Por Carlos Lamiral - El ministro de Economía, Luis Caputo,
enfrentará este miércoles una prueba de fuego ante el mercado. Ese
día, el titular del Palacio de Hacienda podrá testear si es posible
desarmar la denominada “bomba de Leliqs” que tanto preocupa al
presidente Javier Milei, pasando los pasivos del Banco Central al Tesoro
Nacional, como ya lo hizo cuando fue titular de Finanzas durante la presidencia
de Mauricio Macri.
En realidad, más
que de Leliqs habría que hablar de pasivos remunerados porque los bancos las fueron dejando
de lado en los últimos días. Ante las dudas que tuvieron por las declaraciones
de Milei en las que aseguraba que era urgente desarmarlas para poder liberar el
tipo de cambio, en la primera semana del nuevo gobierno los bancos cambiaron las
Leliqs que vencen cada 28 días, por pases que se renuevan cada 24 horas.
Pero conocidas las primeras medidas económicas de Caputo, que
se focalizan en un ajuste fiscal de 5 puntos del PBI y en el salto discreto del
dólar oficial a $800, sin que haya anuncios para las Leliqs, los bancos trataron de regresar. Por otro lado, el viernes,
el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, redujo de 126% a 100% la
tasa de pases pasivos, los bancos quisieron posicionarse en Leliqs
que pagan 133% y en la última licitación, Bausili solo aceptó $1 billón y
rechazó $5 billones.
No está claro si el
movimiento fue producto del desorden y la incertidumbre que generó la llegada
de la Libertad Avanza al poder o si fue una obra maestra del engaño: asustar a
los bancos para que abandonen los pasivos remunerados y luego ofrecerles alternativas.
¿Cuál es la alternativa? Bonos del Tesoro en pesos.
El mercado espera
conocer este lunes las condiciones de la primera licitación de deuda a cargo
del secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El jueves por la noche en un comunicado el Palacio de Hacienda
anunció que entre otros instrumentos financieros, se van a
poner a disposición letras con vencimiento a 30 días. Se especula que
podrían ser letras de tasa fija (LEDES) con tasas mensuales del
orden del 15%. El directivo de una sociedad de bolsa consultado por
Ámbito consideró que “hay muchos pesos que quedaron sueltos” luego
de la semana pasada.
Los vencimientos de
diciembre, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC),
ascienden a unos $200.000 millones y la mayoría sería intraestado. También se
supone que el Banco Central dejará de actuar en los mercados secundarios para
sostener “la curva de pesos”, por lo que la participación que haya
en la rueda del miércoles debería ser genuina, sin ayuda de manos amigas.
Hay un problema con
lo que puede pasar desde el miércoles. El analista financiero
Christian Buteler lo ha venido planteando en los últimos
días. “Los pasivos remunerados son una herramienta de contracción
monetaria, los bonos que coloca el gobierno no. Si pasás de pasivos
remunerados a bonos o letras del Tesoro es una expansión monetaria en un
contexto de aceleración inflacionaria”, señala el economista. AMBITO |