Por Claudio
Zlotnik - Hay dos postales que sirven para ilustrar la actual dinámica de
la economía. Por un lado, lo que está sucediendo con los precios. Las
consultoras que habitualmente miden la inflación destacan un enfriamiento de la
tendencia. Pero hacia adelante, no hay nada para festejar: el nuevo dólar exportador deparará en un recalentamiento de los
incrementos de los precios.
La otra postal la
ofrece el dueño de una de las principales cadenas de electrodomésticos de la Argentina
que cuenta, en reserva: "Las dos semanas previas a las elecciones
generales fueron las mejores de los últimos años. La gente salió a comprar lo
que había. Si era en cuotas, mejor", cuenta el ejecutivo ante una consulta de iProfesional. "Lo único
que importaba era salir de los pesos", concluye,
¿Cambió en algo esa
dinámica ahora, con el resultado puesto de las elecciones generales y a menos
de tres semanas de la segunda vuelta?
Lo más llamativo se
observa en el mercado cambiario: después de un par de semanas al rojo
vivo, las cotizaciones de los dólares alternativos se estacionaron en torno de
los $900. Nadie duda de que se trata de una brecha insalvable, superior al
150%, imposible para el mediano plazo.
Acá la única
lectura posible fue que el plan dolarizador de Javier
Milei sufrió un golpe
durísimo el domingo de las elecciones. Y que el libertario no podrá llevar
adelante ese esquema, aun cuando lo siga ratificando durante la campaña.
La posibilidad de un cambio de moneda no podría darse sin
dos condiciones básicas: los dólares en el Banco Central; y sin el poder
político suficiente para implementarse. El dato más relevante de las últimas horas es que Milei llevó a
su equipo algunos economistas del PRO -encabezados por Federico
Sturzenegger- que rechazan la dolarización.
El relajamiento del
mercado cambiario no da para festejos. Nadie duda, ni dentro ni fuera del
Gobierno, que habrá una devaluación después del balotaje. Y que el manejo
de ese salto cambiario dependerá del plan económico que el ganador ponga sobre
la mesa.
Los bancos, ¿a salvo de la crisis?
Sin dudas, la idea
dolarizadora de Milei fue una especie de veneno para el sistema financiero. En
pocas semanas, la salida de depósitos totalizó la friolera de $1,5
billones, dinero que rápidamente se convirtió en dólares. No quedaba otra
alternativa si el próximo Presidente planea dolarizar. Hacerlo antes
seguramente sería mejor.
Otra vez: no es que
el candidato libertario no vaya a ganar el balotaje. Tiene 50% de
probabilidades de llegar a la Casa Rosada. Acá la cuestión central es que ya no
tiene tanto margen para llevar a cabo la dolarización. De eso está convencido
el mercado.
Los financistas
respiraron con alivio. Sin embargo, eso no significa que los problemas macro no
desafíen al próximo jefe de Estado. Por delante hay un escenario caótico,
que no puede resolverse desde hace varios años. La última vez, en diciembre de 2017,
terminó en una crisis que aun hoy en día mantiene una dinámica nociva.
"Se renuevan y crecen los plazos fijos en pesos; se
derrumbó el retiro de dólares billetes en las sucursales; crecen los depósitos
en dólares; vuelve el dinero a los fondos comunes de inversión. Todo junto,
desde el lunes. O sea: había 'pánico dolarizador' y eso ahora no está. Al
menos, repito, ahora", remarcó el
director de un banco extranjero a iProfesional dando cuenta del escenario
financiero post elecciones.
De frente a las
próximas semanas, el escenario no aparece despejado de sinsabores.
Para Sergio Massa,
la clave de las próximas semanas es que la cotización del dólar pase lo
más desapercibida posible. Que, aun con una brecha inviable para el mediano
plazo, los valores no vuelvan a escalar por arriba de los $1.000.
Inflación:
los precios vuelan
Los últimos
relevamientos de las consultoras que semana tras semana monitorean la evolución
de los precios apuntan a una desaceleración de los aumentos tras el
pico de agosto y septiembre.
De todas formas. el
nuevo dólar exportador, que el Gobierno anunció el lunes posterior a las
elecciones generales, tendrá un poderoso impacto en los precios internos,
según se desprende de las estimaciones que realizan algunas de las principales
empresas fabricantes de alimentos.
Ese incremento se
dará, en principio, en algunas de las materias primas clave en la elaboración
de productos de la canasta básica alimentaria.
De acuerdo a los
primeros cálculos que se realizaron en esas compañías, el incremento en los
precios de las materias primas arrancaría en el 20% y treparía hasta el 40%.
En los próximos días quedará establecido el impacto de ese
incremento en los productos finales, como harina,
fideos, aceites, entre otros alimentos de la canasta esencial.
El ajuste de los
precios tiene que ver con una cuestión básica: el nuevo dólar exportador
resulta alrededor de un 50% más caro que el dólar oficial de $350 ya
que se calcula un 70% a este último precio pero el equivalente a un 30% del
contado con liqui, que ayer cotizó cerca de los $900.
|