Por Luján Berardi y
Carlos Manzoni - Luego de dos días de especulación por los anuncios oficiales,
el ministro de Economía, Luis Caputo, detalló ayer las medidas que tomará el
nuevo gobierno, a través de una lista de diez puntos con un fuerte énfasis en
el déficit fiscal.
Las definiciones
estuvieron en consonancia con lo que se venía planteando desde el lunes. Como
sostuvo Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Ecolatina, el
anuncio estuvo dentro de lo esperado en materia fiscal y ratificó lo que el
presidente Javier Milei venía planteando desde su campaña.
También Claudio
Caprarulo, director de Analytica, remarcó esta característica: “Hay similitudes
respecto del discurso del Presidente, en tanto se pone el foco en la herencia
recibida y en la necesidad de un cambio de 180 grados en la economía”, comentó.
En este sentido,
según Gravina, la intención fue llevar la economía rápidamente a un equilibrio
fiscal. “Algunas medidas ya se conocían, otras las esperábamos. Y lo que no se
sabía, pero se sospechaba que iba a pasar, es que no se renuevan los contratos de
empleados públicos que se incorporaron en el último año”, afirmó el
especialista.
El plan tiene un
“corazón fiscal importante”, en palabras de Gabriel Caamaño, economista del
Estudio Ledesma. “Tiene un bloque de ajuste político que es más una
legitimación del proceso: que no se renueven los contratos, la suspensión de la
pauta, la reducción de ministerios y secretarías, es un bloque de legitimación
del ajuste”, sostuvo, aunque también aclaró que esto no aporta un número grueso
al ajuste fiscal.
Respecto de la
cuestión de las transferencias discrecionales a las provincias y la reducción
tanto de obra pública como de subsidios al transporte y la energía sí serían,
según el especialista, la parte “más gruesa en el ajuste”, aunque llevará
tiempo en impactar. “También hay un proceso, tienen que llamar a las audiencias
públicas y demás”, afirmó Caamaño, y recalcó que, en cuanto a la intermediación
para los planes sociales, esto implicaría una licuación y un rebalanceo.
El salto cambiario
fue, también, uno de los puntos claves dentro de las 10 medidas estipuladas por
el ministro. Según Sigaut Gravina, y luego de mucha especulación, “el salto del
dólar oficial a $800 es importante”, aunque hasta hace poco, aclara, las cotizaciones
financieras no se alejaban demasiado de este número. “Busca hacer un
sinceramiento fuerte, tratando de bajar rápido la brecha”, opinó.
Por su parte,
Miguel Kiguel, director de Econviews, opinó que los anuncios fueron positivos:
“Puso el dólar a $800, que es un valor muy razonable, con lo cual es muy
probable que con eso ayude a ganar reservas. Es un buen dólar para los
exportadores”, comentó, aunque aclaró que todavía falta ver los detalles.
El aumento del
precio del dólar implica una devaluación que, para Caamaño, “bien expresada”
sería de más del 50%, al haberse casi duplicado el tipo de cambio. Además, el
anuncio del precio de la divisa extranjera y el desdoblamiento impositivo para
las importaciones con la aplicación del impuesto PAIS, sumado al aumento de los
derechos de exportaciones que no sean agropecuarias, forman parte del “bloque
cambiario”.
Todos estos se suma
nal “impuest azo ”, según el economista :“Unade la presión tributaria que
promete ser transitoria”, agregó.
Este salto
cambiario, como explicita Caprarulo, implicará poner un piso del 30% para la
inflación mensual. Además, afirmó que “la caída en los salarios reales va a ser
importante, así que hay que ver cuál es la estrategia del Gobierno para
coordinar las paritarias”.
El reemplazo de las
SIRA por un nuevo sistema –un registro sin permisos ni discrecionalidad– es un
punto al que le faltaron ciertas precisiones: cómo se hará y en cuánto tiempo.
Sigaut Gravina dijo: “No sabemos todavía cómo va a quedar la alícuota, pero ya
estabas pagando un 15% o 17% arriba del dólar oficial. Si lo aumentan más,
podés tener un dólar casi a $1000 para importadores. Pero hay que ver”. En
algunas cuestiones, el anuncio pareció insuficiente: no se habló del cepo, de
las restricciones ni del control de cambios. “Veremos si hay algo de eso mañana
(por hoy) por el lado del Banco Central”, añadió Caamaño. |