzando medidas, si en los próximos días
sale alguna medida que el mercado la puede tomar a mal, puede cambiar el
escenario, esto es día a día".
En ese marco, acotó que un factor a monitorear será el
paquete de leyes que se enviará al Congreso: "si hay una sorpresa ahí
puede haber una reacción de los dólares paralelos; en esa normas hay subas de impuestos, y este
programa cierra subiendo ingresos para no tener déficit, si eso no se aprueba y
el mercado ve que vas a tener que seguir recurriendo a la emisión podes tener
un cambio en este panorama (de estabilidad cambiaria)".
Por su
parte, Glustein proyecta que en la segunda quincena de diciembre el
blue "estará abajo de $1.000 mientras que los dólares financieros rondaran
levemente arriba de ese valor". Y concordó que "probablemente esta
calma continúe la próxima semana a menos que haya nuevas medidas que cercenen
la tranquilidad, como podría ser una suba confirmada de retenciones".
Asimismo Tealdi destacó que "el mercado
estará muy atento a cómo evolucione la cuestión fiscal, ya que es el ancla
del programa: si marcha bien y el gobierno tiene éxito ordenando las cuentas, el mercado reaccionara
positivamente, de lo contrario, pueden venir nuevas turbulencias; inflación y
una nueva devaluación".
Dólar: ¿hay riesgo de otra devaluación en corto plazo?
Caputo aseveró que en el corto plazo no habrá otra
devaluación de la magnitud que se aplicó en la última semana, al esgrimir que ya se ubicó el tipo de cambio en una
línea en la que está en condiciones de contener la inflación rezagada.
Sin embargo, los economistas plantean que la
sostenibilidad cambiaria estará condicionada a la aceleración de la inflación
en los próximos meses. Ante proyecciones inflacionarias con un piso de 25 por ciento para diciembre y 20% para
enero, algunos analistas consideran que un nuevo salto devaluatorio sería
inevitable en febrero o marzo, dado que se habrá licuado la mejora en el tipo
de cambio.
Al
respecto, Adrián Rozanski, director de la consultora 1816 en una charla
virtual advirtió que "cuánto se acelere la inflación va a determinar cuán
sostenible es el nuevo esquema cambiario" que establece en lo inmediato
un crawling peg de 2% mensual.
"Cuánto va a durar eso no lo sabemos. Pero con un
crawling peg de 2% mensual e inflación de 25% en diciembre y enero, lo que a
priori luce optimista, en apenas dos meses el tipo de cambio real pasaría de $800 a la zona de $530 en términos reales",
reflexionó.
En ese marco, Rozanski juzgó que "la pregunta es en qué
momento se deja ese 2%, que creo será más temprano que tarde" porque
"cuánto más lo estire el gobierno más probable es que esto termine en un
salto (del tipo de cambio) que es difícil de evitar". Y especuló: Tal vez
no está tan mal para este programa si
terminamos en otro salto, pero que es un salto de muchísima menos magnitud que
el de ahora, que haya saltitos más chiquitos quizás es la idea no explícita del
gobierno", especuló.
A su
vez, Glustein evaluó que "una nueva devaluación es inevitable
con una inflación del 20% mensual para los próximos 3 o 4 meses". Y cree
podría "suceder en febrero o marzo otra devaluación que potencialmente
sería más baja".
Para Baer "la
corrección cambiaria del oficial del 2% podría ser revisada a la luz de cómo
venga la inflación y el ritmo de resolución del desequilibrio monetario".
Y acotó: "veo más probable una aceleración (del crawling) en algún
momento, pero no descarto una nueva corrección".
De igual mirada,
los analistas de Delphos Investment creen que "la aceleración
inflacionaria tarde o temprano terminará por evaporar gran parte de la
competitividad cambiaria conseguida, lo que obligará a acelerar el ritmo actual
de devaluación".
La
consultora Outlier coincidió con ese diagnóstico: "en función a
las expectativas de inflación para los próximos meses, el crawling peg
del 2%, podría ser insuficiente; esto implica que en algún momento
deberían acelerarlo para evitar llegar a la previa a la cosecha con un tipo de
cambio real efectivo para exportadores y productores mucho menor inicial y
con márgenes más magros"
Por su parte, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go,
opinó que "podría llegar a haber una segunda
devaluación y unificación con un acuerdo con el FMI en el segundo trimestre de
2024, quizás tengan que devaluar un 25%-30% que va a ser la diferencia entre la
devaluación y la inflación acumulada en estos meses". IPROFESIONAL |