Por Melisa Reinhold
y Sofía Diamante - Tras el primer puesto que obtuvo Sergio Massa en las
elecciones del domingo, el dólar blue cerró ayer a $1100, una baja respecto del
cierre del viernes. También retrocedieron los dólares financieros por el
alejamiento de la posibilidad de una dolarización, según interpretaron los
analistas. Sin embargo, la potencial continuidad del kirchnerismo derrumbó los
bonos, que cayeron hasta 10%.
La sorpresiva
victoria del candidato y ministro de Economía, Sergio Massa, en las elecciones
y la confirmación de una segunda vuelta contra con el libertario Javier Milei
derrumbaron ayer 10% las cotizaciones de los bonos soberanos en el exterior,
luego de que la opción más promercado, Juntos por el Cambio, quedó fuera de la
competencia y se redujo la probabilidad de un cambio de signo político en la
Argentina.
Por otro lado, las
cotizaciones de los dólares paralelos también se desinflaron, luego de que
cayeran las chances de un escenario de dolarización con el retroceso al segundo
lugar del líder de La Libertad Avanza (LLA), quien había sido la opción más
votada en las primarias.
Los títulos
soberanos sufrieron caídas de hasta 10%, con los bonos AL30D y GD38D liderando
las bajas. El riesgo país, que mide la probabilidad de pago de la deuda, subió
más de 8%, a 2611 puntos básicos (había cerrado en 2412 el viernes pasado).
Las acciones
argentinas que operan en Wall Street también amanecieron en rojo, con bajas de
hasta 11% para YPF, 9% para TGS, Pampa Energía y Loma Negra, y 6% para
Banco Galicia y
BBVA. Sin embargo, pasado el mediodía, las cotizaciones repuntaron y
presentaron una caída de 1%. Pampa Energía, TGS e YPF, por ejemplo, lideraron
las bajas con un rojo de 1,66%, 1% y 0,80%, respectivamente, mientras que
Galicia, BBVA y Macro recuperaron todo el retroceso que habían tenido
inicialmente. Esas cotizaciones cerraron sin variaciones.
Con la opción
política más atractiva para el mercado fuera de la competencia por la
presidencia, la reacción inicial de los inversores fue vender activos
argentinos. Las alternativas que quedaron en carrera para la segunda vuelta
significan una continuidad de la política económica actual o un cambio hacia
una opción más radical, a través de la dolarización. Sin embargo, como los
bonos y acciones argentinos ya cotizan en niveles muy bajos, la probabilidad de
que se revaloricen aumenta ante una mayor moderación de las posturas de los
candidatos.
El dólar contado
con liquidación (CCL) “libre” –el que usan las empresas para girar divisas al
exterior– presentó una caída de $175 (-15,8%), a $935. El viernes, ante la
expectativa electoral, había cerrado en los $1110. Se había tratado de un valor
nominal récord, pero también marcó el precio en términos reales más alto de las
últimas tres décadas. Únicamente fue superado por momentos como la Guerra de
Malvinas ($1495, al ajustar por inflación), la híper de 1989 ($2410) y el
“Rodrigazo” ($3018), según un análisis de Fernando Marull, economista de FMyA.
“El escenario
‘sorpresa’ que imaginaba el mercado era que Javier Milei ganara en primera
vuelta. Eso había tensionado mucho al dólar paralelo. Para el corto plazo, no
esperamos grandes cambios en la política económica del Gobierno. Las mismas
medidas para ganar el ballottage”, señaló el analista, quien aventuró que el
dólar paralelo debiera “aflojar en el corto plazo”, ante un “menor riesgo de
dolarización”.
En las calles de la
City porteña, las cuevas retomaron su actividad, tras haber permanecido
prácticamente paralizadas durante la semana pasada. El dólar blue se vendió a
$1100. En la última rueda de cara a las elecciones, había una marcada
distorsión de precios.
