Sábado 11 - Por Javier Blanco - El acceso de los importadores al mercado oficial de
cambios habría caído otro 30% en el último mes, algo que explica que el Banco
Central (BCRA) pueda haber reportado saldos favorables por sus intervenciones
al cabo de las 14 ruedas posteriores a las elecciones que consagraron
“finalistas” a Massa y Milei.
La estimación,
realizada por los analistas de la Consultora 1816 cruzando datos sobre los
volúmenes operados por la plaza de contado y la distribución de la demanda (la
privada y las recompras del ente monetario), es compartida por los operadores,
agentes y encargados de comercio exterior de las empresas, que día a día
comparten las penurias que enfrentan para acceder al dólar congelado desde hace
casi tres meses a $350 y –por lo mismo– considerado “en liquidación”.
No es para menos:
medido en términos reales según el índice de tipo de cambio real multilateral
que elabora el propio BCRA (ubicado ya en 83,6 puntos, 32,5 puntos por debajo
de los 116,1 puntos alcanzados tras la devaluación post-paso), el dólar oficial
a ese valor es el más barato de los últimos seis años.
Esuna“oferta”que–valerecordar–
está en sus últimos días, a juzgar por lo dicho por el ministro y candidato,
quien aseguró esta semana que el miércoles 15 vuelve el crawling peg y que ese
día el dólar oficial subirá $3 ( 0,9%), aunque no dio pistas sobre qué sucederá
después.
“Sea como dijo
Massa o como antes había dicho el viceministro Gabriel Rubinstein (que habló de
un ajuste del 3% mensual) no hay dudas de que se vuelve necesario ajustar el
tipo de cambio. Desde la devaluación del 14 de agosto, como resultado de la
inflación creciente y el dólar pisado, el tipo de cambio se apreció 38%”, acota
el economista Nery Persichini, de GMA Valores.
El bloqueo
administrativo
Las nuevas trabas
para acceder al mercado oficial esta vez no surgieron de una ampliación del
cepo en sí (ya casi no queda espacio para agrandarlo), sino de toda clase de
bloqueos de tipo administrativo dispuestos básicamente por la AFIP y destinados
a lograr que el BCRA pueda ir recomprando algunas reservas, ahora que se había
quedado ya sin espacio para seguir vendiendo.
“Las validaciones
siguen trabadas, como venimos contando en casi todas las jornadas, y seguirán
hasta que no lleguen dólares”, explicó repetidas veces en los últimos días el
operador Francisco Díaz Mayer, de la corredora de cambios ABC.
Ese objetivo base
de recuperar reservas, aun a costa de poner en riesgo la actividad –como quedó
a la vista con el reciente desabastecimiento de combustible– fue el que le
permitió recomprar a la entidad que conduce Miguel Pesce unos US$760 millones
en las últimas tres semanas (incluyendo los US$6 millones adquiridos ayer).
Es un ingreso no
desdeñable pero que ni siquiera alcanzó para detener el descenso de las
reservas brutas o totales (cerraron en la víspera en US$20.904 millones) ni de
las netas, hundidas en torno de los -US$11.000 millones tras el último pago de
esta semana al FMI.
“No hay duda de que
la autoridad monetaria compra divisas a costa de reprimir las importaciones. El
volumen operado en MAE en el spot del dólar, el cual puede ser visto como proxy
de la demanda de importadores, se desplomó de US$492 millones diarios el 14/08,
en la antesala a las PASO (media 13 días), a US$289 millones al 07/11”, aportan
en Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Así, la contracara
de esta “racha compradora” del BCRA es una deuda comercial de las empresas
importadoras que ya está en niveles récord y sigue en alza. “Es el lado B” de
la estrategia oficial. Estimamos que la deuda importadora creció US$25.500
millones desde diciembre de 2021 al tercer trimestre de 2023, de los cuales
US$22.300 millones corresponderían a compras en el exterior de bienes y los
restantes US$3200 millones a servicios”, detallaron. LA NACION |