Por Julián
Guarino - Respira Guzmán. Al menos uno, de los numerosos pedidos y gestiones
que la Argentina ha
encarado en los últimos meses -y para los que ha solicitado apoyos varios como
el del G20- parecen, ahora, estar más cerca que nunca. En las últimas horas,
funcionarios del FMI han
publicado en el blog del organismo las que podrían ser las principales
características de un fideicomiso cuyo activo subyacente estaría constituido
por unos u$s 50.000 millones que se utilizarían para financiar a países que
sufren diversas circunstancias. Se trata del Fideicomiso de Resiliencia y
Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés).
De
acuerdo a un artículo publicado en el blog del FMI y firmado por la directora
del departamento de estrategia, política y revisión del FMI Ceyla Pazarbasioglu junto a la subdirectora Uma Ramakrishnan, el objetivo redunda en lograr la
consabida “estabilidad económica”, en este caso vinculado directamente con
cuestiones relacionadas con el cambio climático, el impacto de la pandemia y la
aceleración del proceso de digitalización.
Un
dato clave que por estas tierras se consulta es si la Argentina podría ser
beneficiaria de este tipo de línea crediticia, la tercera en su tipo, más allá
del clásico Stand-by y la Extended Fund Facility que negocia Guzmán. Según los autores, el RST incluiría a los países de renta baja y
en desarrollo. Sin embargo, la referencia que seguramente tiene buena recepción
por estas horas es que los países de renta media, como la Argentina, podrían
también ser de la partida. Se calcula que nuestro país tiene un ingreso
nacional bruto per cápita de unos u$s 9.000 versus los u$s 12.000 que el propio
FMI pondría como límite inicial.
Otro
detalle no menor es el grado de compatibilidad entre un programa tradicional
con el organismo y la posibilidad de ser beneficiario del RST. Al respecto, en
función de la mecánica que se piensa aplicar en el análisis, si bien el
organismo determinaría qué países podrían aspirar a solicitar recursos, en caso
que una de las naciones estuviese ya integrada en un programa con el organismo,
de todas formas podría solicitar el acceso al fideicomiso como un complemento.
Una
de las formas en las que se fondeará el RST es a través de los Derechos Especiales de Giro (DEGs) que los países más
ricos del mundo (accionistas del FMI) recibieron del organismo en forma
excepcional el año pasado y que no han utilizado en las últimos meses, ya que
los redirigirían hacia la nueva línea. Según los autores del blog, se aguarda
que el fideicomiso sea aprobado por la junta ejecutiva en las próximas
reuniones de primavera del Fondo, es decir en el mes de abril, por lo que
podría entrar en vigencia antes de fin de año. Con respecto a la cantidad de
dinero a la que podría aspirar Argentina, en principio esta tendría un límite
del 150% de la cuota del país en el FMI.
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