Lunes 6 – Por Salvador Di Stefano - La deuda privada argentina es
de u$s93.400 millones, de las cuales USD 55.400 millones corresponden a
deuda comercial, Y usd 37.954
millones es deuda financiera. De la deuda comercial, la deuda de importaciones
suma USD 36.939 millones, de los cuales USD 20.704 es con acreedores
relacionados y USD 16.235 millones es con otros acreedores del sector
privado.
Si observamos que
las reservas del Banco Central, se ubican en torno de los USD 22.000
millones. Gane quien gane las elecciones presidenciales, no hay forma de lograr
normalizar el flujo de pagos al exterior, salvo un mega préstamo en dólares, lo
que sería algo verdaderamente milagroso.
Sin importar su
signo político, el próximo gobierno no tendrá ingresos importantes de divisas
hasta el mes de marzo o abril del año 2024, con lo
cual pasaremos varios meses con escasez de dólares, que es lo que
hace falta para poder achicar el cepo en la economía argentina.
La Nación y las provincias, en crisis y sin financiamiento
Otro problema que
aparece en el escenario es la falta de financiamiento genuino. La recaudación del mes de octubre
creció el 127,4% anual,
cuando la inflación estimada estaría en torno del 150%. Esto implica una baja
del 22,6% en términos reales. Si la recaudación sigue cayendo, el próximo
gobierno tendrá un grave problema, ya que los gastos son inflexibles a la baja
y no se cuenta con crédito externo.
Un problema
adicional es la salud fiscal de las provincias, si bien hasta ahora no
mostraron déficit fiscal, a futuro puede emerger con mucha fuerza. Las
provincias no tienen el mismo margen de maniobra que el Estado Nacional, no
tienen Banco Central, le resulta imposible acceder a crédito externo, y el
crédito interno es escaso y caro. Como todos los comienzos de mandato
provinciales, seguramente haya una moratoria y suba de
impuestos, pero para que estas medidas tengan efecto es necesario tiempo,
exactamente lo que les falta a los estados subnacionales para enfrentar
los pagos de salarios y aguinaldo de fin de año.
Faltan dólares para terminar con el cepo y, ¿vuelven las cuasimonedas?
Nos encontramos ante un mix de necesidades: faltan dólares
para la importación, escasez de divisas del Banco
Central, y hay un menor flujo de fondos por parte del Estado.
El cepo al dólar
seguirá, más allá de signo político del próximo gobierno.
Esto podría traer
como consecuencia que el cepo al dólar dure más de lo que muchos suponen,
porque recomponer las reservas del Banco Central llevará un largo tiempo. Eso
comenzaría a producirse en la medida que ingresen los dólares
de la cosecha, desde abril
del año 2024 en adelante.
La caída de la recaudación
tributaria a nivel nacional, provincial y municipal, dejará un vacío imposible
de llenar. Sin financiamiento genuino y con necesidades crecientes de dinero
para cerrar las cuentas de fin de año, no debemos descartar moratorias, suba de
impuestos y hasta la emisión de cuasimonedas.
Las provincias ligadas a recursos naturales no deberían
tener grandes problemas, al igual que
provincias que, como Córdoba, hicieron un gran ajuste en sus cuentas y tienen
superávit fiscal. El resto de los distritos deberán moverse afectando a gastos
corrientes recursos que estaban destinados a gasto de capital, lo que traerá
consecuencias en la actividad económica. Quien haya consumido los gastos de
capital, tendrá en la emisión de cuasimonedas un camino a explorar.
Cepo al dólar y más brecha
El cepo al dólar no
podrá eliminarse, gane quien gane las próximas elecciones, y tampoco debemos
descartar un aumento de la brecha cambiaria. Quien lleve adelante
políticas gradualistas tendrá que aumentar la emisión para poder financiar los
déficits del Estado.
El que apunte a medidas de shock tendrá que reconocer de
primera mano tipos de cambios mucho más altos que los actuales. Y si no tiene
reservas suficientes para abrir la cuenta capital, el cepo
continúa.
En este contexto,
comprar instrumentos financieros atados a la inflación, evolución del dólar
mayorista, dólar MEP o contado con liquidación, parece una muy buena elección.
El mercado espera una devaluación post balotaje y ya le
puso precio al nuevo dólar
Las acciones
ligadas a la exportación copiarán la suba. Pero cuidado, la continuidad del
cepo les quitará utilidades, porque exportan con un dólar y pagan sus deudas
financieras con otro. El viejo y querido dólar billete vuelve a ser una
oportunidad para ahorristas sofisticados y no tan sofisticados. IPROFESIONAL
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