A nivel
mundial, Argentina es el país con el mayor consumo de carne vacuna con 51 kilos por persona al año.
Sin embargo, en los últimos años este consumo comenzó a revertirse. Este
registro es 23,1 kilogramos menor que hace 30 años, cuando el consumo fue de
74,1 kilogramos, es decir que, el consumo de carne vacuna cayó un 31% en ese
período, según un estudio elaborado por UADE.
La caída del consumo de carne vacuna dio espacio al incremento del consumo de pollo y cerdo, evidenciado
que hay un efecto sustitución hacia estos tipos de carnes. En enero de 2017 se
consumían 43,5 kilogramos de pollo y 12,8 kilogramos de cerdo. En septiembre de
2023, se consumieron 45,9 kilogramos de pollo y 16,7 kilogramos de cerdo, es
decir que, durante ese periodo de tiempo, el consumo de pollo creció 5,5% y el
de cerdo un 30,5%.
Carne vacuna:
cuál es la incidencia del precio
Entre varias causas
que pueden afectar al consumo de carne vacuna, el
incremento de los precios y la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos
se encuentran entre las principales.
En septiembre de
2023 el consumo total de carnes (vacuna, pollo y cerdo) fue de 113,6 KG, de los cuales la carne vacuna
representó el 44,9%, el pollo un 40,4% y el cerdo un 14,7%.
En los últimos 6
años y 9 meses, existe una correlación positiva entre la caída del consumo de
carne vacuna y la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos de los
argentinos y los aumentos de los precios. En términos nominales, a principios
de enero de 2017 un kg promedio de todos los cortes de carne vacuna costaba
$114.
En septiembre de
2023, el valor fue de $3.108. Durante ese período, el valor promedio de un kilo
de carne aumento un 2.726%. Tan solo en lo que va del año 2023, el precio promedio de la carne esta cercano a triplicarse, pasando
de valer $1.241 en enero a $3.108 en el último mes.
El precio de la
carne de pollo y de cerdo ha aumentado significativamente, al igual que la
carne vacuna, pero su valor continúa siendo menor (incluso un kilo de pollo
cuesta la mitad que un kilo de carne).
Esta es una de las
razones por las que muchos consumidores optan en el último tiempo por sustituir el consumo de carne vacuna por la de pollo o
cerdo. De todos modos, es para destacar que el consumo de carne vacuna en
Argentina muestra cierta inelasticidad, ya que, a pesar de los aumentos
sostenidos en los precios, el consumo cayó en menor medida
que lo que aumentaron los precios.
Desde comienzos del
año 2021, los precios de la carne vacuna muestran un crecimiento sostenido por
encima de la inflación. En septiembre de 2023, el índice del precio de la carne
medido desde enero de 2017 hasta la fecha mantiene una brecha de 20,3% por
encima del nivel general de precios. AMBITO |