Por Francisco
Jueguen - El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció ayer las primeras
medidas económicas del gobierno de Javier Milei, a las que definió como “un
paquete de emergencia” para intentar evitar, dijo, “una catástrofe”. Una fuerte
devaluación que llevará el dólar oficial a $800 a partir de hoy (que dejará el
dólar tarjeta en $1320) fue uno de los anuncios centrales, junto con una
drástica reducción del gasto público y un ajuste en las tarifas que derivará de
un recorte en los subsidios a la energía y el transporte.
La batería de
medidas incluye la liberación de importaciones (al eliminarse las SIRA) y un
aumento de retenciones a las exportaciones. También se anunció que no se
renovarán los contratos de personal estatal firmados en el último año, y la
suspensión de la obra pública y de la pauta publicitaria por un año.
Fuentes oficiales
agregaron que se intentará revertir los cambios en Ganancias y modificar la
fórmula de ajuste de las jubilaciones.
Caputo admitió que
la liberación de los precios implicará una mayor inflación y advirtió que la
situación empeorará en los próximos meses, con el objetivo de sanear la
economía y solucionar “la raíz del problema”.
Hay expectativas
por la reacción de los mercados.
La motosierra de
Javier Milei implicará no solo una brutal baja del gasto público –de casi 3
puntos del PBI–, sino también un aumento del impuesto PAIS a las importaciones
y también de las retenciones a las exportaciones. El ancla fiscal –creen– será
inmediata: el déficit actual de 5,2% del PBI se eliminará en un año. A eso se
sumará que el Banco Central (BCRA) anunciará hoy un plan para la deuda
comercial de las empresas y los pasivos remunerados de la entidad (Leliq y
pases), con el que buscarán contraer al máximo la cantidad de pesos en la
economía. Además, luego de un salto del dólar a $800, se cuasi fijará el tipo
de cambio con un crawling peg de 2% mensual. La última pata del programa para
bajar la inflación –que subirá en un primer momento– será la recesión.
Fuentes oficiales
contaron además que habrá quitas de subsidios a la energía y transporte desde
febrero próximo, se eliminará la fórmula de movilidad jubilatoria, habrá una
nueva moratoria, un blanqueo y subirán las retenciones de todos los productos
al 15% (menos la soja, en un 30%). Habría una “reversión” de los cambios en
Ganancias y una iniciativa de “adelanto” del pago del impuesto a los Bienes
Personales con una alícuota preferencial. Para contener a los más vulnerables,
se anunciará una duplicación de la AUH y subirá 50% la Tarjeta Alimentar. Parte
de estas definiciones se conocerán hoy con una serie de decretos. Otras
iniciativas deberán ser refrendadas por el Congreso.
El Gobierno
pretende eliminar las SIRA (los permisos de importación), se mantendrá el cepo
cambiario y la economía funcionará, con una actualización, con el presupuesto
aprobado de 2023. Para llegar a marzo, en el equipo económico que conduce Luis
Caputo estiman que las cerealeras –incentivadas por un ancla nominal casi fija
y un nuevo tipo de cambio– tendrán un incentivo a liquidar ya, lo que le daría
un puente de unos US$5000 millones. Las cerealeras pasaron ayer por el Palacio
de Hacienda.
Los dólares tendrán
renovados valores, algunos de ellos confirmados por Caputo en su video grabado.
Para la exportación será de $860 en un esquema para liquidar 80% en el MULC
(con nuevo valor mayorista a $800) y 20% en el contado con liquidación (CCL). Las
importaciones se moverán con un dólar a $940, gracias a un salto del impuesto
PAIS, que pasará de 7,5% a 17,5% (para bienes y servicios). El llamado dólar
tarjeta (pagos en dó-
lares en el
exterior o de servicios en el extranjero) seguirá existiendo, pero con cambios.
Mantendrá las percepciones de Ganancias (a un menor valor) y el impuesto PAIS.
Costará ahora $1320. ¿Qué sucederá con el muy limitado acceso al dólar ahorro?
“No está definido”, dijeron.
En el Gobierno
creen que el impacto del traslado a precios de la devaluación va a ser bajo,
teniendo en cuenta que varios valores ya se habían adelantado –en el Ministerio
de Economía ven correr la inflación de diciembre a un 7% semanal– y porque, por
la recesión, un salto más brusco no sería convalidado por los consumidores, que
ya vienen con seis años de caída en sus ingresos.
Con la suba del
impuesto PAIS, Economía espera recaudar un 0,8% del PBI (este gravamen está
vigente hasta diciembre de 2024); con las retenciones adicionales de 15% a
todos los productos, 0,5%; con una “reversión” de la reforma de Ganancias,
0,4%; con los proyectos de blanqueo, Bienes Personales, y la moratoria, un
0,5%. En total, son 2,2 puntos del producto.
Con relación a los
gastos, se bajará en jubilaciones y pensiones un 0,4% del PBI; con las
transferencias corrientes a provincias se ajusta un 0,5%; con subsidios
económicos, 0,7%; gastos de capital (obras), 0,7% del PBI; programas sociales
intermedios, 0,4%; gastos de funcionamiento y otros, 0,5%, programas sociales
sin intermediarios, 0,3%. En total, 2,9%.
Caputo dijo que no
se renovarán todos los contratos de menos de un año de vigencia en el Estado,
se suspenderá la pauta oficial por un año, se reducirán “al mínimo” las
transferencias discrecionales a las provincias y no habrá licitación de nueva
obra pública.
La reducción de
subsidios al transporte ya la energía mantendrá la segmentación.Se trabajará
para poner el foco de estos subsidios en la demanda y no en la oferta. Se
premiará el ahorro, no se sabe en qué porcentaje, y se castigará el
despilfarro. “Trabajaremos en una redistribución de los subsidios a la
demanda”, explicaron. La idea, detallaron, es que los cambios comiencen a verse
desde febrero. Al mismo tiempo deberán actualizarse las tarifas por el salto de
los precios y también del dólar. El impacto en los valores de los servicios,
siguiendo los tiempos oficiales, se comenzaría a ver recién en el IPC de abril.
La movilidad
jubilatoria se buscará cambiar en el Congreso. Los aumentos a los jubilados y
pensionados serían, según el plan oficial especificado, discrecionales, o sea,
por decreto. La actual ley, dicen, indexa a los seis meses de rezago. En el
equipo económico creen que, con el salto de la inflación en los primeros meses
tras la devaluación (40% en los próximos tres meses), la actual ley
perjudicaría a los jubilados. No obstante, el Gobierno prevé un ajuste de 0,4%
en esa línea del presupuesto. “Tenemos que empezar a desindexar la economía”,
contaron cerca del ministro de Economía.
Todas las
retenciones tendrán una alícuota de 15%, mientras que la de soja seguirá en
30%. El salto de la alícuota deberá pasar por el Congreso. En el equipo
económico consideran que será aprobado, teniendo en cuenta el beneficio
cambiario que tendrán los exportadores con el salto del dólar.
En números que
difundió Economía figura una baja del gasto como “reversión reforma Ganancias”.
No indica cómo se hará, pero parece probable que haya un paso atrás con la
“eliminación” del impuesto que empujó Sergio Massa. No fue confirmado. Por otra
parte, se enviará una iniciativa al Congreso para ir bajando año a año Bienes
Personales hasta 2027. Se buscará que algunos contribuyentes puedan “adelantar”
opcionalmente sus pagos con la alícuota más baja (la que regiría para el último
año). La idea del equipo es que aquellos que tengan dólares en el colchón se
animen a volcarlos en la economía. |