Por Claudio Zlotnik. Anoche después de las 23, a punto de que Sergio Massa se suba al escenario para dar su discurso tras el triunfo en las elecciones generales, uno de los miembros del equipo económico levantó su teléfono para mostrarle a otro de los funcionarios un dato que en otro momento sería marginal, pero que en medio de la corrida cambiaria de las últimas semanas merecía un lugar destacado a esa hora de la noche. El "dólar cripto" se movía cerca de los $1.000 luego de superar los $1.200 durante el fin de semana. Ese registro, para el equipo oficialista, preanunciaba un mercado cambiario menos tenso en el inicio de la semana. La elección de las palabras no es para nada casual: "menos tenso" no significa "calmo". Así lo certifican en el gabinete oficialista. Para el comienzo de la semana, los funcionarios aguardan un retroceso de los dólares libres, lo cual podría descomprimir el cortísimo plazo sobre las reservas del Banco Central. Esa mirada, para algunos optimista, se contraponía a lo que podía suceder en el mercado de la deuda. El analista de uno de los bancos de Wall Street líderes en cartera argentina dijo anoche a iProfesional que los títulos públicos podrían tener caídas en las cotizaciones tras la salida del juego de Juntos por el Cambio. Qué hará Massa rumbo al balotaje El candidato ganador de las elecciones evitará una nueva devaluación del tipo de cambio oficial. "Vamos a insistir con lo que mejor hicimos en estas últimas semanas", apuntó un funcionario del equipo económico sin dar precisiones. Se refería a otorgar compensaciones a la sociedad por la aceleración inflacionaria (el "plan platita") y la promesa de un futuro mejor. Esa promesa tenía un formato concreto: un gobierno de "unidad nacional". "La grieta se murió", sentenció anoche Massa. Obviamente, no se refería al mapa electoral, donde claramente existe una clara división entre el peronismo y el resto de la oposición.
Massa cree que el tipo de cambio de $350 podrá sostenerse hasta el día del balotaje, aunque existe la perspectiva de retomar un crawling peg a partir del 15 de noviembre. El ministro-candidato refrendó esa idea la semana pasada durante una entrevista televisiva. ¿Qué jugará a favor del oficialismo en su batalla diaria con el mercado cambiario? La idea de que la dolarización quedó un par de pasos por detrás. La dolarización sin dólares en el Banco Central, que venía prometiendo Javier Milei, cedió en cuanto a las chances de llevarla a cabo. El sinceramiento del libertario de que necesitaba un dólar "cuanto más alto mejor" y un brote hiperinflacionario pudo hacer provocado la huida de una vasta cantidad de votantes. En la misma línea, el pedido de Milei para que los ahorristas saquen los depósitos en pesos de los bancos erizó la piel de los banqueros. Ese juego al fleje pudo socavar las chances del candidato. Precios al rojo vivo Así como se mostró con un discurso muy integrador desde el escenario, en los próximos días, Massa intentará una amplia convocatoria a los formadores de precios. Intentará convencerlos -como anoche desde el salón en el barrio porteño de Chacarita- de que será el próximo Presidente de la Argentina. De ese poder de persuasión también depende la dinámica inflacionaria de las próximas cuatro semanas.
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