Por Mariano
Boettner - El ministro de Economía Luis Caputo almorzará este lunes
con dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) para
explicarles los fundamentos del plan económico que puso en marcha el miércoles
pasado y que tuvo un primer impacto inmediato en los tipos de cambio a los que
la industria puede importar y exportar, junto con un plan ideado en el
Banco Central para desarmar el stock de deuda comercial de ese
sector.
Esa agenda urgente
del jefe del Palacio de Hacienda estará rodeada de otros elementos en la
relación que el gobierno de Javier Milei busca tener con el
empresariado fabril. En ese campo de acción aparecen iniciativas para desregular una
serie de normativas como los acuerdos de precios, la ley de abastecimiento o la
de góndolas, pero también la idea de una apertura comercial rápida, algo que
provocó siempre resquemores entre los directivos industriales. En la UIA son
cautos sobre la reunión de este lunes y buscarán respuestas a las
preocupaciones principales del sector manufacturero. .
El sistema de importaciones
SIRA, que otorgaba plazos de pago con dólares a precio oficial de acuerdo al
tipo de compras al exterior, fue reemplazado ya la semana pasada por un nuevo
marco regulatorio. Las SIRAs fueron eliminadas pero los plazos de acceso a
divisas fueron mantenidos, también con una discriminación según qué
tipo de importación se trate.
Los primeros días
de Milei tuvieron un primer impacto inmediato en el tipo de cambio al que la
industria puede importar y exportar, junto con un plan ideado en el Banco
Central para desarmar el stock de deuda comercial de ese sector
Y una iniciativa
que en el equipo económico consideran innegociable es la eliminación de
licencias no automáticas. Todas las importaciones solicitadas, así, serían
aprobadas sin ese filtro previo.
El presidente de la
Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, recibirá este mediodía
a Luis Caputo. EFE
Un día después del
anuncio del plan económico inicial de Milei y Caputo, el Banco Central publicó
una comunicación en la que daba forma a un bono (Bopreal) que
colocará la autoridad monetaria en favor de los importadores que acumulen deuda
comercial.
Se trata de un
título del BCRA que será suscripto en pesos pero que será pagadero en
dólares con un plazo máximo de 2027 y que devengará una tasa de
interés de 5% anual como máximo, aunque su interés será determinado
durante las licitaciones que haga la entidad que preside Santiago Bausili.
Los importadores
podrían vender esos bonos en el mercado secundario, cobrar en moneda
norteamericana en la fecha de finalización o presentarlos para su rescate por
el BCRA, aunque a cambio de pesos. Pero, a diferencia de un bono dollar
linked, si se cobrara en su finalización, el Bopreal no pagará en pesos
equivalentes sino que los tenedores recibirán dólares. Todavía no fue
anunciado en qué momento se realizarán las licitaciones.
En este punto el
Poder Ejecutivo sí buscará aplicar un filtro. El Gobierno cree que parte
del stock de deuda comercial de los importadores, que entre los dirigentes
industriales calculan por encima de los USD 40.000 millones, se trata en
realidad de pasivos “intra firma” que podrían ser refinanciados de
otra manera. En los últimos días la Secretaría de Comercio e Industria comenzó
a trabajar en un mecanismo para pasar en limpio ese número.
El Banco Central
anunció la puesta en marcha de un bono para importadores con deuda comercial
con sus proveedores del exterior
Los empresarios
industriales plantearon en una encuesta reciente realizada por la UIA cuáles
son sus preocupaciones centrales en un contexto en que la actividad fabril
empieza a mostrar claros frenos por las trabas a las importaciones. “Se
mantuvieron las dificultades en la gestión y sobre todo en los pagos
de SIRA y SIRASE para la importación de bienes y servicios necesarios para la
producción, situación que tensionó la cadena de proveedores, la disponibilidad
de insumos y derivó en un aumento de la deuda comercial”, aseguró un
documento de la UIA.
La encuesta,
publicado este mes pero realizado entre industriales durante la primera
quincena de noviembre, antes de la victoria de Milei en el balotaje, marcó que
“las expectativas para el próximo año mostraron un retroceso, luego de la
mejora que se había visto a mitad de año”.
El Gobierno cree
que parte del stock de deuda comercial de los importadores, que entre los
dirigentes industriales calculan por encima de los USD 40.000 millones, se
trata en realidad de pasivos “intra firma”
El plan Caputo
también tuvo una repercusión en el tipo de cambio para el comercio
exterior: las importaciones de todo tipo (bienes o servicios) comenzaron a
costar $940 por dólar tras la aplicación de una alícuota de impuesto
PAIS diez puntos porcentuales más alto que antes, de 17,5 por ciento. Ese
reajuste en la estructura de costos de la producción también podría
implicar tensiones adicionales a la inflación.
El dólar
exportador, por su parte, estará marcado por un esquema de 80-20, por el
cual el 80% es liquidado en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC) y el 20%
restante en el contado con liquidación, lo quedaría como resultado un tipo de
cambio de $860. A cambio de ese salto competitivo por la devaluación, el
Gobierno de Milei aumentó la alícuota de derechos de exportación a
las ventas al exterior, con un piso de 15 por ciento.
Tal como anticipó Infobae, Comercio e
Industria ya había tenido el jueves pasado una reunión introductoria con
directivos industriales en que les anticipó que buscará derogar la
ley de Abastecimiento, la ley de Góndolas, el Observatorio de Precios que fue
creado a fines de 2015 y que terminará con el programa Precios
Justos a fin de año. INFOBAE
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