Domingo 5 - Por Carlos Keller - Luego de la sorpresa de las elecciones del 22
de octubre, con el triunfo
de Sergio Massa por sobre Javier Milei, el mercado ya comenzó a establecer
nuevos escenarios de gobierno para el 2024. Si hasta hace un mes era cantado
que iba a ganar el candidato de la derecha e iba a aplicar una dolarización,
ahora eso se aleja. Los operadores suponen que el actual ministro de Economía
corre con el "caballo del comisario" con vistas a la segunda vuelta y
en ese contexto entienden que la Argentina va a un escenario de desdoblamiento
cambiario. ¿A qué valor?
De acuerdo con estimaciones de Cohen, la economía
argentina se mueve hoy con un tipo de cambio que promedia los $500, que surge
de una combinación múltiple de dólar A3500 a $350, Contado con Liquidación a 900 y los diferentes dólares con tipo de
cambio "exportador" que permite a las empresas liquidar sus
operación con 30% de dólar financiero. Todo ello hace que los precios en los
que opera la economía impliquen un valor del dólar que está un 40% por
ciento por encima del precio oficial.
El mercado prevé nueva devaluación tras la asunción de un nuevo
presidente
Martín Polo, economista de Cohen, señala que la
extensión del tipo de cambio diferencial para todas las exportaciones dan un
dólar de $510. "Hay un tipo de cambio de $730 para el resto de los importaciones de bienes y servicios y
algunos productos que todavía, como los combustibles que todavía van al A3500.
Con esto, si se ponderan estos tres tipos de cambio por las operaciones que hay
en el mercado, la economía está trabajando con un tipo de cambio más
cercano a los $480 pesos", señaló Polo. Aunque entre los operadores
de mercado se considera que el tipo de cambio oficial es una de las variables a
seguir, en rigor su relevancia para la economía ya es casi nula.
Si se confirman las
previsiones de los mercados sobre un eventual desdoblamiento del tipo de
cambio, en caso de que Sergio Massa asuma el 10 de diciembre, es casi
seguro que se buscará blanquear esta situación que se da de hecho. Lo que
confirma es que se seguirá con el cepo, porque a esta altura todos los
analistas coinciden que si la economía no estalló ya en una hiperinflación es
que hay restricciones de acceso a los escasos dólares que tiene el Banco
Central.
Hasta ahora la
entidad que preside Miguel Pesce vino logrando algo de oxígeno con las divisas
a través de las diferentes versiones del dólar
soja. Pero el recurso se ha
venido agotando. Lo que obtiene se le escurre como arena entre los dedos. Es
por ello que a lo largo del 2023 el Central ha ido cerrando cada vez más el
grifo a punto tal que ya casi no vende dólares.
Un elemento a tener
en cuenta es que el Gobierno se ha venido excusando hasta ahora de que el
faltante de dólares se ha debido a la sequía, pero eso no ha sido tan así. De
acuerdo con estimaciones de Cohen, entre enero y septiembre del año pasado el
campo liquidó u$s33.737 millones, pero este año solo pudo aportar u$s13.844
millones.
La devaluación de agosto se quedó corta
Es cierto que se
perdieron u$s20.000 millones, pero si se toma el rubro energía, el año pasado
perdió u$s4.967 millones de importaciones y este solo u$s686 millones, es decir
que recuperó casi u$s3.300 millones. Por otro lado, el resto de las importaciones
demandaron el año pasado u$s23.733 millones y este solo u$s14.977 millones
(gran parte de ello forma parte de la deuda comercial), mientras
que el Banco Central pasó de tener un saldo favorable en el mercado de
cambios u$s5.000 millones a un desfavorable de u$s1,819 millones.
Lo que indica la
pérdida tan acelerada de divisas es el notorio atraso del tipo de cambio. De la
última devaluación del 14 de agosto, que fue del 22% no quedaron rastros
ya. El tipo de cambio real multilateral
ya quedó atrasado un 10% respecto
de la situación previa.
El consultor
Salvador Distefano señala que los contratos de futuro pactados para este
mes da un dólar implícito de $392. "Esto implica que el
mercado no espera una gran volatilidad del dólar pasadas las elecciones. Sin
embargo, el dólar futuro diciembre se ubica en $657, lo que implica una tasa del 87,7% versus el dólar contado. Esto nos indica que
el próximo presidente podría llevar adelante una devaluación del signo
monetario, luego de que asuma el 10 de diciembre próximo", advirtió
el consultor vinculado con el sector agropecuario. Señala entonces que
"gane quien gane las elecciones,
el único camino es tener un tipo de cambio alto, superávit fiscal y
comercial". "Tenemos que ir a un escenario económico en donde el país
gane dólares para poder capitalizar al Banco Central, y darles más respaldo a sus
pasivos monetarios", señaló Distéfano..
IPROFESINAL |