En
el segundo día del mercado después de las elecciones continuaron las
correcciones al nuevo contexto, con operadores, inversores y ahorristas “sobre
dolarizados” que, ante la certeza de que el Gobierno hará todo lo que esté a su
alcance para mantener a raya la divisa hasta el 19 de noviembre, desarmaron al
menos en parte sus “operativos cobertura”. Aunque la cotización del dólar
libre, con pocas operaciones, no se movió de los $1.100, las cotizaciones
financieras, particularmente el contado con liquidación (CCL), se derrumbó por
debajo de los $900 al cerrar en $888 mientras que el dólar MEP acusó una baja
menos marcada con un precio de $871 al cierre.
Pero
el dato significativo de la jornada fue la falta de intervención del Banco
Central, por la cual hasta la semana pasada había perdido en ese segmento por
más de USD 1.100 millones según cálculos privados. La cifra supera el monto
total de intervención de agosto -otro mes caliente para el dólar y la política-
cuando el Central destinó $870 millones para contener la brecha cambiaria.
También
el mercado bonos, al menos en dólares, compensó parcialmente el lunes negro,
con cotizaciones que rebotaron e incluso, en el caso del AL30, recuperaron 7%
en el día. La mayoría de los analistas advirtió en ese movimiento un rebote
técnico más que una suba ligada a la expectativa que pudo haber generado el
anuncio del ministro de Economía Sergio Massa del día anterior. El funcionario,
quien había criticado el canje de bonos de su antecesor Martín Guzmán, afirmó
estar analizando un esquema de pago anticipado a los bonistas
“Es
un rebote técnico luego de las fuertes caídas del dia de ayer. Si bien Massa
realizó críticas al canje realizado por Guzman, no se puede atribuir la suba de
los bonos soberanos a ello”, afirmó el trader Esteban Monte, quien destacó que
muchos bancos internacionales ya advierten como inevitable una renegociación en
el próximo mandato. Otros analistas, como Sebastian Abdalá, director de PPI,
agregó que en definitiva lo que no se sabe es qué tan agresivo o amigable con
el mercado sería ese proceso. “Hace tiempo que venimos priceando -dentro
de los escenarios posibles- algún tipo de reestructuración de la deuda. Es
decir, esto no es algo nuevo. Lo que sí puede estar en duda es si será más
agresiva o amigable”, sostuvo el consultor financiero.
En
cualquier caso, el punto no parece alimentar la presión cambiaria. En parte, no
sólo porque tras asumir una posición ultra defensiva en las últimas semanas
ante la propuesta de la dolarización, el mercado ahora retrocede en esa
estrategia sino también porque existe cierta expectativa respecto de un mayor
ingreso de divisas. Incluso, si bien la expectativa oficial apunta al ingreso
de los USD 6.000 millones de promedio mensual de las exportaciones, entre los
analistas calculan que el ingreso de divisas se ubicará más cerca de los USD
4.000 millones, de los cuales USD 1.200 millones se canalizarían a través del
dólar financiero.
“Bajó
muy fuerte la intervención, en parte debido a una menor demanda dolarizadora y
también por lo que se espera del nuevo esquema de liquidación. Los inversores
además empiezan a desarmar sus coberturas, lo que aumenta la oferta” (Salvador
Vitelli)
Esto
porque el anuncio del dólar exportador permitirá al sector ingresar 30% de sus
ventas a través del dólar financiero, lo que redunda en una notoria mejora del
tipo de cambio, no sólo incentivaría el nivel de liquidación de dólares, hasta
en mínimos históricos, sino también incrementaría la oferta en el CCL y MEP, lo
que a su vez reduce el costo de intervención del Banco Central en esos
segmentos.
“Bajó
muy fuerte la intervención, en parte debido a una menor demanda dolarizadora y
también por lo que se espera del nuevo esquema de liquidación. Los inversores
además empiezan a desarmar sus coberturas, lo que aumenta la oferta. Es una
combinación de ambos factores”, sostuvo el operador y analista de Romano Group,
Salvador Vitelli.
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