Por Javier Blanco -
La deuda externa del sector privado argentino subió otro 5,43% en el segundo
trimestre del año, con lo que llegó a los US$93.400 millones, el mayor nivel de
la serie estadística reiniciada hace seis años por el Banco Central (BCRA).
Subió US$4809
millones en ese período, impulsada por el incremento de la deuda comercial (que
al 30 de junio pasado ya totalizaba US$55.442 millones, mostrando una suba de
US$11.603 millones, casi 27%, en la comparación interanual), “ya que la deuda
financiera registró cancelaciones netas”, aclara el informe al respecto que
publicó la semana pasada el ente monetario.
Dicho impulso está
relacionado con las normas que obligan a las empresas que actúan en comercio
exterior a conseguir crédito mayoritariamente externo para poder exportar
(prefinanciaciones) o importar, debido a las cada vez más crecientes y
asfixiantes limitaciones que el Gobierno impuso al acceso a divisas en el
mercado oficial de cambios. Todo ante la crisis terminal de reservas que ayudó
a provocar con una muy errática política cambiaria que volvió a hacer eje en el
atraso del tipo de cambio oficial.
“En un escenario de
cada vez más importantes restricciones cambiarias, en procura de administrar la
escasez de reservas del BCRA las compañías se vieron forzadas a aumentar el
financiamiento de sus operaciones de comercio exterior”, describió oportunamente
sobre las razones que impulsan este aumento la consultora Quantum Finanzas.
Se trata
mayoritariamente de financiamiento de corto plazo, algo que surge nítido cuando
se observa perfil vencimientos de deuda externa privada que, incluyendo la
deuda exigible y la que se otorgó sin fecha de vencimiento pactada, mostraba a
fin de junio que en un año las empresas afrontan vencimientos por el 97% de
deuda comercial tomada. Es decir, tienen que devolver US$53.768 millones del
total de US$55.442 millones que deben.
Es otra “presión” a
la que la administración siguiente deberá prestar atención para diseñar
políticas que permitan alguna recuperación de las reservas. El informe oficial
detalla que el total del pasivo externo del sector privado se incrementó en
US$10.070 millones al cabo del último año, algo explicado “por el aumento de la
deuda comercial por
US$11.602 millones
y parcialmente compensado por las cancelaciones de deuda financiera por US$1532
millones”.
Luego detalla que
la deuda externa privada por exportaciones de bienes alcanzó US$7260 millones
entre fin de marzo y fin de junio, mostrando un aumento de US$2032 millones con
respecto al trimestre previo, y la contraída por importaciones de bienes totalizó
US$36.939 millones, creciendo en US$2265 millones en el trimestre y US$8314
millones en la comparación interanual.
A su vez, la deuda
externa por servicios alcanzó US$11.243 millones, creciendo en US$674 millones
y US$1683 millones respecto del trimestre y el año anterior, respectivamente.
El sector más
endeudado con el exterior es la industria manufacturera local, que ya acumula
un pasivo de US$34.190 millones “financiado en más de un 50% por empresas del
mismo grupo (US$18.211 millones)”, es decir, por casa matrices o vinculadas del
mismo grupo. El financiamiento otorgado por otras fuentes privadas a este tipo
de empresas sólo llega a los US$9675 millones. ß |