Por Melisa Reinhold - Con las reservas del Banco Central (BCRA) al límite,
a medida que se acerca la fecha de dos pagos al Fondo Monetario Internacional
(FMI) el nerviosismo crece en los mercados. En los próximos días el país deberá
desembolsar US$1086 millones: 718 millones el viernes y 368 millones el próximo
martes. Hay temores a un default con el organismo de crédito ante la falta de
señales del Gobierno. Ayer, el presidente Alberto Fernández sumó incertidumbre,
al defender la “pelea” con el Fondo: “Firmemente decimos que queremos tener
derecho a crecer según nosotros creemos”, dijo, y rechazó el ajuste pedido por
el organismo.
En este contexto, el riesgo país se acercó a los 2000 puntos y marcó un
nuevo récord tras el canje de deuda de 2020, los bonos se hundieron y los
dólares financieros tendieron al alza. En tanto, el contexto de los mercados
globales, atentos a las decisiones de la Fed y a la situación en Ucrania, no
ayuda.
Con las reservas del Banco Central (BCRA) al límite, a medida que se
acerca la fecha de dos pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI) el
nerviosismo se hace sentir en el mercado. En estos próximos siete días el
Gobierno deberá desembolsar US$1086 millones: US$718 millones el viernes y
US$368 millones el próximo martes. (Ver página 15).
La situación genera temores de un default con el organismo de crédito ante
la falta de señales por parte del Poder Ejecutivo y del Ministerio de Economía.
En consecuencia, ayer el riesgo país marcó un nuevo récord tras el canje de
2020, los bonos se hundieron y los dólares financieros tendieron al alza.
“El escenario local continúa expectante ante la incertidumbre respecto de
los próximos vencimientos de deuda y el camino que el Gobierno tomaría para
afrontarlos, dado que dejaría las reservas netas al límite. Esto les pone
presión a los tipos de cambio, que en la última semana saltaron 8% y a la
brecha con el tipo de cambio oficial, que subió al 115%, la más alta de los
últimos dos meses”, afirmó la sociedad de bolsa Cohen.
En el primer día hábil de la semana, los dólares financieros continuaron
sin encontrar un techo. El dólar MEP que se accede a través de bonos AL30 se
vendió a $219,09, un avance de casi siete pesos ( 3%), mientras que con títulos
GD30 se posicionó en los $216,75, $2,50 más 1%). Si bien el contado con liquidación
(CCL) con AL30 retrocedió a $217,68 (-0,5%), con GD30 avanzó $3, hasta los
$226,78 ( 1,1%).
“En enero ‘los pesos empiezan a sobrar’: es un dato. Si a eso le sumamos
el impacto de sequía, que el Banco Central volvió a vender dólares y que las
chances de default al FMI son mayores, alcanza para explicar el rebote del
dólar paralelo. Dos parámetros: el dólar CCL en $223 todavía está lejos del
pico de $280 de 2020 (ajustado por inflación) y del ‘dólar convertibilidad’ de
hoy (en $267). Si el mercado empeora, rápidamente podríamos ir a buscar un CCL
de $250 (brecha 130%)”, indicó Fernando Marull, de FMyA.
En cuanto al dólar blue, a pesar de que abrió la jornada cambiaria en
baja, cerró el día en los $219 para la venta. Se trata de la cotización nominal
más alta que se tenga registro, la cual fue alcanzada el viernes pasado, cuando
la moneda que se comercializa en el mercado informal pegó un salto de $5
(2,3%).
El dólar oficial mayorista se mostró en pantallas a $104,53, por lo que la
brecha con el blue siguió por encima del 109%. El dólar minorista se ofreció en
los principales bancos del país a $110,08 y el dólar “ahorro”, con un recargo
del 65%, alcanzó los $181,63.
Para Ignacio Morales, analista de Wise Capital, la suba del dólar -tanto
del oficial como de los paraleloshizo que las empresas de todos los sectores se
pongan a analizar el impacto de los precios. Particularmente este fenómeno
afecta a aquellos comerciantes que no pueden importar mercadería al valor
mayorista, y deben pagarlo al dólar blue, o algún valor intermedio.
“La suba del dólar oficial se intensificaría este año, ya que el
presidente del BCRA (Miguel Ángel) Pesce confirmó que iba a aumentar el ritmo
devaluatorio. En caso de que esto sucediera, se podría esperar una distorsión
de los precios, ya que no será fácil saber cuál será el valor de reposición de
la mercadería”, agregó.
La incertidumbre también se reflejó en el riesgo país. El índice elaborado
por el JP Morgan avanzó 45 unidades y se posicionó en los 1963 puntos básicos.
Es el valor más alto desde que se reestructuró la deuda con acreedores
privados, en septiembre de 2020.
La imparable escalada del riesgo país -acumula un avance de 265 puntos
desde que empezó el año (15,6%)- se da como consecuencia de la caída de los
bonos del último canje de deuda. Ayer, en el exterior llegaron a hundirse hasta
un 4,1% (Bonar 2029); en tanto, a nivel local, el Global 2035 retrocedió 1,1%,
el Global 2030 y el Bonar 2035 un 1%.
“El escaso nivel de reservas del Banco Central sumado a la falta de avances
en las negociaciones con el FMI son las principales causas de incertidumbre. Se
suma la inflación persistente y el desinterés del público por mantener pesos.
Los bonos de la deuda soberana también reflejan este complicado escenario.
Entramos en una etapa crítica que requerirá inminentes definiciones o al menos
ciertas señales por parte de las autoridades que permitan al menos reducir la
alta incertidumbre económica que atraviesa este momento”, consideró Emilse
Córdoba, directora de Bell Inversiones.
Al respecto, Marull añadió que un default con el FMI traería aparejado
mayor incertidumbre económica. En cambio, si las negociaciones llegan a buen
puerto, el economista advirtió que los desafíos que presenta la economía
argentina son tales que tampoco se despejaría el panorama. “Lo que si hace es
bajar los niveles de incertidumbre. Y eso, para la economía argentina ya es un
gran paso”, dijo.
Contexto global desfavorable
El escenario internacional tampoco ayuda. Entre las tensiones políticas
Rusia-Ucrania, sumado al nerviosismo que genera en el mercado que la Reserva
Federal de Estados Unidos (Fed) encare una política monetaria más agresiva, las
bolsas del mundo cayeron. El efecto también se sintió en la Argentina.
El S&P Merval operó en las 81.143 unidades, un 3% abajo frente al
cierre previo. En la bolsa porteña la caída fue encabezada por las acciones de
Transportadora de Gas del Norte (-7,1%), seguida por el Banco Macro (-6,3%),
Transener (-6,2%), Central Puerto (-5,6%),y Aluar (-5,3%).
En la mismo sintonía operaron las acciones argentinas que cotizan en el
exterior (ADR). Los papeles del Banco Macro se desplomaron 6,1%, Irsa un 5%,
Irsa Propiedades Comerciales 4,9% y, Edenor 4,2%.
“Si la Fed esta semana sigue en su tesitura, y parece que así va a ser,
vamos derecho a una crisis peor que la del 2008 y a una recesión global. No va
a haber activo emergente que se salve”, sentenció un operador de la bolsa.
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