El gobierno de
Javier Milei realizó el miércoles la tercera suba diaria del dólar más grande
de la historia Argentina (118%),
al devaluar un 54% el peso frente a la
divisa estadounidense. Los
únicos avances del tipo de cambio oficial que se encuentran por encima del
ministro de Economía Luis Caputo son las del gobierno
de Raúl Alfonsín en 1989 ambas, durante
la hiperinflación.
El subidón del tipo
de cambio que realizó el gobierno el miércoles 13 de diciembre al
llevar el dólar mayorista de $366,45 a $800 se suma a la devaluación del peso del presidente saliente Alberto Fernández el 14 de agosto de 2023,
que no llegó al 20%.
El informe de
la CELAG aclara que las subas del tipo de cambio de 1989,
durante la hiperinflación, "responden a que por falta de dólares en el
BCRA las operaciones de cambio no pudieron realizarse al tipo de cambio oficial
incluso para quienes tenían acceso a este mercado, lo que dejaba al mercado
libre como única opción".
De esta manera, la
suba diaria del dólar quedó por encima de la última gran devaluación
argentina, que realizó el ex presidente Eduardo Duhalde, a días
de asumir, el 11 de enero de 2002, pero solo
representó un avance de la divisa extranjera del 60%,
casi la mitad.
Crisis
económica, social y política: 2001-2002
A la llegada de
Duhalde, la crisis era económica, política y social. Antes de él,
pasaron cuatro presidentes: el 21 de diciembre, cuando se va Fernando de la
Rúa, asume Ramón Puerta que era el presidente provisional del
Senado, por línea sucesoria; luego el 23 de diciembre de 2001 la
Asamblea Legislativa elige al puntano Adolfo Rodríguez Saa,
que el 29 de diciembre como no se calmaba la calle y perdió todo apoyo político
decidió dejar su lugar y minutos después Puerta dimitió a su puesto en la
Cámara alta, por lo que la línea de mando quedó a cargo de Eduardo Camaño,
quien era presidente de Diputados, hasta que la Asamblea Legislativa eligió el
1 de enero de 2002 al ex gobernador de la provincia de Buenos Aires.
La situación económica de la Argentina era mucho más
difícil, las mediciones de mayo del 2002 mostraban
que la pobreza llegó al 60% y el desempleo al 21,5% (según el
INDEC) en Argentina, con un país que aún continuaba con el corralito, que restringía la libre disposición
de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas
de ahorros. Sumida en una profunda crisis social, Argentina volvía de saqueos en diferentes puntos del país, estado de sitio, entre otras situaciones. AMBITO |