Por Javier Blanco. El nuevo dólar exportador, nacido al calor de las gestiones vinculadas a la transición y luego de que el Gobierno saliente se negara a aceptar el pedido del presidente electo, Javier Milei, de acelerar el desplazamiento del tipo del dólar oficial para facilitar un próximo sinceramiento cambiario, parece no convencer a quienes tienen divisas por liquidar. La conclusión surge de observar que, por segunda rueda consecutiva, los montos operados por la plaza oficial fueron paupérrimos. El total transado apenas avanzó de los US$146 millones de ayer, cuando debutó el nuevo esquema 50/50, a US$152,3 millones hoy ( 4.2%) pese a que los agentes cambiarios y bancos ya habían adaptado sus sistemas a los nuevos porcentajes dispuestos en el decreto presidencial 597/2023 que prorrogó el denominado Programa de Incremento Exportador (PIE) hasta el cambio de administración. “Los pagos de importadores siguen habilitados de a cuentagotas, y aun no se logra ver un aumento de la oferta de los exportadores, a pesar de ser el segundo día del dólar exportación 50/50″ describió Nicolás Merino, de ABC, Mercado de Cambios. “Se trata de los volúmenes más bajos operados en más de dos años y medio, excluyendo los meses de verano cuando es el período de baja estacionalidad de la actividad económica”, advierten los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) que observan en este dato una confirmación de la presunción que habían arriesgado anteayer, cuando se declararon abiertamente “escépticos de que los exportadores adhieran a este renovado programa debido a la perspectiva de una salida rápida del cepo a partir del 10/12″. “El BCRA había logrado comprar más de US$120 millones en algunos días de la semana pasada con importaciones muy pisadas como ahora pero cuando los exportadores liquidaban a un tipo de cambio exportador 20% inferior (alrededor de $512 versus $638 de ahora), era ante la perspectiva de un Massa ganador que no removería los controles cambiarios en el corto plazo. Luego del shock político de este domingo aún ese incentivo se diluyó”, explican. Los datos que se manejan en el mercado muestran que el stock de liquidaciones potencial del campo es bajo: se estima un remanente en torno a los US$2800 millones. Pero se sabía que la incertidumbre ante el cambio de gobierno, en un contexto de reservas nulas, condicionaría a la oferta. Después de todo, quienes tienen dólares por ingresar, aun cuando en este esquema están obligados a hacerlo en distintos plazos, saben que, ante esta situación, el tipo de cambio oficial deberá ser corregido más temprano que tarde. Lo visto en las dos jornadas hábiles de esta semana parecen confirmar esa hipótesis, en especial luego que el Gobierno decidiera mantener en torno al 4% mensual el ritmo de deslizamiento del dólar de referencia (que hoy cerró a $356,45, apenas $0,50 por encima del cierre de ayer): en ambas ruedas, con apenas US$298 operados, el BCRA penas pudo comprar unos US$8 millones para sus reservas. “Los operadores siguen atentos a la marcha del saldo que tiene las intervenciones del BCRA en esta etapa de transición, por lo que implican para la posición de reservas netas ante el delicado contexto”, explicó el analista financiero Gustavo Ber. Como estos datos no son buenos parece natural que “los dólares financieros continúen reacomodándose al alza, aún con situaciones poco habituales como que el dólar MEP se ubica por encima del dólar CCL, ya que se reconoce que aún cuando dicho tipo de cambio actual resulta alto debería al menos seguir acompañando en este contexto a la elevada inflación”, sostiene.
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