Desde el jueves,
las principales casas de cambio informales habían dejado de reportarle a
Reuters el valor del tipo de cambio paralelo, precio que suele marcar el pulso
del mercado. Las pantallas quedaron congeladas en los $900, un dólar de
ficción, por lo que la suba actual representaría un salpedían to de $200 (22%).
Sin embargo, en la peatonal Florida, la realidad fue otra. Los arbolitos que se
desprendían de los billetes verdes pusieron su propia cotización: el viernes
desde $1050 hasta $1250.
El dólar MEP, en
tanto, tuvo dinámica aparte. Si la operación se concretó mediante la
compraventa de bonos AL30, la cotización subió ayer $57 y cerró el día en los
$946,42 ( 5,2%). Fue incluso a pesar de las intervenciones que ejecutó el Banco
Central (BCRA) a través del mercado de bonos para intentar contener el avance.
En cambio, con bonos GD30 (segmento que cuenta con más trabas para operar)
permaneció estable en $899,33.
El analista
financiero Franco Tealdi dijo que los mercados reaccionaron de manera negativa,
ya que “la sorpresa en las urnas prolongará la incertidumbre cuatro semanas
más, y para peor, la opción de ballottage que resultó es la que el mercado
consideraba como el peor escenario”.
“Los bonos en Nueva
York abrieron con bajas de más del 10%, y la competitividad de Massa le da un
incentivo de posponer todo ajuste y acomodamiento de variables, e incluso,
legitimidad para nuevos ‘planes platita’ que agraven aún más las dificultades
macro. Para colmo, el contexto internacional tampoco juega a favor, con la tasa
a 10 años americana tocando 5% por primera vez en, al menos, 16 años y genera
tensiones en mercados emergentes y de riesgo”, comentó Tealdi.
Gustavo Neffa,
director de Research for Traders y Fin.Guru, dijo que los bonos están cotizando
en paridades de entre US$23 y US$29. “El panorama de la apertura fue muy feo.
Obviamente, reacciona a las menores probabilidades de Milei y a las mayores
probabilidades de Massa ser presidente”, dijo. Sin embargo, señaló que se
espera también una menor presión sobre el tipo de cambio, ya que se aleja la
posibilidad de dolarización. “Esto podría darles menos presión a corto plazo a
los dólares paralelos, pero a muy corto plazo. Después va a retomar. La brecha
podría bajar un poco, de 180% a 160%, no más que eso, y de ahí va a mantenerse
hasta las elecciones”, estimó.
Sin sorpresas, como
sí sucedió durante el lunes post-PASO, el tipo de cambio mayorista siguió fijo
ayer en $350. En el Ministerio de Economía habían asegurado que mantendrían
este valor hasta mediados de noviembre, para luego retomar el crawling peg
[microdevaluaciones diarias], a un ritmo mensual de 3%. Así, la brecha frente
al mayorista quedó en niveles del 167% frente al contado con liquidación.
“Los inversores
nuevamente se enfrentan a un resultado inesperado, que a su vez obliga a cuatro
semanas más de puja electoral. Con una situación fiscal, financiera y económica
que requiere ajustes inmediatos, el calendario electoral nos llevará por el
camino de posponer los ajustes necesarios. En este marco, creemos que primará
la cautela que la creciente incertidumbre impone. Esperamos rotación dentro del
mundo accionario, con un claro sesgo bajista. El dólar financiero podría lograr
una mayor estabilidad en el corto plazo, de la mano de las intervenciones
oficiales”, agregaron desde Delphos Investment.
La consultora 1816
también anticipó un escenario de caída de los bonos soberanos. “En primer
lugar, ya no existe el escenario de Juntos por el Cambio triunfando, que era el
más ‘cómodo’ para el mercado. Segundo, aflojará (al menos en el corto plazo) la
demanda de cobertura ‘con cualquier cosa’ de corporativos sin acceso al CCL,
que creemos que fue lo que hizo que los globales se desacoplaran positivamente
de la deuda emergente en las últimas ruedas”, indicaron.ß |