Por Javier Blanco -
Fiel a su indómita naturaleza, el mercado encontró ayer otra manera de intentar
anticiparse a lo que es un secreto a voces: la nueva devaluación oficial del
peso que se cristalizaría apenas asuma la administración Milei. Así, comenzó a
pactar, aunque de modo marginal, valores para el dólar entre 24% y 37,5%
superiores a los $363,70 por unidad que marcó al cierre el mayorista vendedor
($0,70 por arriba del cierre de anteayer).
Se trata de algunas
pocas operaciones que se acordaron de $450 a $500 por dólar, precios que –a su
vez– son entre 23% y 30,6% inferiores a la cotización de $650 con la que se
especuló fuerte en los últimos días.
En especial luego
de un informe de una casa bursátil perteneciente a Ramiro Marra (dirigente muy
allegado a Milei, al punto de que fue su candidato a jefe de gobierno en CABA),
en el que se planteó la posibilidad de una devaluación en dos etapas para tratar
de reducir su previsible impacto en precios.
Los operadores y
analistas cambiarios advierten que sería un error considerar estas operaciones
una señal sobre el futuro nivel que tendrá el dólar oficial desde la semana que
viene, una variable que –se sabe– vuelve a estar muy atrasada pese a la devaluación
del 22% dispuesta por la administración Fernández luego de la derrota sufrida
en las PASO.
“Es puramente un
negocio de tasa de interés”, explica Nicolás Merino, de ABC Mercado de Cambios.
Poco operado
Las transacciones
se cursaron por el Siospel y el MAE, donde se registraron operaciones por
alrededor de US$9 millones a liquidarse el próximo lunes. Fueron negocios
concertados “entre privados”, sin intervención del Banco Central (BCRA), y en
los que “alguno se animó a ofrecer dólar a $750, aunque no encontró nadie que
le convalidara ese valor”, explicó otro operador.
“El movimiento de
puntas del dólar oficial que liquida el lunes fue amplio, pero movió poco
volumen”, coincidió en describir por X el analista Leandro Ziccarelli.
El monto total
operado a ese plazo supone apenas el 3 por ciento de los US$302 millones
operados “de contado” en la jornada, lo que muestra que se trató de negocios
“anecdóticos”.
Sin embargo,
tomaron fuerte valor simbólico al viralizarse el dato por redes sociales, pese
a que lo operado a ese plazo está incluso algo por debajo del volumen que
tradicionalmente se pacta por liquidar en diferido, por caso, cuando hay fines
de semana largos.
En el mercado hay
quienes sospechan que los que ofrecieron el billete a ese valor podrían manejar
algún dato. “Del otro lado encontraron algunos que necesitan cubrirse y no
tienen los pesos hasta el lunes y agarraron viaje”, explican.
“Vemos que son
negocios de tasa. Bancos que pagan spot a $363,6 y venden a $475 al lunes. Eso
te da una tasa de 23% directo”, detalló Merino.
“Fueron
colocaciones de algunos que consiguieron comprar hoy [por ayer] de contado y
aprovecharon para vender para el lunes. Pueden ser bancos porque haciendo eso
no mueven su posición de divisas regulada y se aseguran una ganancia en pesos
del 23% con tasa”, coincidió otro operador.
El precio que
tendrá el dólar oficial el día después de que Javier Milei asuma la presidencia
de la Nación es la principal incógnita que intenta develar todo el mercado.
La certeza de un
nuevo salto devaluatorio del peso está determinada por la calamitosa posición
de reservas que dejará la administración Fernández (negativa en términos netos
en unos US$11.000 millones) y la imperiosa necesidad de ir reconstruyendo esa
tenencia para no correr el riego de recaer en default o terminar de paralizar
la actividad económica ligada a las importaciones.
Pero se fortaleció
luego de que el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, dijo en LN
que sería razonable un nivel de entre $600 y $650 para la divisa.
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