Por Javier Blanco -
Tres meses después de haberlo congelado, al tiempo que convalidaba más tipos de
cambio diferenciales, el Gobierno procederá hoy a mover el dólar oficial, que
había fijado en $350. De esta forma, dispondrá una devaluación del peso del
0,86% en el día y de allí en más volverá al es quema de mi ni de valuaciones o
crawling peg, actualizándolo un 3% en lo que resta de noviembre.
El esquema, que
había sido anticipado por el ministro de Economía y candidato presidencial,
Sergio Massa, y acordado con el FMI, fue convalidado ayer en el mercado
mayorista oficial, donde ya se pactaron operaciones a liquidarse efectivamente
hoy a $353,50, luego de haber transado las del día a $349,10/$350,10 por unidad
para la compra y la venta.
El descongelamiento
llega cuando el tipo de cambio real contra una canasta de monedas que mide el
BCRA está en 82,5 puntos, su menor nivel en más de seis años, y atrasado en
17,5 puntos con respecto al nivel 100, considerado de “equilibrio”. A ese nivel
de retraso llegó tras haber arrancado la administración de Alberto Fernández en
124 puntos y haber saltado de 96,1 a 116,1 puntos luego de la devaluación
dispuesta tras las PASO. Con la inflación disparada desde entonces, analistas
privados calculan que el dólar tiene un atraso del 38% respecto de los precios
y que la medida de hoy no hará crecer la oferta de divisas.
Tres meses después
de haberlo dispuesto –mientras convalidaba a la vez más y más tipos de cambio
diferenciales–, el Gobierno procederá hoy a mover el dólar oficial, que había
congelado en $350: devaluará el peso 0,86% en la jornada y, de allí en más volverá
al esquema de minidevaluaciones o crawling peg, actualizándolo un 3% en lo que
resta de noviembre hasta finalizar el mes.
El esquema, que
había sido anticipado días atrás por el ministro de Economía y candidato,
Sergio Massa, y antes por su segundo en esa cartera, el economista Gabriel
Rubinstein, fue convalidado ayer en el mercado mayorista oficial, donde se
pactaron operaciones a liquidarse hoy a $353,50, luego de haber transado las
del día a $350,10 por unidad para la venta. Son “quince centavos por encima del
cierre de ayer”, apuntó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios, tras haber
detectado el reacomodamiento ya convalidado.
Las empresas y
operadores que se lanzaron a concretar estos negocios no sólo conocían los
dichos previos de los funcionarios al respecto, sino que además contaron, según
confesaron algunos de ellos a la nacion, con “guiños oficiales”.
El esquema de
salida del congeco lamiento cambiario, resuelto tras el salto del 21% dispuesto
tras la últimas elecciones primarias, ya había sido adelantado al mercado por
funcionarios de Economía al tener que responder críticas por esa estrategia y
su impacto sobre la inflación y tratar de aplacar expectativas sobre un nuevo
salto devaluatorio.
El primero en
manifestarse al respecto había sido Rubinstein, al salir al cruce de
proyecciones realizadas por su colega Carlos Melconian, quien –en su carácter
de referente económico de la entonces candidata Patricia Bullrich– había dicho
cuatro jornadas antes de las elecciones presidenciales que el “día después” el
dólar oficial debería ya estar a $500.
“El 23 de octubre
el dólar oficial estará en $350. Ya todos se han percatado, en el país y en el
exterior, que sin un monto de dólares significativo para controlar el
financiero, la maxideva no sirve. Y desde el 15 de noviembre, crawl al 3%
mensual”, le contestó por la red social X (ex-Twitter), dando la primera
“pista”.
La segunda, que
completó el esquema de salida ideado, la entregó el propio ministro Massa en
una entrevista concedida a LN a comienzos de la semana pasada. “No [va a haber
devaluación]. Porque hay establecido un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) de que el 15 de noviembre, antes del balotaje, empiece el
crawling peg. El primer día de crawl son $3, $3,53, para aquellos que especulan
con el dólar futuro”, detalló aquel día.
El descongelamiento
llega cuando el tipo de cambio real multilateral –según estadísticas del propio
BanCentral (BCRA)– está en 82,5 puntos, su menor nivel en casi 7 años y
atrasado en 17,5 puntos con respecto al nivel 100 o de “equilibrio”.
A ese nivel de
retraso llegó tras haber arrancado la administración de Alberto Fernández en
124 puntos y haber saltado de 96,1 a 116,1 puntos luego de la devaluación “sin
plan” tras las PASO, es decir, antes de resultar fuertemente esmerilado por la
inflación del 33% que provocó en los tres meses siguientes dado el rápido
traslado a precios que se produjo.
Y cuando la hoja de
balance del BCRA muestra un deterioro sólo similar a los peores momentos de los
años 80 y su posición de reservas es la peor de los últimos 30 años, a pesar de
que –tras las elecciones– se bloqueó a buena parte de la demanda importadora
para que no sólo deje de vender sino que además pueda recomprar unos US$700
millones.
“A esta altura se
vuelve necesario ajustar de alguna manera el tipo de cambio oficial. Desde la
devaluación del 14 de agosto, como resultado de la inflación creciente y el
dólar pisado, el tipo de cambio se apreció 38%. Y ajustado por inflación hoy es
13,7% más bajo que el vigente en la previa a las PASO”, explica el economista
Nery Persichini, de GMA Capital.
“Está en su nivel
más bajo desde 2017 y se acerca a alcanzar el nivel que dejó el segundo mandato
de CFK”, acotó al hacer referencia a la fascinación que los distintos gobiernos
parecen tener con el atraso cambiario, dada la manipulación que le permite hacer
de la presentación de algunas estadísticas públicas.
“El tipo de cambio
real de competitividad sería hoy de $484, lo que revela que el referencial a
$350 quedó muy atrasado. Era una situación insostenible. El descongelamiento al
que proceden ahora es porque lo tenían pactado con el FMI, pero parece más una
mímica porque el esquema de crawling peg planteado no alivia para nada el
desequilibrio ni hará que aparezcan la oferta de dólares. Es un esquema
temporal para la transición nomás”, advirtió el economista Sebastián
Menescaldi, director de la consultora EcoGo.
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