El Gobierno de Javier Milei resolvió el pasado
lunes cerrar los registros para exportar granos y subproductos agrícolas. La medida fue tomada por Bioeconomía, la
Secretaría que reemplazó a Agricultura en el marco del rediseño del Estado
nacional.
Así, tras una
algunos días de cierre por parte del Gobierno, el registro de Declaraciones
Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) volvió a abrir sus puertas. Este cierre repentino fue una medida preventiva adoptada para
evitar que las empresas registraran DJVE aplicando el tipo de cambio antiguo y
con el pago de retenciones, ante la posibilidad de una subida en el tipo de
cambio.
El ambiente se
tornó tenso cuando surgieron especulaciones sobre un
inminente aumento en el tipo de cambio, lo que desencadenó una rápida
acción por parte de los exportadores, acelerando el registro de sus
operaciones. Esta prisa generó críticas generalizadas y provocó
estimaciones sobre las ganancias extraordinarias que podrían haber
obtenido.
¿Y las
retenciones?
En el competitivo
mercado de granos, las conversaciones ahora se centran en la posible subida de
las retenciones. Este rumor ha avivado la expectativa de nuevos
registros de operaciones antes de que se aplique el aumento en la alícuota de
retenciones, como estrategia preventiva por parte de los actores del
sector.
Este escenario de
apertura y cierre repentino del registro de DJVE ha puesto de manifiesto la sensibilidad y la rápida respuesta de los agentes
económicos ante los cambios en las políticas gubernamentales. La
incertidumbre persiste en el mercado, ya que los jugadores clave evalúan constantemente las condiciones para asegurar su posición en
un entorno económico en constante cambio. AMBITO |